El día 15 de febrero tuvo lugar una jornada homenaje a Fernando Huarte Morton (1921-2011) que fue director de la Biblioteca Complutense durante los años 1975 a 1986, habiendo desempeñado otros puestos con anterioridad en dicha biblioteca. Además de la jornada también se inauguró la exposición La Biblioteca de la Universidad Complutense: Homenaje a Fernando Huarte Morton (1921-2011) que estará abierta en la Biblioteca Histórica hasta el día 13 de abril.

• Respecto a su biografía, Mª Cristina Gállego Rubio, señaló la importancia de las ciudades de Salamanca y Madrid en su vida, así como la influencia de su padre, Amalio Huarte Echenique, también bibliotecario, que le inculcó el amor por el libro, la lectura, la bibliografía y el mundo de las letras en general.
  Luego hizo un recorrido por su vida profesional, desde su etapa como Auxiliar del Cuerpo de Archivos, Bibliotecas y Museos (1941) hasta la de Facultativo, a partir de 1954. También aludió a su formación, desde sus estudios de bachillerato en el Instituto Cardenal Cisneros e Instituto Nacional de Enseñanza Secundaria de Salamanca hasta su licenciatura y doctorado en la Universidad Central con la presentación de su tesis doctoral sobre el ideario lingüístico de Miguel de Unamuno.
  
  Se hizo referencia a su relación y trabajo como director de la biblioteca de la Universidad Complutense hasta su jubilación en 1986 rodeado del cariño de todos sus compañeros y amigos. También se habló de su actividad después de la jubilación, no sólo como bibliógrafo sino también como autor de publicaciones sobre el libro, la biblioteca y la lectura dirigidos al gran público, pero sin perder por ello el rigor científico que caracteriza los trabajos de Huarte.

• Mª del Carmen Díez Hoyo, se refirió a los años 1963 a 1979 en los que Huarte estuvo como Secretario y Director de la Biblioteca. Años de cambio para la universidad española y, por tanto, para sus bibliotecas. Se refirió a la legislación, disposiciones y normativas de esos años y a la gestión de Huarte para que la biblioteca tuviera un reconocimiento institucional y para la profesionalización de su personal a través de la formación y a través de la creación de una escala de bibliotecarios propia de la universidad. Acabó su intervención refiriéndose a la persona de Fernando Huarte.

• Margarita Taladriz Mas, por su parte, abordó una segunda etapa dentro de la dirección de la biblioteca complutense de Huarte. Concretamente, la de 1979 a 1986. En esta etapa se consiguieron muchos logros a pesar de las dificultades del momento. En primer lugar, se creo la Escala de Auxiliares de Archivos, Bibliotecas y Museos de la Universidad, se redactó un nuevo Reglamento (1979) de la Biblioteca, en donde se daba una definición de biblioteca que había sido consensuado por un gran número de directores de bibliotecas universitarias españolas y además se creó la figura del bibliotecario de sala, el buzón de sugerencias, la señalización y un sinfín de cosas más que son las bases de la biblioteca actual.
  
  Todas estas acciones fueron ilustradas con cartas y notas escritas por Huarte, que se encuentran en el archivo de la BUC y que figuran en la exposición.

• Marta Torres Santo Domingo abordó la figura de Huarte y el libro antiguo. Señaló su preocupación por el libro antiguo y por la difusión del mismo. El libro antiguo no tiene que ser tarea de bibliotecarios decimonónicos, sino como el decía: "a libro antiguo, bibliotecario joven".
  También señaló que el interés que Huarte tenía por la difusión del libro antiguo se plasmó en la formación de los bibliotecarios en este tema, tal y como lo prueba el curso de catalogación de manuscritos que se realizó en su época, en el que tanto los objetivos como la metodología del mismo están perfectamente señalados y son de plena actualidad.
  
  Asimismo aludió a las correcciones y supervisiones que realizó sobre el catálogo de incunables elaborado por Josefina Cantó y Aurora Huarte Salves, a sus publicaciones sobre esta materia, que constituyen textos imprescindibles para el bibliotecario de fondo antiguo. Finalizó su intervención refiriéndose al último trabajo que estaba realizando y que no pudo terminar por su fallecimiento.
  
   
• Juan Antonio Ramírez Ovelar, al que Huarte denominaba su "discípulo aventajado", leyó la relación que tuvo con su maestro desde que le conoció siendo su alumno de bibliografía en el CEU y que se intensificó con el trabajo conjunto que realizaron sobre la bibliografía de Carmen Bravo Villasante y de Dámaso Alonso. Huarte le abrió las puertas para conocer de primera mano sus magníficas bibliotecas, así como sus extraordinarias personalidades.
  
  Se refirió al proyecto que tenían pensado realizar, una bibliografía sobre Dámaso Alonso (no de Dámaso Alonso que ya habían realizado) y que él tal vez la lleve a cabo como homenaje a su querido maestro.
   
• Covadonga Rodríguez del Corral habló de la singular relación entre Huarte y Camilo José Cela. Su exposición la realizó a través de la lectura de la copiosa correspondencia que se intercambiaron ambos desde los años 50 hasta el año 2002, fecha en que falleció Cela. Esta correspondencia señaló es de casi 1500 cartas que se encuentran en Fundación Camilo José Cela.
  
  A través de las cartas se trasluce que la relación entre Huarte y Cela, no fue sólo la de un bibliógrafo y un escritor, sino la de dos verdaderos amigos que se estiman y aprecian sobre todas las cosas.
   
• Las exposiciones terminaroncon con el testimonio personal de Isabel Belmonte. Esta se refirió a los tiempos en que fue Vicedirectora de la Biblioteca Complutense y Huarte Director de la misma. La relación de amistad que se estableció entre ambos y que quedó plasmada en las notas que le enviaba (a Isabel Bel), en las que con el humor que le caracterizaba le daba consejos y le transmitía ánimos y aliento.

La jornada fue clausurada por la Directora de la Biblioteca a las 14:00 h. Tanto la jornada como la exposición nos ha dejado a todos los asistentes un grato recuerdo y una gran alegría, en la seguridad de que al homenajeado, Fernando Huarte, le habría entusiasmado y nos hubiera dado sus bendiciones, tal y como lo hacia siempre al saludarnos.