Trichomonas gypaetinii: ciencia colaborativa para proteger a las carroñeras

Un equipo de investigación formado por expertos de varios centros de recuperación de fauna silvestre, en colaboración con la UCM, la UAM y la UCH-CEU, ha descubierto una nueva especie de protozoo parásito en aves carroñeras: Trichomonas gypaetinii. Este hallazgo, además de ampliar el conocimiento sobre los hospedadores de este tipo de parásitos, es clave para entender mejor su modo de transmisión y su impacto en la salud de las aves, lo que permitirá diseñar estrategias más eficaces para controlar su propagación.

Buitre negro en el punto de alimentación artificial de la Reserva de Boumort (Lleida). Fuente: cedida por los autores

La tricomonosis es una enfermedad que representa una amenaza significativa para la conservación de las aves rapaces. Aunque puede pasar desapercibida si no presenta síntomas, puede provocar lesiones severas en el tracto digestivo superior e incluso extenderse a otros órganos, causando en algunos casos la muerte del ave. Un estudio epidemiológico realizado en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de Torreferrussa, en colaboración con el Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA), y con el apoyo de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH-CEU), ha permitido identificar una nueva especie de protozoo parásito que afecta a aves carroñeras: Trichomonas gypaetinii. La investigación reveló la presencia de este parásito en la cavidad orofaríngea de especies tan emblemáticas como el buitre negro (Aegypius monachus) y el alimoche (Neophron percnopterus). Este descubrimiento supone un avance importante en el conocimiento de las enfermedades que afectan a estas aves, clave para diseñar estrategias más eficaces de conservación y control sanitario. 

¿Cómo se descubre una nueva especie de parásito? Un hallazgo basado en criterios genéticos, biológicos y morfológicos. 

Para caracterizar este nuevo parásito, los investigadores compararon las muestras de ADN obtenidas en más de 1700 ejemplares de 54 especies de aves con otros genotipos ya conocidos de Trichomonas gallinae procedentes de diferentes especies y regiones geográficas. Los resultados mostraron diferencias significativas entre T. gypaetinii y T. gallinae, con niveles de similitud del 97% y 90-91% en secuencias conservadas.

Muestras positivas a Trichomonas spp. de los buitres analizados incluyendo a especies como Neophron percnopterus, Aegypius monachus y Gypaetus barbatus (n=16)1

Además, se encontraron otras diferencias tanto morfológicas como en su desarrollo. Precisamente estudios morfológicos realizados con diferentes técnicas de microscopía óptica y electrónica confirmaron estas diferencias. En comparación con T. gallinae2, los trofozoítos (la forma responsable de la enfermedad) de T. gypaetinii presentaban dimensiones más pequeñas en la mayoría de las variables medidas, aunque no se considera que tengan una relevancia específica en su función o resistencia. En cuanto a su desarrollo, encontramos que T. gypaetinii no creció de forma óptima en los medios de cultivo empleados regularmente para el crecimiento de estos parásitos en el laboratorio indicando un metabolismo diferente.

¿Por qué es importante la identificación de nuevos hospedadores para T. gypaetinii?

La identificación de nuevos hospedadores para este parásito es de vital importancia para comprender las implicaciones clínicas que podría tener en las aves. En un estudio3 que forma parte del proyecto de conservación AQUILA a-LIFE, se analizaron 56 muestras orofaríngeas de 54 pollos y 2 adultos de águila de Bonelli (Aquila fasciata). En este estudio, los análisis de secuenciación de ADN confirmaron por primera vez la presencia de un ejemplar con el genotipo T. gypaetinii.

Según investigaciones posteriores realizadas en Japón y España, esta especie de Trichomonas también se ha detectado en otras aves rapaces, como el pigargo europeo (Haliaeetus albicilla)4 y el buitre negro (Aegypius monachus)5. Todos los hospedadores estudiados en estos artículos, como el quebrantahuesos (Gypaetus barbatus)6 y el águila americana (Haliaeetus leucocephalus)7 podrían ser considerados hospedadores de este protozoo.

¿Cómo influye este descubrimiento en la salud de las aves?

El descubrimiento de esta nueva especie de tricomonádido sugiere que T. gallinae no es el único agente etiológico de la tricomonosis aviar. Aunque los ejemplares analizados no mostraron síntomas clínicos, la identificación de esta nueva especie destaca la necesidad de continuar con estudios sobre su impacto en la salud de las aves y su posible papel en la transmisión de la enfermedad8. Comprender mejor cómo actúa el parásito, su modo de transmisión y su impacto en las aves permite diseñar medidas más eficaces para reducir su incidencia.

Autores/as:
Alberto Alvarado-Piqueras¹,  María Teresa Gómez-Muñoz², Virginia Moraleda¹, Marta Torrijos-Moya¹, Ariadna Apruzzese¹,  Fernando González¹,³.
1Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat, Calle Monte del Pilar SN, Majadahonda, Madrid.
2Departamento de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.
3Departamento de Farmacología y Toxicología, Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid, Madrid, España.
 

Referencias bibliográficas 

1 -Martínez-Díaz, R.A., Ponce-Gordo, F., Rodríguez-Arce, I. et al. Trichomonas gypaetinii n. sp., a new trichomonad from the upper gastrointestinal tract of scavenging birds of prey. Parasitol Res 114, 101–112 (2015). https://doi.org/10.1007/s00436-014-4165-5

2- Melhorn H, Al-Quraishy S, Aziza A, Hess M (2009) Fine structure of the bird parasites Trichomonas gallinae and Tetratrichomonas gallinarum from cultures. Parasitol Res 105:751–756

3- Alejandro Mateo, S., Azami-Conesa, I., Martín-Maldonado, B. et al. Adaptation of the classical end-point ITS-PCR for the diagnosis of avian trichomonosis to a real-time PCR reveals Bonelli’s eagle as a new host for Trichomonas gypaetinii. Parasitol Res 121, 3663–3670 (2022). https://doi.org/10.1007/s00436-022-07693-3

4- Tomikawa, S., Nakagun, S., Watanabe, Y. et al. Molecular characterization of Trichomonas gypaetinii isolated from the upper alimentary tract of Steller’s sea eagles (Haliaeetus pelagicus) and white-tailed sea eagles (Haliaeetus albicilla) in Hokkaido, Japan. Parasitol Res 120, 2189–2198 (2021). https://doi.org/10.1007/s00436-021-07160-5

5- María del Carmen Martínez-Herrero, Fernando González-González, Irene López-Márquez, Francisco Javier García-Peña, Jose Sansano-Maestre, Rafael Alberto Martínez-Díaz, Francisco Ponce-Gordo, María Magdalena Garijo-Toledo, María Teresa Gómez-Muñoz; Oropharyngeal Trichomonosis Due to Trichomonas gypaetinii in a Cinereous Vulture (Aegypius monachus) Fledgling in Spain. J Wildl Dis 1 January 2019; 55 (1): 153–157. doi: https://doi.org/10.7589/2017-11-274

6- Grabensteiner E, Bilic I, Kolbe T, Hess M (2010) Molecular analysis of clonal trichomonad isolates indicate the existence of heterogenic species present in different birds and within the same host. Vet Parasitol 172:53–64

7- Kelly-Clark WK, McBurney S, Forzán MJ, Desmarchelier M, Greenwood SJ (2013) Detection and characterization of a Trichomonas isolate from a rehabilitated bald eagle (Haliaeetus leucocephalus). J Zoo Wildl Med 44:1123–1126

8- Martínez-Herrero, M. C., J. Sansano-Maestre, I. López Márquez, E. Obón, C. Ponce, J. González, M. M. Garijo-Toledo, and M. T. Gómez-Muñoz. 2014. “Genetic Characterization of Oropharyngeal Trichomonad Isolates from Wild Birds Indicates That Genotype Is Associated with Host Species, Diet and Presence of Pathognomonic Lesions.” Avian Pathology 43 (6): 535–46. doi:10.1080/03079457.2014.967660.