Noticias - Sección Sindical de CGT en la UCM

8 de marzo. Día internacional de memoria y lucha feminista. Combatamos el acoso sexual en la universidad

12 mar 2025 - 00:00 CET

El acoso sexual forma parte de la violencia de género y de la experiencia de desigualdad que sufren las mujeres y disidencias en el mercado de trabajo y también en otros espacios sociales. No es una experiencia unívoca, el acoso tiene diferentes rasgos y grados en los que se manifiesta y en el que es experimentado por las mujeres. Uno de sus rasgos es que es un fenómeno estructural, atraviesa todos los espacios sociales definidos por la desigualdad de género y entre personas con poder desigual. Por lo tanto, no puede acotarse como un problema aislado o morboso, de un verdugo sobre sus víctimas, sino todo lo contrario, existe y se produce en contextos de absoluta “normalidad”, por ejemplo, en la Universidad. Por otra parte, es una experiencia muy difundida y solo gracias a la acción feminista y al sindicalismo feminista en la última década comienza a salir de sus lugares de penumbra y a ser denunciado públicamente en todas sus manifestaciones, desde las más graves a las más leves; todas ellas identificadas y nombradas por quienes las sufren.

Desde este lugar las personas que nutrimos la CGT en la UCM denunciamos todas y cualquiera de las manifestaciones de acoso sexual, sexista y legtbfóbico que se produzca en nuestros campus como un rasgo preocupante de las violencias machistas y las desigualdades que sufrimos como trabajadoras o como estudiantes. Contribuimos y apoyamos la gran labor que está realizando el Punto Violeta de Somosaguas en los procesos de acompañamiento a las víctimas de acoso, a la visibilidad, la reflexión y la respuesta que están dando a casos mediáticos para ubicar el problema en la ‘normalidad’ académica de muchas facultades y centros de trabajo de la UCM.

Desde la CGT estamos seguras de que la política de personal de una empresa influye en el clima laboral y en la tolerancia social con la falta de respeto hacia las mujeres y disidencias. Estamos seguras de que si la UCM se tomara en serio la implementación de las políticas de igualdad previstas -sin ir más lejos las que define su propio Plan de Igualdad de Oportunidades y su Protocolo para el Acoso Sexual- y sino esterilizase el ambiente alimentando la inacción y la falta de recursos de su Área de Igualdad, las trabajadoras y las estudiantes nos sentiríamos transitando por un terreno más seguro. Pero también, si esto sucediese, nos sentiríamos mucho más fuertes y capaces de responder con nuestras propias herramientas a este problema o de denunciarlo a la Universidad si se considera necesario, porque tendríamos garantías de pisar un terreno no minado y no desmantelado. Por eso, exigimos un plan de actuación y desarrollo con recursos suficientes para que las políticas de igualdad sean una realidad y dejen de coger polvo en los armarios de los despachos de sus oficinas.

Cualquier medida que pretenda combatir el acoso sexual, sexista y lgtbfóbico en nuestras facultades, y sin duda otras formas de violencia, debe ir dirigida a aumentar la conciencia de las mujeres y disidencias, pero también a ofrecerles vías prácticas para solucionar los problemas y combatir el sexismo pernicioso en el mundo laboral académico, luchando contra la discriminación y la desvalorización de las trabajadoras y de las estudiantes, a la vez que se facilita una interpretación propia del trabajo y vida que hacemos todas, todes y todos en los espacios académicos.

¡Por una universidad pública de calidad y feminista!

¡Por una universidad sin violencias hacia las mujeres y las disidencias sexuales!

¡Por un 8 de marzo internacionalista para frenar el avance de la ultraderecha y el fascismo!

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