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La última campaña de Correos, ¿error o acierto?

1 JUL 2021 - 14:04 CET

Por Mathieu Baumgartner, Raquel Fernández, Javier Reques y Victoria Robledo.

Coincidiendo con el Mes Europeo de la Diversidad y el aniversario del fallecimiento de George Floyd, la compañía Correos lanzó su nueva campaña “Equality Stamps” el pasado 25 de mayo, una iniciativa para concienciar a la población sobre la diversidad, la inclusión y la igualdad, y además para reflejar la injusta situación que todavía viven algunas personas.

Esta campaña, consiste en varios sellos de distintos colores que representan el color de la piel, siendo los más claros los de mayor valor económico y los más oscuros los de menor valor. El precio de estos cuatro sellos abarca desde 1,60€ (el que representaría un color de piel más clara) hasta los 70 céntimos (coincidiendo con el tono de piel más oscuro). Dentro de la campaña, también han contado con la colaboración de una ONG, SOS Racismo y el cantante El Chojín. 

Fuente: Cuenta oficial de Correos en Twitter (@Correos)

A priori, esta campaña podría resultar muy interesante, ya que mostraría a la compañía comprometida contra el racismo y a favor de la igualdad e inclusión social. De hecho, Correos ya llevó a cabo en otras ocasiones campañas que mostraban que es una organización comprometida socialmente en aspectos como estos. Un ejemplo de ello es la exitosa campaña que lanzaron hace un año con motivo de la celebración del Orgullo LGTBI+, en la que lanzaron sellos con la bandera del colectivo y forraron buzones y furgonetas con ésta.
Sin embargo, esta nueva campaña, Equality Stamps generó el efecto contrario. Cuando se lanzó a través de sus redes sociales esta iniciativa, los usuarios no la recibieron como la compañía esperaba. Generó descontento en redes sociales, hasta tal punto de generarse una gran polémica que llegó incluso hasta medios internacionales como The Washington Post.

Tanto es así, que incluso la organización colaboradora de la campaña, SOS Racismo, ha rechazado la iniciativa y se ha desvinculado de ella, ya que consideran desafortunada la decisión del precio desigual de los sellos y que el racismo, además, va más allá del color de la piel. Por tanto, para ésta, Correos se ha quedado también en lo superficial y no ha profundizado en otros marcadores raciales como el origen o la religión.

Rectificar es de sabios

Lejos de rectificar y a pesar de las críticas y la polémica con esta campaña, Correos no se ha pronunciado al respecto en sus redes sociales y sigue adelante con ella. ¿En qué lugar deja esto a Correos? Se podría llegar a pensar que la compañía no quiere aceptar el error que ha cometido ni reconocer que es una campaña fallida que ha suscitado tanta polémica. 

Cabe pensar que, si una campaña fomenta la igualdad, lo más lógico sería que el valor de sus sellos tuviera el mismo coste económico, fuese cual fuese el color de éstos y no al contrario, por mucho que se quiera reflejar la “dolorosa realidad” que todavía viven algunas personas según cita Correos.

Para no generar más polémica o incluso llegar a una crisis reputacional, sería conveniente que Correos se disculpase por formular de esa manera la campaña o que reconociese que no ha sido la mejor forma de comunicar una iniciativa de igualdad y antirracista. Sin embargo, ha optado por el silencio.
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