Proyectos de Innovación

Narrativa infantil y juvenil

Buscando la transferencia del conocimiento a la sociedad y una mayor empleabilidad de los graduados universitarios, se propuso a los estudiantes del Grado de Historia del Arte (curso 2020-2021), en las prácticas de diversas asignaturas (impartidas por Irene González Hernando), escribir cuentos infantiles y juveniles inspirados en la Antigüedad y Edad Media. Estos relatos debían tener como hilo conductor las producciones artísticas y culturales de esos periodos y contribuir a visibilizar el reaprovechamiento de materiales a lo largo de la historia y el papel de las mujeres en las sociedades del pasado. El resultado fueron una serie de relatos de gran creatividad que pueden ser útiles en los niveles de educación primaria, secundaria y bachillerato como materiales complementarios para trabajar conceptos como la igualdad de género o la sostenibilidad medioambiental. Asimismo, pueden ser de interés para un público más general que quiera hacer una primera aproximación a la Historia del Arte, de un modo lúdico, pero sin perder por ello contenidos académicos.


Antonio Sánchez Rosa, El enigma de la Diadema

Antonio Sánchez Rosa, en su relato El enigma de la Diadema, aborda la metalurgia micénica. La protagonista es Cynthia, la hija de unos artesanos del metal en la ciudad de Micenas, que viaja desde allí hasta Pilos. El viaje de Micenas a Pilos y la historia de Cynthia hace que los lectores puedan conocer de primera mano la cultura material de la Edad del bronce griego. El relato pone su foco en una niña, mostrando cómo en los talleres metalúrgicos de la Antigüedad, intervenían tanto hombres como mujeres y que la creación artística seguramente no entendía de fronteras de género.

 


Alba Sánchez López, Yo también quiero actuar

Alba Sánchez López, en su relato Yo también quiero actuar, aborda las dificultades de las mujeres para participar en la vida cultural y pública en la Grecia Antigua. Es un relato de ficción que trata de tender puentes entre presente y pasado y que pone el foco en dos jóvenes, Lydia en la actualidad y Briseida en la Atenas clásica, ambas con preocupaciones y sueños en común.

 


Carmela Iserte Lázaro, Las aventuras de Agarista

Carmela Iserte Lázaro, en su relato Las aventuras de Agarista, trata la vestimenta, peinado y adorno personal de una familia pudiente de Atenas en el siglo V a.C. La protagonista es Agarista, la hija de un magistrado, una niña audaz, pero que debido a su condición femenina no puede participar de la vida pública. El relato se desarrolla en torno a unas joyas que atraen su atención y que consigue ver en el gineceo de su hogar. Es una aproximación a la desigualdad de género en la Antigüedad, que se explica a través de la cultura material de la época.

 


Paolo De Luca, Ninetto y la lana

Paolo De Luca, en su relato Ninetto y la lana, descubre al lector los intercambios comerciales bajomedievales a través del Mediterráneo, que fueron un motor muy relevante para el trasiego de ideas artísticas. Ninetto y su padre viajan a bordo de un barco que transporta, entre otras cosas, papel. Es este uno de los materiales que mejor ejemplifica la cultura del reaprovechamiento, ya que se fabricaba a base de retazos de tejidos de origen vegetal, que se transformaban en un material nuevo, cuando ya no podían repararse más y seguir siendo utilizados. Hay, además, en las páginas 34 y 35, un elogio de las actividades agrícolas que ayudaban al mantenimiento de la población y buscaban la sostenibilidad de los recursos naturales, conscientes de que si estos se agotaban, repercutirían en el bien colectivo.  

 


Paula Mota Hammel, La mujer durante la Baja Edad Media

Paula Mota Hammel, en su relato La mujer durante la Baja Edad Media. Una historia ambientada en el monasterio de las Huelgas Reales de Burgos, pone en boca de su protagonista, la joven Teresa, algunas de las asimetrías sociales en materia de formación y acceso al conocimiento, capacidad jurídica y económica, relación con las jerarquías eclesiásticas, a la vez que ambienta la historia en uno de los espacios femeninos más relevantes de la Baja Edad Media peninsular, las Huelgas Reales. En su texto, los sueños y aspiraciones de Teresa, que confrontan con la realidad trazada por su tía Sor Encierro, anticipan la figura de Christine de Pizan, que es mencionada en el anexo. Teresa y Christine de Pizan son dos personajes distintos, la primera de ficción pero con base histórica y la segunda real y documentada, la primera del último cuarto del siglo XIII y la segunda del siglo XIV.