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¿En qué consiste la teoría situacional de Grunig?

29 MAR 2021 - 09:47 CET

Por Matthieu Baumgartner, Raquel Fernández, Javier Reques y Victoria Robledo.


Introducción a la teoría y aplicación en la comunicación estratégica

Esta teoría surge en torno a 1978, rodeada de un contexto bien distinto al actual. A pesar de ello, la Teoría de Grunig continúa siendo hoy una interesante herramienta a la hora de identificar los públicos a los que nuestra empresa afecta e interesa. Para comprender la teoría debemos atender al concepto de público desarrollado por Dewey y Blumer en 1946. Según esta explicación, un público es un grupo de individuos que:
  • Se ve enfrentado a un problema o tema.
  • Está dividido en sus ideas respecto a la manera de hacer frente al problema.
  • Discute sobre el problema.
Llama inmediatamente la atención la referencia a un supuesto "problema" en los distintos puntos de la definición. Debemos entender un problema como una situación provocada por la organización que genera consecuencias en sus públicos, y que además los públicos consideran que se pueden emprender acciones para mejorarla.
Según esta teoría, la conducta del individuo es la clave para definir si se trata de un público potencial o no. Siempre teniendo en cuenta que las consecuencias de la actividad de una organización podrán tener como resultado la creación de nuevos públicos.


Molécula conductual

Cuando se realiza una actividad por parte de una organización, ésta siempre trae consecuencias de un modo u otro. En cada público se desencadenará entonces un proceso de identificación de la situación y de como se ve afectado por ella:

Detectar => Construir => Definir => Seleccionar => Confirmar

Estas son las cinco fases que la teoría propone como proceso de identificación de un problema por parte del público. Podría ser interesante realizar un estudio del comportamiento de cada público que nos interese en cada punto, obteniendo así una visión esquemática de los momentos en los que podemos poner en práctica estrategias de comunicación que sean capaces de alterar el proceso.

Actuar/Comportarse

La fase final del proceso de la molécula consiste en las acciones que el público lleva a cabo con el fin de cambiar la situación que le afecta, en caso de que quiera hacerlo. En este punto es más difícil incidir mediante estrategia debido a que el individuo ya ha culminado la fase de percepción y cuenta con una idea bien establecida en su mente.









Gracias a estas cuatro categorías iniciales podemos visualizar cuáles serán los públicos objetivo de nuestras distintas estrategias. Grunig sabía que no eran pocos los detalles que nos podían llevar a error a la hora de entender el comportamiento de los distintos públicos, independientemente de la categoría a la que pertenecieran; la teoría consta también de tres variables independientes, teniendo la primera de ellas dos variables dependientes. De este modo podemos saber en qué momento querrán comunicarse los públicos y con qué fines, por ejemplo en el caso de que el objetivo actual del público sea la búsqueda de información.


Variable independiente 1 | Reconocimiento del problema

Se trata de una de las variables más significativas, ya que de su resultado depende que el público entre en una categoría o en otra. El conjunto de estrategias que se aplicarán en función de esta variable cambia drásticamente. En ocasiones los públicos no se interesan lo suficiente por un determinado tema y no entran en la primera fase de la molécula que veíamos anteriormente (Detectar); un público que no reconoce un problema no llegará nunca a emprender acciones concretas.
  • Variable dependiente 1 | Búsqueda de información
Es posible que el individuo realice una búsqueda de información, teniendo como posible resultado el reconocimiento del problema o no. Un público que busca información activamente representa una oportunidad y una amenaza al mismo tiempo en lo que a comunicación se refiere.
  • Variable dependiente 2 | Procesado de la información
Se dan casos en los que los individuos únicamente procesan la información que les llega por azar, no realizando esfuerzos por buscar ellos mismos. Aunque esto es un indicativo de falta de interés, puede provocar igualmente la entrada en el proceso de la molécula, dando como resultado final una acción o comportamiento.


Variable independiente 2 | Reconocimiento de las restricciones.

Esta variable representa la capacidad de los individuos de reconocer limitaciones o impedimentos que afectan directamente a la planificación de su conducta con respecto al problema. Cuando se percibe un gran número de obstáculos los individuos tienden a reducir su búsqueda de información.


Variable independiente 3 | Nivel de involucración

En virtud del nivel de involucración podemos distinguir dos tipos de conducta: activa o pasiva. Por norma general, la involucración aumenta de manera directa la búsqueda de información, así como también afecta a la percepción de las limitaciones, disminuyendola.

Conclusión
La teoría situacional de Grunig sigue siendo a día de hoy una herramienta muy completa y útil, siempre que hayamos valorado distintas opciones y esta sea la que más se adapta a nuestras necesidades. En la mayor parte de las ocasiones, teorías como esta se utilizan para definir estrategias de RRPP así como en comunicación de crisis. Hoy en día las empresas disponen de cada vez más medios para hacer llegar su mensaje a los diferentes públicos, de manera personalizada y segmentada. No debemos olvidar que el comportamiento humano es más complejo que cualquier variable y teoría que utilicemos, por ello no perdamos nunca de vista la idea de que la exactitud y la garantía absoluta no son términos que puedan incluirse dentro de un marco estratégico de comunicación.Conocer las herramientas, sus posibilidades y limitaciones nos acercará siempre un poco más a nuestro objetivo.
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