DESCRIPCIÓN
En el mes de abril de 2012 se produjo en las afueras de la ciudad de Segovia el hallazgo casual de una decena de piezas de industria lítica (lascas de cuarzo y sílex) y restos de fauna de macromamíferos en un perfil estratigráfico situado a unos 500 m del santuario de la virgen de la Fuencisla (Segovia); más concretamente, en el entorno inmediato del conocido como “Molino de los Señores”. Se trataba en realidad de un relleno kárstico, correspondiente a una cavidad fosilizada que se había colmatado completamente hasta el techo por sedimentos exokársticos y endokársticos. Este relleno kárstico se encontraba a su vez seccionado por un camino conocido como “Senda del Cretácico”, nombre dado a un tramo del “Camino Natural del Eresma”, que discurre por la margen izquierda del río Eresma a su paso por la ciudad de Segovia; siendo el yacimiento perfectamente accesible y visible desde el mismo camino. Fruto del interés que supuso este descubrimiento y de la necesidad de contextualizarlo debidamente, y tras comunicar el hallazgo a los servicios de arqueología de la Junta de Castilla y León, se presentó un primer proyecto centrado en la realización de un estudio preliminar del hallazgo (lectura estratigráfica y análisis sedimentológico del nivel con restos arqueológicos, contextualización de los hallazgos y datación por OSL ‒luminiscencia ópticamente estimulada‒). Los primeros resultados geocronológicos obtenidos ofrecieron una edad relativa para los restos arqueológicos recuperados que situaban aproximadamente en 60 000 años de antigüedad las ocupaciones humanas registradas y documentadas en el Abrigo del Molino, certificando así que se trataba de un nuevo yacimiento musteriense en el interior peninsular; el primero en una cavidad kárstica al sur del Duero. Debido a su alto interés científico, inmediatamente se procedió al inicio de las excavaciones, llevadas a cabo entre 2013 y 2018, durante seis campañas arqueológica sucesivas.