Rafael Puyol Antolín
Rector de la Universidad Complutense

Palabras preliminares
Francisco Javier de Jorge García Reyes
Director de la Biblioteca de la Universidad Complutense

Coordinadora de la exposición:
Carmen Crespo Tobarra

Comisario de la exposición:
Francisco González de Posada
Catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid

Comisarios adjuntos:
Francisco A. González Redondo
Dominga Trujillo Jacinta del Castillo

  • Libros antiguos de Física en la Biblioteca Histórica Complutense.

  • 11 de Febrero a 6 de Abril de 2003

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    Alfonso X. Rey de Castilla. Libros del saber de Astronomía 


     

     

    La Antigüedad: La Física en la Grecia clásica. La Edad Media: Los manuscritos

    El Renacimiento inicial (segunda mitad del siglo XV): Los incunables

    El Renacimiento maduro (siglo XVI): Los albores de la ciencia moderna

    Consideraciones sobre la España del siglo XVI

    El siglo XVII. La independencia de la Física de la Filosofía. El trasfondo matemático de la Naturaleza

    Consideraciones sobre la España del siglo XVII

    El siglo XVIII. La constitución de la Mecánica como ciencia ejemplar: la matematización

    Consideraciones sobre la España del siglo XVIII

     

    La Antigüedad: La Física en la Grecia clásica. La Edad Media: Los manuscritos  

     

    LA ANTIGÜEDAD: LA FÍSICA EN LA GRECIA CLÁSICA

    NACIMIENTO EN LA FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA

    La Física (término actual) nace con la Filosofía, o bien la Historia de la Filosofía tiene su primer capítulo común con la Física. Los dos primeros problemas que se plantea la Filosofía (el pensamiento occidental, que nace en la Grecia clásica) son: uno, el problema del Cosmos (Cosmología, Astronomía); y dos, el problema de la naturaleza de la materia. Se denominó Filosofía de la Naturaleza o Filosofía Natural, y así conviene recordar el título de la obra considerada cumbre de la Física de todos los tiempos, Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, de Newton, que supone la definitiva dotación de matemáticas a la filosofía. Con otros términos, los dos problemas fundamentales de la Física de siempre serán: la materia (su constitución, los elementos primeros) y el sistema del mundo.

    FIGURAS RELEVANTES Y OBRAS SIGNIFICATIVAS

    Aristóteles (384-322 a.C.). Su enciclopédica sistematización filosófica se convirtió en el referente para la Filosofía y la Ciencia hasta bien entrada la Modernidad. Del Cielo, Física y Organon.
    Euclides (c. 300 a.C.). Elementos o Stoicheia, establecido como "el" modelo "perfecto" de sistematización y presentación para la Ciencia hasta el siglo XIX, Óptica y Catóptrica.
    Arquímedes (287-212 a.C.). Del Equilibrio de los planos o de sus centros de gravedad y Sobre los cuerpos flotantes.
    Ptolomeo, Claudio (c. 150 d.C.), el más importante astrónomo y geógrafo de la Antigüedad. La sistematización enciclopédica de su obra constituyó para la Astronomía griega clásica el equivalente a lo que Euclides supuso para la Geometría. Mathematiké Sintaxis (Colección matemática), que recibirá el nombre de Almagesto en su traducción árabe, nombre por el que se la conoce, Tetrabiblos y Óptica.

    Alfonso X. Tabulae astronomicae, 1492

     

    LA FÍSICA EN LA EDAD MEDIA

    CONTEXTO Y PANORAMA

    1ª. Carencia propiamente de Física y, en general, de ciencia de la Naturaleza.
    2ª. Lo escrito se hace mediante manuscritos sobre "pergamino" y sobre "papel". El pergamino (piel de cabra, oveja o vaca, curtida y luego raspada numerosas veces de forma enérgica) facilitará auténticas obras de arte por su presentación, cuidada caligrafía e ilustraciones con miniaturas que conservan durante siglos sus vivos colores. La protección o encuadernación de estos manuscritos aumentarán su valor artístico. La difusión del papel ("pergamino de paño"), material menos noble y menos duradero, facilitará también la difusión del libro aunque no presente la calidad del pergamino.

    FIGURAS RELEVANTES Y MANUSCRITOS SIGNIFICATIV0S

    Azarquiel (o al-Zarqali) (c. 1029-1087). Tablas Toledanas y Tratado de la Azafea.
    Alpetragius, (o al-Bitrudji) (c. 1160-1210). Kitab el-heia o De la Esfera Celeste, que se tradujo al latín en 1217 y se imprimió en Venecia en 1531 junto con la Sphera de Sacrobosco y otras con el título de Alpetragii Arabis Theorica Planetarum.
    Johannes deSacrobosco (c.1200-1260). De Sphaera Mundi (c. 1220).
    Alfonso X el Sabio (1221-1284), promotor de numerosas obras de Astronomía (y/o Astrología), en el marco de la nunca consumada edición de una enciclopedia castellana que contendría todos los conocimientos humanos. Esta actividad supuso una verdadera tarea creadora original frente a la hasta él generalizada mera recepción pasiva de la cultura árabe. Tablas Alfonsíes, tablas astronómicas redactadas en castellano entre 1257 y 1272, calculadas, con referencia al meridiano de Toledo, por un grupo de cultos judíos, musulmanes y cristianos reunidos en esta ciudad.. Libros del saber de Astronomía, terminados en 1280, constituyen una compilación de 14 tratados traducidos del árabe y del hebreo.
    Thomas Bradwardine (1290-1349). Tractatus de Proportionibus, de 1328, intento de matematización de las relaciones físicas cualitativas, y Tractatus de Continuo, obra filosófica más que matemática en la que opta por el continuismo frente al atomismo.

     

    El Renacimiento inicial (segunda mitad del siglo XV): Los incunables 

    CONTEXTO Y PANORAMA DE LA FÍSICA EN EL RENACIMIENTO INICIAL

    El período que comprende aproximadamente la segunda mitad del siglo XV, Renacimiento inicial, es la etapa que corresponde desde el punto de vista bibliográfico a la era de los "incunables".
    1ª. El funcionamiento de la imprenta. Se editan libros de obras de la Edad Media, pero no aparecen nuevas obras. El progreso se centra en la edición y, en consecuencia, en la distribución, pero no en la creación. Estos "impresos antiguos", incunables, con grabados de gran valor artístico sobre papel de alta calidad, son joyas del arte universal.
    2ª. No hay propiamente Física.
    3ª. El trasfondo intelectual dominante corresponde a la influencia del pensamiento clásico griego y de la Escolástica medieval.
    4ª. Aparece un "espíritu nuevo" que presenta como notas científicas: a) la emergencia de un sentido novedoso por los grandes viajes; b) la avidez de descubrimientos; c) la relajación del sometimiento de lo científico a lo religioso (filosofía y teología); d) interés por las técnicas, por las "Artes", por la Ingeniería y la Arquitectura.

    INCUNABLES MÁS SIGNIFICATIVOS

    De Sphaera, de Sacrobosco (primera mitad del siglo XIII), impresa en Ferrara, 1472, y reeditada numerosas veces.
    Theoricae Novae Planetarum (1454) de Georg von Peurbach (1423-1461), editada en Nuremberg, 1472, y que se editó 56 veces hasta mediados del siglo XVII..
    Tabulae Eclipsium (1459), de Peurbach, basadas en las Tablas alfonsíes y usadas hasta Tycho Brahe.
    Epitoma Almagesti Ptolomaei, obra de Peurbach y Johannes Müller -Regiomontano- (1436-1476), impresa por primera vez en Venecia (1496), de enorme importancia para la Astronomía del siglo XVI, Copérnico la usó con preferencia al propio Almagesto.
    Quadripartitum astrológico de Ptolomeo, impresa en 1484 y 1493 en Venecia.

     


     

    CONSIDERACIONES SOBRE LA ESPAÑA DEL RENACIMIENTO INICIAL

    La Corona de Castilla, en zigzagueante guerra civil en los siglos XIV y XV, no concluirá su Reconquista hasta 1492. Al acontecimiento de la conquista de Granada le siguen en el mismo año otros harto significativos también de diferentes signos y que tendrían importantes consecuencias: la huida de musulmanes andaluces, la expulsión de los judíos y el descubrimiento de América por Cristóbal Colón.
    Sin embargo, la Corona de Aragón está expandida por el Mediterráneo y en relaciones plenas con el Renacimiento italiano. En estos reinos penetra el espíritu del Renacimiento. Palma de Mallorca, Valencia y Barcelona dan fe de ello: viajes, relaciones culturales, incipiente industria y comercio.
    Así, el Renacimiento, concebido como movimiento original de importancia histórica con dos focos, Italia y Países Bajos, no está ausente de toda España. Las relaciones entre los reinos de Nápoles y Valencia, sobre todo, y el centro de viajes mallorquines servirán de prólogo a la idea de Cisneros, ya en la España casi total de los Reyes Católicos, por la que en 1499 se crea la Universidad de Alcalá, que se pondrá en funcionamiento en 1508. Su Biblioteca está integrada hoy, como fundacional, en la Biblioteca Histórica Complutense que conserva como auténticas joyas obras citadas anteriormente.
    En el entorno del cambio de siglo XV a XVI tuvo lugar en la Universidad de París una notable recuperación. Un grupo de españoles constituyeron en ella un núcleo activo: Jerónimo Pardo, Celaya, Lax (maestro de Vives), Antonio y Luis Núñez, Sánchez Ciruelo y Martínez Silíceo escribieron libros de Lógica, Filosofía y Matemáticas utilizados como libros de texto en París. Puede destacarse la apreciable obra de:
    Pedro Sánchez Ciruelo (c. 1470-1554) Tratado de aritmética práctica (1495) publicado en París y varias veces reeditado. Asimismo unas primeras ediciones, revisadas y corregidas, de la Arithmetica Speculativa y la Geometria Speculativa de Bradwardine. Y Sphaera Mundi Commentarius (1498), también publicada en París, que contiene comentarios a la Sphaera de Sacrobosco, de la que análogamente se hicieron varias ediciones.

     

    El Renacimiento maduro (siglo XVI): Los albores de la ciencia moderna  

     

    CONTEXTO Y PANORAMA DE LA FÍSICA EN EL SIGLO XVI

    1. La actividad científica -llamémosla así- en el siglo XVI, por lo que respecta a la Filosofía Natural o Física, se dirigió hacia la crítica y superación de aspectos parciales de la doctrina aristotélico-escolástica.
    2. Se asiste, quizá como rasgo renacentista más significativo, a un especial reconocimiento de las "Artes" (Ingeniería, Arquitectura, Náutica, etc.) no sólo como manifestación estrictamente humanista, sino como signos-respuestas de progreso a las necesidades creadas por la industria, el comercio y la milicia en las mentes liberales.
    3. El siglo comienza con la continuidad del foco, de suma importancia, establecido en la Universidad de París (los "Doctores parisienses") a finales del siglo XV, donde se integraron las doctrinas de París y Oxford del XIV. En este grupo de "humanistas" destacaron los españoles citados.
    4. El científico tiene ante sí la Naturaleza, como unidad y como unicidad, toda, y se enfrenta a ella, toda, desde sí y por sí, prácticamente en soledad. El marco ambiental del científico (mejor, del humanista), es el de la soledad frente a la seguridad formal exterior. El hombre del Renacimiento es un "solitario", un "errante" presto a la enemistad con la ciudad, el rey, el príncipe, o, incluso, el colega. Copérnico pasea por Italia hasta que regresa a Cracovia y se establece. El caso de Giordano Bruno reúne, condensándolas y exhibiéndolas en grado sumo, las características más destacadas del período. Tycho Brahe permanece recluido en su isla danesa hasta que es invitado a retirarse al centro del Imperio.
    5. Se produce una proliferación de Universidades, no sólo como fundamental espacio del saber sino como monopolio. Mostraron, en general, en esta época un alto nivel intelectual y una actitud acogedora de las novedades.
    6. El siglo queda marcado por la Reforma, la Contrarreforma y las Guerras de religión.
    7. Por lo que respecta al libro, se editan impresos de lujo, auténticas obras de arte con grabados, con viñetas al comienzo y, a veces, al final de los capítulos, con encuadernaciones en pieles nobles, doradas o gofradas artísticamente. Y con una notable difusión gracias a la imprenta.

    Gilbert, William. De magnete, magneticisque corporibus, ... Londini, 1600

    FIGURAS RELEVANTES Y LIBROS MÁS SIGNIFICATIVOS DEL SIGLO XVI

    Nicolás Copérnico (1473-1543), elaboró su teoría heliocéntrica con elementos de Matemática y Filosofía, y no la expuso como propiamente Física; conservó la concepción clásica de las órbitas circulares de los planetas, considerando algunos de los epiciclos y excéntricas clásicos.
    Comentariolus (1514), breve opúsculo en el que se expone lo esencial de su nuevo sistema del mundo. Circuló de manera restringida y selectiva. De revolutionibus orbium coellestium (1543), obra clave cuya publicación estuvo retrasando hasta el lecho de muerte por temor a la condena de la Iglesia, que supone el punto de partida de la revolución científica que tendrá lugar a lo largo del siglo XVII.
    Christophorus Clavius (1537-1612), colaboró en la reforma del calendario juliano llamado por el Papa Gregorio XIII. Atacó duramente el sistema copernicano. In Sphaeram Ioannis de Sacrobosco commentarius (1581).
    Francois Viète (1540-1603).
    William Gilbert (1544-1603). Pionero de la experimentación, centró gran parte de sus investigaciones en los fenómenos del Magnetismo. De Magnete, magnetecisque corporibus et de magno magnete tellure (1600), con el que surgen, científicamente, los temas de la atracción y la repulsión de los cuerpos y de la acción a distancia.
    Tycho Brahe (1546-1601), profundo observador de las estrellas, mejoró las Tablas alfonsinas con numerosísimos y rigurosos registros astronómicos. Astronomiae instaurate progymnasmata (1582).
    Giordano Bruno (1548-1600). La trilogía bruniana (1584), La cena de le ceneri, De la causa, principio e uno, De l'infinito universo e mondi.
    Simon Stevin (1548-1620).
    Otras obras singulares publicadas en el siglo fueron:
    Cosmographia seu descriptio totius orbis (1524), de Apiano.
    Astronomicum Caesareum (1540), también de Apiano. Se hizo una versión de lujo dedicada al Emperador Carlos V que se conserva en la Biblioteca Nacional.
    Mysterium cosmographicum (1596), de Kepler.

     

    Consideraciones sobre la España del siglo XVI  

     

    CONSIDERACIONES DE CARÁCTER GENERAL

    1ª. La actividad que en el ámbito de las ciencias y de las artes se desarrolla en la España del siglo XVI, a todo lo largo de él pero sobre todo en los dos primeros tercios, fue prácticamente análoga a la del resto de Europa. Incluso puede destacarse una excepcional actividad técnico-científica. Dos ejemplos personales singulares conviene no olvidar: Juanelo Turriano, famoso en tiempos de Carlos I, y Juan de Herrera, figura de excepcional relieve en los de Felipe II. Los campos de especial dedicación, en el marco descrito, fueron: Geografía, Cartografía, Náutica, Historia Natural, Minería, Metalurgia y Construcción.
    2ª. En el concreto terreno de la Física, integrado en la época por las vías de la Matemática, la Observación Astronómica y la Filosofía, con los significados propios del siglo XVI, vías representadas respectivamente por Copérnico, Brahe y Bruno, puede afirmarse que en España no hubo contribución original.
    3ª. Cuatro condiciones-marco cambian el rumbo radicalmente, negativo para estos saberes, con el acceso a la Corona de Felipe II: 1) la progresiva dureza de la actuación de la Inquisición; 2) el ejercicio militante de España como paladín de la Contrarreforma (católica) frente a la Reforma (protestante); 3) La instauración del Índice de libros prohibidos; y 4) el "edicto" de Felipe II prohibiendo, dificultando por tanto, las relaciones intelectuales con el exterior. Estas condiciones harán cada vez más difícil el ejercicio libre e independiente del pensamiento al mismo tiempo que se impone un determinante aislamiento ideológico.

    PRIMERA MITAD DEL SIGLO

    Pedro Sánchez Ciruelo (1470-1554), citado en el capítulo anterior.
    Juan de Celaya (1492-1558), publicó también en París, Expositio ... in octo libros phisicorum Aristotelis . Poco después publica In quator libros de coelo et mundo Aristotelis (1517) e In libros Aristotelis de generatione et corruptione (1518), donde se adentra en la Cosmología aristotélico-ptolemaica.
    Juan Martínez Silíceo (1477-1557), 1513, su Liber Arithmeticae practice Astrologicis, Physicis et Calculatoribus ad modum utilis que fue reimpreso en 1514 y alcanzó cuatro ediciones en la capital francesa.
    Domingo de Soto (1494-1560), Super octo libros physicorum Aristotelis quaestiones, 1520.

     

     

    SEGUNDA MITAD DEL SIGLO: LA ACTIVIDAD DE LOS JESUITAS

    A partir del reinado de Felipe II, el espíritu y el ambiente de la Contrarreforma, la actuación de la Inquisición e incluso el agotamiento inherente a una tarea intelectual y a una metodología que no es propiamente aristotélica pero que tampoco rompe con el aristotelismo escolástico, harán harto difíciles las tareas del pensamiento. Y aparecen los jesuitas encabezando el espíritu contrarreformista, publicando y difundiendo numerosas obras con gran predicamento universitario y social pero poca novedad científica.
    Jerónimo Muñoz (1520-1591), en el Libro del nuevo cometa (1573), dedicado a la "nova" de 1572, atacó el 'dogma' de la incorruptibilidad de los cielos, defendiendo la naturaleza celeste de la "estrella" aunque la consideró "cometa", con el propósito de demostrar, contra la doctrina aristotélica, que en la esfera celeste se producían alteraciones. Su obra fue traducida al francés y muy difundida en Europa, aunque denostada en la España de Felipe II por filósofos y teólogos que paulatinamente fueron dificultando la práctica libre del pensamiento científico y filosófico.
    Diego de Zúñiga (1536-1600), en su In Job Commentaria (1584) escribió positivamente acerca de la teoría de Copérnico defendiendo el movimiento de la Tierra. En Philosophia prima pars (1597) declararía absurdo dicho movimiento, en el marco de una exposición de la Física aristotélica sometida a crítica en un tratado de Filosofía. En 1616 la Inquisición expurgaría su Commentaria.
    Diego Pérez de Mesa (fl. 1596), en sus Comentarios de Sphaera (1596-1598), tratado de Cosmografía redactado en Sevilla, niega la existencia y la necesidad de las esferas celestes y la incorruptibilidad de los cielos, basado también en la "nova" y en Muñoz, a la vez que plantea la posibilidad del movimiento de rotación de la Tierra.
    Pueden recordarse también los jesuitas españoles que desarrollaron su actividad fundamentalmente en Roma como Benito Pereira (1535-1610), que en 1562 publicó De Communibus omnium rerum naturalium, y Francisco de Toledo.

    EN TORNO A LAS INSTITUCIONES

    Se crearon nuevas instituciones, tales como: Casa de Contratación en Sevilla, modelo de dedicación a la ciencia aplicada -Náutica, Astronomía y Matemática- en la Europa del XVI, Escuelas de Artillería, Academia de Matemáticas de Madrid (creada por Felipe II desde Lisboa y dirigida por Juan de Herrera) y Jardines Botánicos.

     

    El siglo XVII. La independencia de la Física de la Filosofía. El trasfondo matemático de la Naturaleza 

     

    CONTEXTO Y PANORAMA DE LA FÍSICA EN EL SIGLO XVII

    1ª. El acontecimiento primordial fue la culminación de la "revolución científica", la creación de la "nueva Ciencia", que supuso: a) la concepción de nuevos principios (filosóficos pero, también novedad y máxima, matematizables); b) nueva doctrina (o trasfondo filosófico); y c) nuevos métodos: observación directa mediata por instrumentos o inmediata, experimentación -creación de realidad- y matematización.
    2ª. Se generan nuevos modelos de asociación entre científicos: Sociedades y Academias. Los espacios del saber se diversifican. Las Universidades se convierten en reductos de las ideas antiguas, incapaces no sólo de fomentar la actividad científica sino incluso de integrar en sus enseñanzas los avances y las novedades científicas. Se produce una "revolución organizativa" con la aparición de nuevas instituciones. La nueva ciencia, la Ciencia podría decirse, necesita nuevos ámbitos para su constitución, diálogo, publicación de resultados y difusión. Nacen las Academias y sociedades científicas: Accademia dei Lincei y Accademia dei Cimento en Italia, la Royal Society de Londres y la Acadèmie Royal de Sciences de París.
    3ª. Los temas capitales continuaron siendo los de la Mecánica y el Universo: Movimiento y Cosmología. El principal, la sustitución de una visión cosmológica de Universo finito, jerárquico y ordenado por otro infinito y sometido a leyes universales: un mundo único en su totalidad regido por leyes matemáticas. La Ciencia física se va a liberar de los "prejuicios" filosóficos, de su esclavitud: la matematicidad como principio (creencia) y la matematización (como progresivo logro) harán pensar en la radical independencia de la Física (que lo logra como disciplina respecto de otra, la Filosofía).

    GALILEO Y NEWTON

    El siglo XVII, en el que culminará la "revolución científica", puede delimitarse entre dos personalidades cumbres de la ciencia universal: Galileo y Newton.
    1. La excepcional tarea creadora de Galileo: científica, cultural, social y vital. Los primeros resultados de la actividad científica de Galileo en Mecánica de sólidos (caída de graves, péndulo, plano inclinado, …) inician una revolución definitiva, el principio del fin del aristotelismo. Sus descubrimientos astronómicos (cráteres en la Luna, manchas solares, satélites de Júpiter, fases de Venus) suponen la "ruptura científica total" con el aristotelismo, aunque esta "ruptura" no lo fuera de inmediato en los planos cultural y social.
    "La Naturaleza está escrita en lenguaje matemático" será la expresión sintética del nuevo paradigma cosmológico. No debe olvidarse, aunque su obra no alcanzara la trascendencia de Galileo, a su coetáneo Kepler, cumbre primera de la matematización del Cosmos por sus leyes geométricas y cinemáticas del movimiento planetario. La revolución científica galileana afectará a todos los campos del saber y en ella desempeñarían también papeles relevantes los filósofos Bacon y Descartes.

    2. La figura de Newton y su obra Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (1687) cierran las bases de la revolución científica. Se establecen, propiamente, las dos primeras teorías físicas modernas: la Dinámica newtoniana y la Teoría newtoniana de la Gravitación. Los Principia se constituirán en (la) obra cumbre del pensamiento universal.

     

    FIGURAS RELEVANTES EN EL SIGLO XVII

    Galileo Galilei (1564-1642), personaje central de la Historia de la Ciencia, por sus convicciones científicas fundamentales, su actitud humana y su metodología experimental, está considerado como el fundador de la ciencia moderna, no sólo de la Física.
    Johannes Kepler (1571-1630), copernicano convencido, trabajó con Tycho Brahe. El conjunto de su obra astronómica, su Geometría y Cinemática planetarias, quedará justificada por su integración en el Sistema del Mundo de Newton.
    Marin Mersenne (1588-1648), desempeñó desde su casa el importante papel de punto de contacto y encuentro de científicos y de problemas de ciencia al modo de las Academias nacientes.
    René Descartes (1596-1650), filósofo, matemático y físico. Sus pensamientos filosóficos y científicos discurren en íntimo paralelismo, en un estudio del método del conocimiento científico y de su lenguaje, una mathesis universalis, posibilitadora efectiva de la matematización de las relaciones cuantitativas, para lo que tomará como puntos de partida físicos la extensión y la figura de los cuerpos.
    Evangelista Torricelli (1608-1674), discípulo y sucesor de Galileo en la Toscana de los Médicis, destacó en la incipiente Mecánica de fluidos.
    Blaise Pascal (1623-1662), físico y matemático francés.
    Robert Boyle (1627-1691), escritor polifacético.
    Christian Huygens (1629-1695), físico, matemático y astrónomo holandés. Realizó observaciones astronómicas que le permitieron descubrir numerosos objetos celestes nuevos (anillo de Saturno, nebulosa Orión, el satélite Titán de Saturno, etc.). A él se debe la hipótesis ondulatoria acerca de la naturaleza y propagación de la luz.
    Robert Hooke (1635-1703).
    Isaac Newton (1642-1727), proporcionó la formulación teórica de la que será ley relacional fundamental de la Dinámica y, sobre todo, la ley de la Gravitación Universal, una y única caracterizadora del Sistema del Mundo. Se le considera el físico más grande de todos los tiempos (con Einstein).
    Gotfried Wilhelm Leibniz (1646-1716), considerado como el filósofo total, racionalista, estuvo al corriente de los principales desarrollos científicos del siglo XVII.
    Pierre Varignon (1654-1722).

    Newton, Isaac. Philosophiae naturalis principia mathematica. Londini, 1687

    LIBROS MÁS SIGNIFICATIVOS DEL SIGLO XVII

    De Hemelloop (1608), de Stevin.
    Astronomia nova (1609), publicada por Kepler en Heidelberg, donde aparecen las dos primeras leyes del movimiento planetario.
    Harmonice mundi (1619), de Kepler, donde aparece publicada por primera vez la tercera ley del movimiento planetario.
    Novum Organum (1620), de Bacon.
    Tabulae Rudolphinae (1627), de Kepler.
    Dialogo sopra i due massimi sistemi del mondo, tolemaico e copernicano (1632), que presentó Galileo en 1630 para el imprimatur del Santo Oficio. Sus ataques al sistema escolástico y la defensa del sistema de Copérnico, basándose en las numerosas observaciones realizadas, le llevarán al famoso juicio y posterior condena.
    Discours de la Méthode (1637), de Descartes, publicada en Leiden con tres suplementos, Dioptrica, Meteoros y Géométri.
    Discorsi e Dimostrazioni matematiche, intorno a due nuove scienze (1638), de Galileo, publicada en Leiden, versión final de su Mecánica avanzada en las primeras décadas del siglo y divulgada por Mersenne.
    Principia Philosophiae (1644), la obra "definitiva" de Descartes.
    De motu gravium naturalis descendentium et projectorum (1644), de Torricelli.
    Traités de l'équilibre des liqueurs et de la pesanteur de la masse de l'air (1663), obras póstumas de Pascal.
    Traité du Monde (1664), de Descartes.
    Philosophiae Naturalis Principia Mathematica (1687), de Newton, que integra las dos primeras teorías físicas modernas completas que se establecerían como tales: la Dinámica y la Gravitación. Tras una primera edición de sólo 250 ejemplares y una segunda (1713) de 750, se fueron sucediendo las ediciones, en latín (1726), en inglés (1729), en francés (1756), etc.
    Projet d'une Nouvelle Mécanique (1687), de Varignon, que completará con su Nouvelle Mécanique ou Statique (1725).
    Traité de la Lumière (1690), de Huygens, donde esbozó una teoría ondulatoria de la luz, que considera análoga al sonido y se propaga en un éter necesariamente material, sede de verdaderos movimientos ondulatorios, cuya estructura detalla.
    Opticks, or a Treatise of the Reflections, Refractions, Inflections and Colours of Light (1704), de Newton, propiamente culminación de la Óptica del siglo XVII, donde se recoge su teoría de la luz y de los colores y constituye una síntesis de sus reflexiones y controversias con Hooke y Huygens.

    Boyle, Robert. Experimenta et considerationes de coloribus. Coloniae Allobrogum, 1677

     

    Consideraciones sobre la España del siglo XVII 

     

    CONSIDERACIONES DE CARÁCTER GENERAL

    La situación española ha cambiado radicalmente, aunque ni todo el XVI fuera aceptable ni todo el XVII deleznable, ni el año 1600 supusiera un corte diferencial. Sin embargo, globalmente pueden considerarse dos siglos diferentes. El XVI, en su primera mitad, de casi normalidad en el contexto europeo, con un distanciamiento progresivo en la segunda mitad y acelerado aislamiento final, quedando casi impermeable a los nuevos conocimientos, al nuevo espíritu libre e independiente, a la nueva ciencia.
    La España del siglo XVII fue tan brillante en las artes y en las letras como pobre en el pensamiento científico y filosófico; no participó en absoluto en la creación de ciencia, y la nueva ciencia fue introducida muy lentamente con enormes dificultades y asimilada sólo parcial y tardíamente.
    El contenido intelectual se centra en la defensa del geocentrismo, aristotelismo y sistema ptolemaico. El instrumento: la Inquisición, mediante la represión e instalación del miedo. Por otra parte, se extiende el Índice de libros prohibidos.

    LAS INSTITUCIONES TRADICIONALES

    Las Universidades presentan claros síntomas de anquilosamiento y pobreza intelectual. La Casa de Contratación de Sevilla, que había sido puntera en estudios de Astronomía, Matemática y Náutica, manifiesta un exagerado decaimiento en estas facetas. La Academia de Matemáticas de Madrid languidece. UNA NUEVA

    INSTITUCIÓN: EL COLEGIO IMPERIAL DE MADRID

    En 1625 se establecen los Reales Estudios del Colegio Imperial de Madrid regentados por los jesuitas. En sentido positivo puede afirmarse que es la única institución de corte intelectual con cierta vitalidad en los estudios, manifestando una gran erudición y un alto nivel de información. En los primeros años, entre 1625 y 1650, fueron numerosos los extranjeros científicos jesuitas que ocuparon sus cátedras. Un autor puede destacarse: Juan Eusebio Nieremberg y Otin (1595-1658), nacido en Madrid de padres alemanes. Publicó un elevado número de libros, en su mayoría de tema religioso, pero dos tenían relación con la Ciencia. Curiosa filosofía y Tesoro de las maravillas de la Naturaleza (1630), obra reeditada varias veces y De Mathematicus Disciplinis (1635).

    EN TORNO A LA RECEPCIÓN DE LA FIGURA DE GALILEO Y DE SUS OBRAS

    Los Discorsi de Galileo tuvieron difícil entrada y casi imposible difusión en España como consecuencia de: a) la pervivencia, militante política y eclesialmente, de la física aristotélica; b) la inexistencia de Universidades e Instituciones libres; y c) las dificultades intrínsecas para la comprensión correcta de los nuevos principios y métodos de demostración. No obstante, su presencia sí puede detectarse en algunos autores.
    Juan Caramuel Lobkowitz (1606-1682), proporcionó un panorama enciclopédico de la Ciencia del siglo XVII, integrando referencias a Copérnico, Kepler, Galileo y Descartes: Coelestes Metamorphoses (1639), Mathesis Audaz (1642), De novem syderibus circa Jovem visis (1643), y Mathesis Bíceps: Vetus et Nova (1670).
    Vicente Mut (1614-1687), en su Tratado de arquitectura militar (1644), publicada en Mallorca, cita, aunque sea de manera confusa, las nuevas ideas acerca del movimiento, y con ellas a Galileo, Gassendi y Mersenne, y en su condición de astrónomo observacional, escribió sobre el diámetro del Sol, su paralaje y la anchura de la sombra terrestre en De sole alfonsino restituto (1649) y sobre el cometa de 1664 en Observationes motuum caelestium cum adnotationibus astronomicis (1666).
    José de Zaragoza (1627-1678). Esphaera en comun celeste y terráquea (1675) es una versión renovada de la Sphaera de Sacrobosco adaptada a los nuevos conocimientos con las limitaciones impuestas por la ortodoxia católica sobre el heliocentrismo.

    EL MOVIMIENTO "NOVATOR"

    A finales del siglo XVII se adquiere cierta conciencia y se difunde la idea del reconocimiento del atraso científico español, de que el aislamiento ideológico ha mantenido a España al margen de la gestación y constitución de la nueva ciencia. Se genera un movimiento "novator" en algunas ciudades españolas, entre cuyas actividades merecen destacarse la creación de tertulias. Valencia, Barcelona, Madrid, Sevilla y Zaragoza son sedes de congresos, cursos y experiencias con telescopios y microscopios. Estos "novatores" no hicieron contribuciones originales a la ciencia; su trabajo primordial consistió en facilitar la introducción de la nueva ciencia, difundir el nuevo conocimiento y el uso del método experimental, el mantenimiento de diálogos y colaboración, el manifestar la doctrina del uso libre de la razón y poner sus modestas instituciones como medios de comunicación y difusión.

     

    El siglo XVIII. La constitución de la Mecánica como ciencia ejemplar:  la matematización. 

     

    CONTEXTO Y PANORAMA DE LA FÍSICA DEL SIGLO XVIII

    1. El siglo XVIII se considera usualmente como el "Siglo de las luces", de la inteligencia, de la razón. En él se manifiestan los movimientos que se engloban bajo los nombres de Enciclopedismo e Ilustración. En síntesis, representan un progresivo crecimiento de la fe en el valor de la ciencia, de la sabiduría humana.
    2. En el ámbito que nos interesa es un "Siglo de la ciencia" por el establecimiento de las teorías de Newton, ejemplares, y por el gran desarrollo de la Matemática, intrínseco y extrínseco, para la Física, así como por el nacimiento de la Química y de la teoría del Calor.
    3. En concreto, es el siglo de la constitución de la Mecánica como ciencia ejemplar: a) por ofrecerse como ciencia matematizada; y b) por las predicciones teóricas (matemáticas) previas al descubrimiento de Urano y la nueva presencia del cometa Halley. Por ello, es siglo de reposo, de digestión de la revolución newtoniana, de superación de las disputas franco-inglesa (Descartes-Newton) y germano-inglesa (Leibniz-Newton) con el triunfo total de Newton, que acabará siendo reconocido no sólo como el hombre más grande de la historia de la humanidad, sino como "el más afortunado", porque Universo sólo hay uno y lo ha descubierto "de una vez por todas, por completo y para siempre".
    4. La Ciencia es ciencia occidental, es Europa; y la Física la ciencia por excelencia. Se multiplican los laboratorios y aparecen las revistas científicas, progresivamente más, mejores, más especializadas.
    5. Las Academias militares se constituyen en centros idóneos de aplicación de la Matemática y de la Física (superiores). Y adquieren creciente prestigio las Academias científicas; fue notable la de San Petersburgo creada por el zar Pedro el Grande, donde se dieron cita los dos científicos que pueden considerarse como las máximas expresiones del siglo: Daniel Bernoulli y Leonhard Euler.
    6. En el tercer cuarto del siglo se asiste en Francia al movimiento intelectual de la Ilustración, de trascendencia universal cuyos principales representantes fueron Voltaire ("descubridor" de Newton para Francia), Condorcet, Diderot y d'Alembert. La Enciclopedia, la Ciencia, el Saber se manifiestan como expresión de un interés lógico, intelectual y estético, es decir, interés por el conocimiento fundamental. Conducirá, ya propiamente en el siglo XIX, a la condición de que progreso científico implica progreso industrial.
    7. En este marco el libro del siglo XVIII seguirá siendo el elemento básico para la creación, plasmación y difusión de la ciencia. Y se hará con unas depuradas "artes tipográficas" y con la gran difusión que impulsan la Ilustración y el Enciclopedismo.
    8. El gozne de 1800 no separa propiamente ni concepciones filosóficas generales básicas ni formalizaciones matemáticas distintas, pero sí, cosas del azar histórico: a) en su entorno la definitiva instalación por Laplace de la Mecánica de Newton; b) los experimentos de interferencias de Young que inclinaron las ideas ópticas hacia la concepción ondulatoria de la luz (Huygens) en detrimento de la corpuscular (Newton); y c) el conocido experimento de la pila (fuente de potencial eléctrico) de Volta que iniciaría formalmente el nacimiento de la Electricidad como nueva rama de la Física.

    FIGURAS RELEVANTES DEL SIGLO XVIII

    Jacques Cassini (1677-1756), director del Observatorio Astronómico de París Bernardo Forest de Belidor (1698-1761), nacido en Cataluña pero ubicado en Francia, en Hidráulica.
    Pierre Louis Moreau de Maupertuis (1698-1765).
    Daniel Bernoulli (1700-1782) se consagró al Cálculo infinitesimal y a sus aplicaciones a la Física, destacando fundamentalmente en Mecánica de fluidos.
    Leonhard Euler (1707-1783), el más importante matemático del siglo XVIII, también astrónomo y físico. A partir de la lectura crítica de los más importantes autores (especialmente Huygens y Newton) emprendió la tarea de organizar todas las proposiciones de la Mecánica, según un orden lógico, partiendo de una serie de definiciones y axiomas, hasta "demostrar" que las leyes mecánicas eran no sólo correctas sino "verdades necesarias". Desde este enfoque sistematizó la Dinámica del punto material, la del sólido rígido y la Hidrodinámica, a todas las cuales aportó una formulación algebraica y una expresión analítica.
    Alexis Claude Clairaut (1713-1765), participó en 1736 en la expedición a Laponia, con Maupertuis, para medir el arco de meridiano asociado a un grado. Tarea suya fundamental fue la difusión en la Europa continental de la teoría newtoniana, ayudando y dirigiendo a la marquesa de Châtelet en la traducción de los Principia de Newton.
    Jean le Rond d'Alembert (1717-1783), el científico más significativo de Francia del siglo XVIII.
    Louis de Lagrange (1736-1813) puede considerarse, con Euler, el más importante de los matemáticos físicos del siglo y también Charles Augustin Coulomb (1736-1806), físico experimental, al mismo tiempo que teórico, aunque poco matematizador. Establece los puntos de partida de la Electrostática, primitiva teoría matemática de la Electricidad para cargas puntuales, mediante ley analógica a la de la Gravitación pero de naturaleza atractiva o repulsiva según los signos contrarios o iguales de las cargas.
    Pierre Simon de Laplace (1749-1827), cuyo tratado de Mecánica Celeste supuso el cierre autónomo de la Gravitación universal newtoniana. Debe ser recordado también por su Teoría elemental de los intercambios de calor, formulada en colaboración con Antoine de Lavoisier (1743-1794).

    LIBROS SIGNIFICATIVOS DEL SIGLO XVIII

    Architetture Hydraulique (1737-1753), de Belidor.
    Mechanica, sive motus scientia analytice exposita (1736), de Euler, tratado de Dinámica del punto material en el que todos los enunciados están conectados lógicamente a partir de unas primeras definiciones y unos axiomas iniciales.
    Hydrodynamique, sive de viribus et motibus fluidorum commentarii (1738), publicada por Daniel Bernoulli en Estrasburgo.
    Traité de Dynamique (1743), de d'Alembert,
    Traité de l'Equilibre et du Mouvement des Fluides, pour servir de suite au Traité de Dynamique (1744), de d'Alembert.
    Essai sur l'electricité des corps (1746), del Abate Nollet (1700-1770), traducida al español en 1747. Del mismo autor son unas Leçons de physique experimentale (1756), de la que se publicará una edición española en 1757.
    Encyclopédie Méthodique (1750-1772), dirigida por d'Alembert y Diderot, se considera el acontecimiento cumbre del libro del siglo XVIII.
    Theoria motus corporum solidorum seu rigidorum (1765), de Euler, que puede ser considerado como el primer tratado de Mecánica del sólido rígido.
    The History and present state of Electricity with original experiments (1767), de Priestley.
    Essai sur les machines en général (1783), de Lazare Carnot.
    Mécanique analytique (1788), de Lagrange. La obra que unifica, organiza y racionaliza la Mecánica newtoniana con el lenguaje del Álgebra y los métodos del Análisis, sin construcciones ni razonamientos geométricos ni mecánicos. Siguiendo los esfuerzos de Euler, en ella Lagrange integra la Estática, la Hidrostática, la Cinemática, la Dinámica y la Hidrodinámica en una única ciencia Mecánica.
    Memoire sur la chaleur (1789), de Lavoisier y Laplace.
    Exposition du Systéme du Monde (1796), de Laplace.
    Traité de mecánique céleste (1799-1825), de Laplace, publicado en cinco volúmenes. De los dos primeros, únicos aparecidos en el siglo XVIII, se hicieron ediciones posteriores en alemán (1802) e inglés (1814). En ellos se presenta una base teórica general para el conjunto de la Astronomía matemática: las leyes generales del equilibrio y del movimiento, la ley de la Gravitación universal y la Mecánica planetaria.

     

    Consideraciones sobre la España del siglo XVIII 

     

    CONSIDERACIONES GENERALES

    El acontecimiento que representa el cambio de siglo en España es el tránsito de la dinastía de los Austrias a la de los Borbones que posibilitan una apertura en la línea iniciada por los "novatores". Se establecen unas bases mínimas para la difusión de las ideas y para el desarrollo de una actividad científica española. La presencia de autores y de libros franceses, como no podía concebirse de otra manera, llama poderosamente la atención.
    La extensa relación de libros existentes se debe, sin duda, a la mayor producción y mejor distribución, pero también a la mayor liberalización y mayor dedicación de medios al libro.

    LAS MANIFESTACIONES DEL MOVIMIENTO "NOVATOR" Y SUS DETRACTORES

    Tomás Vicente Tosca (1651-1723), Compendio Mathematico (1707-1715) y Compendium Philosophicum (1721).
    Francisco Palanco (1657-1720), Dialogus Physico-Theologicus contra Phylosophiae novatores, sive Thomista contra atomistas (1714).
    Juan de Nájera (fl. 1715), Diálogos Philosophicos en defensa del atomismo y respuesta a las impugnaciones aristotélicas del R.P.M. Fr. Francisco Palanco (1716).
    Benito Jerónimo Feijóo Montenegro (1676-1764), Theatro crítico universal (1726-1740) y Cartas eruditas y curiosas (1742-1760).
    Diego Mateo Zapata (1644-1745), Ocaso de las formas aristotélicas (1745).

    NUEVAS INSTITUCIONES

    La dinastía borbónica, para la reorganización de la armada y del ejército, creó nuevas instituciones. Entre ellas merecen citarse las siguientes: 1715, Academia Militar de Matemáticas de Barcelona; 1725, Real Seminario de Nobles de Madrid; y 1727, Academia de Guardias Marinas de Cádiz.
    Antonio María Herrero (n.1714, fl. 1740), en Madrid Physica moderna experimental, systematica (1738), considerado como el primer texto de Física editado en España en castellano.
    Andrés Piquer Arrufat (1711-1772), en Valencia Física Moderna Racional y Experimental (1745).

    LA EXPEDICIÓN AL ECUADOR: JORGE JUAN

    La primera auténtica contribución española moderna al desarrollo de las Ciencias físicas se debe a Jorge Juan y Santacilia (1713-1773) y Antonio de Ulloa y De la Torre-Guiral (1716-1795) con motivo de la expedición que l'Acadèmie de Sciences de París organizó al Ecuador para conocer la forma de la Tierra.
    Jorge Juan publicó en Madrid Observaciones astronómicas y phisicas (1748). Se le deben también en parte importante: a) la renovación de la construcción naval impulsada por el Marqués de la Ensenada; b) el prestigio de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz de la que fue director; c) la Asamblea Amistosa Literaria de Cádiz, prólogo de la Academia de Ciencias de Madrid; y d) la creación del Observatorio Astronómico de San Fernando (Cádiz). Su Examen marítimo (1771), tratado de Mecánica aplicada a la navegación, fue traducido al francés, inglés e italiano.

    EL REINADO DE CARLOS III

    El reinado de Carlos III (1759-1788) constituyó la etapa culminante de la Ilustración en España, que puede caracterizarse por las siguientes notas: a) período de actividad científica; b) consolidación de instituciones anteriores; c) apertura de las Universidades a la ciencia moderna; y d) creación de las nuevas instituciones Sociedades Económicas de Amigos del País.

    LA FÍSICA EXPERIMENTAL: LA ELECTRICIDAD

    A mediados de siglo despierta especial interés la Física experimental y en concreto la Electricidad, tomando como referencia fundamental los libros del Abate Nollet. Así, José Vázquez y Morales tradujo el Essai sur l'Electricité des corps (1747), y Antonio Zacagnini tradujo Leçons de physique experimentale (1757).

    LA CRISIS FINISECULAR: AGUSTÍN DE BETHENCOURT

    Figura excepcional de esta época es Agustín de Bethencourt y Molina (1758-1824), bajo cuya dirección se crean en Madrid el Real Gabinete de Máquinas (1791) y la Escuela de Caminos y Canales (1802). En su exilio en París publicó (1808) con José María Lanz (1762-1837) el Essai sur la composition des machines considerado como el primer manual de máquinas y mecanismos en la historia de la Ingeniería europea. En San Petersburgo se convertiría en el gran hacedor de la ingeniería zarista.