Proyectos de Innovación

Influencias clásicas en las representaciones medievales de la Virgo Lactans

Autoras: Alba Gómez Hueso y Marta Martínez Gil

 

Palabras clave: María, Vírgen, Isis, Hera, Maria Lactans.

Estudio iconográfico: 

La Virgen María, como madre de Cristo que es, siempre ha tenido un papel importante dentro de la devoción cristiana, especialmente a partir de los siglos XI y XII cuando el culto mariano aumenta (Viana García, 2017) al igual que sus representaciones. A pesar de que ya aparecen imágenes de la Virgen en las catacumbas romanas, será en el mundo bizantino donde primeramente se desarrollen y establezcan las diferentes iconografías o arquetipos de María, dando lugar entre otras a la llamada Galaktotrophousa. En esta, al igual que en otras imágenes surgidas dentro de los ámbitos primitivos cristianos, se podrán apreciar una serie de influencias claramente procedentes del mundo clásico en el que las comunidades cristianas que las crearon vivían. Los orígenes de la iconografía de la Virgo Lactans se pueden remontar a las antiguas representaciones de la diosa madre o Magna Mater (Campos Herrero, 2016) presentes en todas las civilizaciones mediterráneas. En muchas ocasiones estas diosas eran representadas dando de mamar a sus retoños,esto se debe a que la acción de amamantar es una de las formas más antiguas y simples de representar la maternidad (Tramoyeres Blasco, 1913). Pero debido al lugar de inicio del cristianismo en occidente las primeras representaciones de este arquetipo beben directamente de dos modelos o imágenes muy extendidos dentro de la cultura romana y griega: Hera amamantando a Heracles e Isis dando de mamar a Harpócrates-Horus (Rodriguez Peinado, 2013). La primera escena clásica nos presenta a Hera recostada mientras da de mamar a un pequeño Heracles. Esta sería la representación gráfica del mito en el que Hera apenada ante el llanto de Heracles le da de mamar, pero este se aparta bruscamente y la leche que se derrama da lugar a la Vía Láctea. De este mito existe una variante en la que se cuenta que aprovechando Zeus que Hera estaba dormida le pone a Heracles para que este al alimentarse de la leche de Hera se hiciera más fuerte, pero Hera sobresaltada se despierta y aparta al niño lo que provoca que la leche salpique dando lugar al mismo fenómeno relatado anteriormente (Alfonso Cabrera, 2013). Esta imagen aunque presente en el imaginario del pueblo romano y griego fue menos relevante que la siguiente influencia de la Maria Lactans.

La segunda y mayor influencia de la iconografía que nos afecta es la llamada Isis Lactans o Isis amamantando a Horus-Harpócrates. A pesar de que esta diosa no era nativa del panteón romano, su culto se expandirá velozmente y llegará a alcanzar un alto nivel de devoción entre los habitantes de los territorios que pertenecían a Roma, donde había sido introducida por esclavos, soldados y comerciantes procedentes del Egipto Ptolemaico (Rodriguez Peinado, 2013). Esta diosa se nos presenta, tanto en las obras egipcias como el las romanas, sentada en un trono, con su mano izquierda sostiene a Horus-Harpócrates al que da de mamar (Higgins, 2012), ambos se interrelacionan únicamente por la acción que llevan a cabo pero no se miran. Los romanos, que practicaban su culto tanto pública como domésticamente, quisieron resaltar su imagen de madre, para lo que suprimieron alguno de sus atributos anteriores, como por ejemplo el disco solar (Arroyo de la Fuente, 2006). Con esto buscaban dar mayor protagonismo a la acción que se estaba llevando a cabo y a la que ellos daban una gran importancia, no solo porque se relacionaba con el mito fundacional de la ciudad que contaba cómo la Loba Capitolina amamantó a Rómulo y Remo (Alfonso Cabrera, 2013), sino también porque veían una clara relación con el papel de las tan apreciadas matronas romanas.

De este modo, los primeros cristianos tomaron estas representaciones vistas anteriormente, que no solo formaban parte de su ideario colectivo sino que además las rendían culto (Imani, 2014), y las asimilaron con la intención de facilitar a los adeptos de la nueva religión entender los conceptos cristianos desde sus respectivos contextos culturales. Esta asimilación no solo permitió una mejor comprensión de las ideas cristianas, sino que además remarcaba el triunfo del cristianismo sobre las religiones paganas que habían preponderado hasta el momento (Higgins, 2012). Así estas primeras comunidades, que apenas tenían una tradición iconográfica previa (Sales, 2018), asimilaron en la figura de María, la madre por excelencia en la religión cristiana, el antiguo papel de las diosas madres nutricias dando lugar a la Maria Lactans cuya primera representación se puede ver en la Catacumba de Priscila (Roma) (González Hernando, 2008). Aunque la representación surja, como se ha mencionado anteriormente, en el Bajo Imperio Romano de la mano de las primeras comunidades cristianas, será en Bizancio donde esta se asiente y adquiera un papel relevante como una de las cinco tipologías de la Virgen que se fijan, tomando el nombre de Galactotrofusa (Azcarate Ristori, Perez Sanchez y Ramírez Rodriguez, 1983). La expansión de esta iconografía por el cristianismo occidental se dará gracias a las numerosas conquistas que el Imperio bizantino realizará a lo largo de su historia y gracias también a la proliferación de los iconos bizantinos, que eran representaciones de temas crisitianos en tamaño reducido lo que facilitaba su transporte (Rodríguez Peinado, 2013). Una vez asentada la Virgo Lactans en occidente, donde adquiere un mayor naturalismo que en Bizancio, de ella surgirán dos variantes: una más popular, la Virgen de la Humildad, que muestra a la Virgen dando de mamar a Jesús en un descanso durante la huida a Egipto; y una menos productiva y relacionada con los pasajes de la lactancia mística que se cuenta en la vida de algunos santos.

La Virgo Lactans es una representación iconográfica antigua y que ha sido muy productiva a lo largo de los años, sin embargo no ha sufrido demasiados cambios a lo largo del tiempo gracias al texto de la Hermeneia creado en Bizancio (Alfonso Cabrera, 2013) que en cierto modo se encargó de fosilizar sus rasgos principales. Debido a esto se puede ver una continuidad y mantenimiento de las formas a lo largo de los siglos. Prácticamente lo único que va a variar son las técnicas, la actitud de los representados y los soportes, entre los que destacan la escultura, la pintura tanto mural como sobre tabla y la miniatura. En las representaciones de Maria Lactans nos encontramos con que las figuras protagonistas son claramente la Virgen María y su hijo Jesús, que a veces pueden aparecer acompañados por una corte de ángeles y santos (Rodríguez Peinado, 2013). María va normalmente ataviada con una túnica en la que hay una abertura por la que se ve el seno (Alfonso Cabrera, 2013). Su cabeza está tocada por un velo de influencia bizantina que posteriormente, especialmente a partir del gótico, empezará a ser sustituido por una corona . La Virgen se encuentra sentada o recostada y en algunas pocas ocasiones se la puede ver de pie. En sus brazos o apoyado en su regazo lleva a Jesús, que puede ser desde un bebe a un niño de alrededor de dos años, al que da de mamar. En las escenas más antiguas y hasta principios del gótico veremos como ambas figuras únicamente están interrelacionadas por el acto que llevan a cabo, pues tanto María como Jesús miran hacia otro lado o hacia el espectador. Sin embargo, a partir del Gótico se aprecia una nueva sensibilidad y un mayor humanismo en las figuras que lleva a un alejamiento del hieratismo y a que las actitudes de ambos sean mucho más relajadas y familiares (Jiménez Jiménez, 1993).

La escena de María amamantando al niño Jesús tiene una doble función y fue utilizada tanto en las esferas cristianas de Bizancio como en las de Occidente. Por una parte presenta a la Virgen María como modelo, el cual debía ser tomado por las mujeres medievales ya que esta había sido elegida por Dios y estaba dotada con todas las virtudes (Salvador González, 2013). Por otra parte, la imagen nos transmite la idea de la doble naturaleza, divina y humana, de Cristo. Al igual que ocurre con representaciones que ya se veían desde antiguo, como la representación de los diferentes milagros de Cristo, esta se encarga de legitimar la divinidad de Cristo (Imani, 2014), pues María por su condición de virgen no podría ser capaz de amamantar de manera natural a Jesús y sin embargo gracias a la intercesión divina es capaz de alimentar a su hijo (Higgins, 2012). Del mismo modo la naturaleza humana de Cristo también queda muy bien reflejada en el acto tan familiar que ambos llevan a cabo. Quizá por esto último esta representación triunfa tanto inicialmente en Bizancio, donde se aprecia la tendencia a mostrar la naturaleza humana de Cristo a través de la Virgen, como en las representaciones de la natividad donde encontramos a la madre recostada.

En base a todo lo expuesto con anterioridad se puede concluir que los orígenes y principales influencias de la Virgo Lactans o Maria Lactans se encuentran claramente en la cultura generada por griegos y romanos, especialmente en la del Bajo Imperio Romano, cuando las primeras comunidades de la nueva religión asimilaron tanto la figura de Hera amamantando a Heracles como las representaciones de Isis Lactans en una imagen de la maternidad divina tán poderosa e ilustrativa y que tanta importancia tendría tanto en la esfera Bizantina como en la Occidental durante toda la Edad Media.

 

Selección de obras

1. Hera amamantando a Hércules, cerámica griega del s. IV a.C.

2. Isis Lactans, s. I d.C., Museo Egizio (Turín)

3. Isis Lactans, s. IV d.C., Dahlem Museum (Berlin)

4. Virgen de la leche en Catacumbas de Priscilla. s. II d.C.

5. Virgen de la Leche, Ambrosio Lorenzetti. 1325-1348. Museo diocesano de arte sacro de Siena

6. Madonna del Latte, Andrea y Nino Pisano, Ca. 1355. Museo Nazionale di San Matteo, Pisa

7. Virgen de Tobed, Jaime Serra. 1359-1362. Museo Nacional del Prado

8. Virgen con el niño. Paolo di Giovanni Fei. 1390. Metropolitan Museum.

9. Madonna dell'umiltà con la tentazione di Eva, Carlo da Camerino. 1400. Cleveland Museum of Art

10. Libro de horas Dunois, Maestro de Dunois. 1440-1450. British Library

11. Retablo Virgen de la Leche, Antoni Peris. 1415. Museo de Bellas Artes de Valencia

12. La Virgen con el Niño entronizado, Rogier Van der Weyden. Hacia 1433. Museo Thyssen-Bornemisza

13. Virgen de Lucca, Jan van Eyck. 1437 aprox. Städel Museum

14. Díptico de Melum, Jean Fouquet, 1450. Gëmaldegalerie (Berlín)

15. Descanso en la huida a Egipto, Gerard David. Hacia 1515. Museo Nacional del Prado

 

Referencias bibliográficas

ALFONSO CABRERA,Silvia (2013): Iconografía de la lactancia en el arte bajomedieval: el paradigma de la Virgo Lactans. Universidad Complutense.

ARROYO DE LA FUENTE, Mª Amparo (2006): “Iconografía de las divinidades alejandrinas”, LICEUS: https://www.liceus.com/producto/iconografia-divinidades-alejandrinas/

● AZCARÁTE RISTORI, Jose María, PÉREZ SÁNCHEZ, Alfonso Emilio y RAMÍREZ DOMÍNGUEZ, Juan Antonio (1983): Historia del Arte, Madrid, Anaya.

CAMPOS HERRERO, Joaquín (2016): “María y la teoría de los arquetipos”, Pallantiae Documenta, 8, pp. 192-197.

GONZALEZ HERNANDO, Irene (2008): “Iconografía de la Virgen y grandes temas marianos II. Figuras aisladas, LICEUS: https://www.liceus.com/producto/iconografia-virgen-grandes-temas-marianos-ii/

HIGGINS, Sabrina (2012): “Divine Mothers: The Influence of Isis on the Virgin Mary in Egyptian Lactans-Iconography”, Journal of the Canadian Society for Coptic Studies, 3-4, pp. 71-90.

IMANI, Jessica (2014): “Isis to Mary: The Inspiration of a Divine Mother through Antiquity”, Classics 170: Pagan Iconography.

JIMÉNEZ JIMÉNEZ, Miguel (1993): Historia del Arte, Sevilla, Servigraf.

RODRÍGUEZ PEINADO, Laura (2013): “La Virgen de la Leche”, Revista Digital de Iconografía Medieval, Vol. V, 9, pp 1-11.

SALES, José das Candeias (2018): “A Ísis alexandrina: tradição nas antigas dinâmicas cultuais mediterrânicas”, en J. L. Cardoso y J. Sales (eds.) In Memoriam. Estudos de homenagem a António Augusto Tavares, Lisboa, Universidade Aberta, pp. 76-89.

SALVADOR GARCÍA, José María (2013): “Benedicta in mulieribus. La Virgen María como paradigma de la mujer en la tradición patrística y su posible reflejo en la pintura gótica española”, Mirabilia, 17, pp. 12-51.

TRAMOYERES BLASCO, L. (1913): “La Virgen de la leche en el arte”, Escuelas Extranjeras, III, pp. 79-118.

VIANA GARCÍA, Mª del Camino. (2017): De la Galaktotrophousa a la Virgen de la Leche: la evolución del modelo en época medieval. [Trabajo fin de grado]. Universidad de Santiago de Compostela.


Hera amamantando a Hércules, cerámica griega del s. IV a.C.


Isis Lactans, s. I d.C., Museo Egizio (Turín)


Isis Lactans, s. IV d.C., Dahlem Museum (Berlin)


Virgen de la leche en Catacumbas de Priscilla. s. II d.C.


Virgen de la Leche, Ambrosio Lorenzetti. 1325-1348. Museo diocesano de arte sacro de Siena


Madonna dell'umiltà con la tentazione di Eva, Carlo da Camerino. 1400. Cleveland Museum of Art


Virgen de Lucca, Jan van Eyck. 1437 aprox. Städel Museum


Madonna del Latte, Andrea y Nino Pisano, ca. 1355. Museo Nazionale di San Matteo, Pisa


Libro de horas Dunois, Maestro de Dunois. 1440-1450. British Library.


Díptico de Melum, Jean Fouquet, 1450. Gëmaldegalerie (Berlín)


Virgen de Tobed, Jaume Serra. 1359-1362. Museo Nacional del Prado


Retablo Virgen de la Leche, Antoni Peris. 1415. Museo de Bellas Artes de Valencia


Descanso en la huida a Egipto, Gerard David. Hacia 1515. Museo Nacional del Prado


Virgen con el Niño. Paolo di Giovanni Fei. 1390. The Metropolitan Museum of Art


La Virgen con el Niño entronizado, Rogier Van der Weyden. Hacia 1433. Museo Thyssen-Bornemisza