XI. De la merced más singular que hizo su Majestad a Don Diego Velazquez en premio de su virtud y servicios.
[350]
XI. De la merced más singular que hizo su Majestad a Don Diego Velazquez en premio de su virtud y servicios.
El año de 1658 (hallándose Don Diego Velazquez con el Rey en el Escorial), considerando Su Majestad que el ingenio, habilidad y méritos personales de otros servicios en Don Diego Velazquez le constituían acreedores de mayores adelantamientos, le honró con la merced de hábito (el que eligiese) de una de las tres Ordenes Militares un día de la Semana de Ramos, y Velazquez eligió el del Orden Militar de la Caballería de Santiago: y a no haberle preocupado la muerte, hubiera sido principio para ascender a mayores honras, según la aptitud de su persona, que ofrecía materiales para labrar más elevadas fortunas.
Oí decir a persona de todo crédito que, habiéndose dilatado el despacho de las pruebas por algún embarazo ocasionado de la emulación (que la tuvo grande), habiéndolo entendido el Rey, mandó al Presidente de Órdenes, Marques de Tabara, le enviase los informantes que tenía Su Majestad que decir en las pruebas de Velazquez. Y habiendo venido, dijo el Rey: Poned que a mí me consta de su calidad: con lo cual no fue menester más examen. ¡Oh, magnanimidad digna de tan Gran Rey! Perfeccionado por su mano la hechura que había labrado y se la pretendían deslucir; y excusándole al mismo tiempo el rubor de la detención y los crecidos gastos del nuevo informe. En fin salió su despacho del Consejo de las Ordenes el jueves a 27 de noviembre, y el viernes día de San Próspero Mártir 28 de dicho mes y año en el Convento de Religiosas de Corpus Christi, con las ceremonias acostumbradas y con gran gusto de todos, recibió el hábito por mano del Señor Don Gaspar Juan Alonso Perez de Guzman el Bueno, Conde de Niebla (que después fue Duque de Medina-Sydonia). Fue su padrino el Excelentísimo Señor Don Baltasar Barroso de Ribera, Marqués de Malpica, Comendador del Orden de Santiago.
Volviéronle a Palacio y fue de su Majestad muy bien recibido, y de todos los Señores y Criados del cuarto del Rey. Era este día muy festivo en Palacio por ser de San Prospero, en que el Serenísimo Principe Prospero cumplía años; y así pudo D. Diego Velazquez atribuirlo todo a muestras de su prosperidad, y aun el experimentar en esta ocasión los combates de la envidia, porque la oposición perfecciona la virtud y suele desmentir su esplendor el no tener tinieblas en que lucir. Horóscopo feliz y próspero fue, sin duda, el de [351] nacimiento: según el que describe Julio Firmico, en el cual el que naciere será en la pintura excelente, y de ella con superiores honras ilustrado.
Este año escribió Don Lazaro Diez del Valle un elogio y nomenclatura de algunos pintores, que por famosos han sido honrados con hábitos de órdenes militares, y le dirigió a Don Diego Velazquez, de que hicimos mención en el tomo 1. Lib. 2, Cap. 9, § 4
[Seguir a XII. De la jornada que hizo Velazquez con su Majestad a Irún y de su enfermedad y muerte.]
Merced de hábito de Santiago a Don Diego Velazquez.
Honra singular del Rey en las pruebas de Velazquez.
Recibe Don Diego Velazquez el hábito de Santiago.
Manuscrito de D. Lazaro Díez del Valle.