Autora: Paula Gómez Villarín

10 nov 2023 - 18:40 CET

En los últimos años la demanda del inglés no ha dejado de crecer, lo que ha llevado a numerosas personas a buscar tanto profesores particulares como academias para aprender o mejorar su dominio del idioma. En este proceso, muchas personas optan por buscar un profesor nativo de inglés, convencidos de que su aprendizaje será mucho más fructífero. Sin embargo, esta suposición no siempre resulta cierta.

La idea de que los profesores nativos son inherentemente superiores para aprender inglés es en ocasiones algo simplista. Si bien los hablantes nativos pueden proporcionar una inmersión lingüística valiosa y una pronunciación auténtica, la calidad de la enseñanza no depende únicamente de la nacionalidad del profesor. La capacitación pedagógica o la experiencia son aspectos cruciales en la enseñanza efectiva de un idioma.

Los profesores no nativos pueden ofrecer una perspectiva única al comprender los desafíos específicos que enfrentan los estudiantes al aprender inglés como lengua extranjera. Por ejemplo, los llamados false friends, aquellas palabras que, por su semejanza con otras de nuestra propia lengua, dan lugar a equivocaciones; como la palabra rope, que significa “cuerda” en inglés y no “ropa”. Además, los profesores no nativos pueden tener una comprensión más profunda de la gramática y la estructura del idioma, ya que han pasado por el proceso de aprendizaje ellos mismos.

En resumen, la elección entre un profesor nativo o no nativo debe basarse en su competencia lingüística, habilidades pedagógicas y experiencia, en lugar de únicamente en su nacionalidad.