Grupos de investigación

Rómulo Bustos Aguirre



Santa Catalina de Alejandría (Colombia), 1954 . Poeta, ensayista, profesor universitario. Doctor en Ciencias de las religiones por la Universidad Complutense de Madrid. Magister en Literatura hispanoamericana por el Instituto Caro y Cuervo.

De resonancias metafísicas, pero anclada siempre en la cotidianidad ---y, en sus últimos tramos, sostenida en un decantado humor e ironía---, su poesía ha circulado en eventos y publicaciones nacionales e internacionales, así como en traducciones a otros idiomas. Ha sido, igualmente, recogida en diversas compilaciones y antologías.

Algunos de sus títulos: La oscilación perpetua (Pretextos, 2022), Semantics of the world, selected poems (University of New Mexico Press, 2022), La pupila incesante, Obra reunida (FCE, 2016), Oración del impuro, Obra reunida (Universidad Nacional de Colombia, 2004), Muerte de Dios y poesía moderna en Colombia: Jorge Gaitán Durán, Héctor Rojas Herazo, Álvaro Mutis (ensayo, Universidad de Cartagena, 2017).

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Poesía del Ministerio de Cultura de Colombia por la antología De moscas y de Ángeles (Universidad Javeriana, 2018)


MANTARRAYA

 

Por algún divertido arreglo

los dos muchachos han dividido en dos la mantarraya

                            como si fuera una hoja de papel

y ahora cada uno lleva su parte colgando de la mano

 

Ya nada queda de la gracia que el animal

                  exhibe en los acuarios

Ondeando, sumergiéndose, elevándose en el agua

todo su cuerpo como dos extrañas alas

 

Mientras la ofrecen a lo largo de la playa los dos muchachos         

aseguran que con ella se prepara un excelente

 y vigorizante cocido

                            

Las dos partes siguen vivas

 

             A veces una de ellas levemente se estremece y aletea

                                                                       como si una parte reclamara la otra

                            

    O como si conservara alguna oscura memoria de su vuelo

 

De Sacrificiales (2004)

 

 

COTIDIANA

 

La hermana pasa lentamente la escoba sobre el pequeño tumulto

de las hormigas

y no cesa de asombrarse de lo rápidas que acudieron

          al saltamontes inesperadamente caído del techo

Parece que supieran –dice

Cuánta minúscula y moviente voracidad sobre el cuerpo muerto

Cuánto vértigo de pinzas trincando, desgarrando, cargando

victoriosamente el animalejo 

Algo las llama –insiste sabiamente la hermana

Yo nada digo

Yo aparto los pies y dejo barrer

mientras miro la desorientación de las hormigas

que ahora no parecen saber tanto

De Sacrificiales (2004)

 

 

LA CENA MERITORIA

 

El día del juicio

comparecerán todos con sus escudillas

reclamando la porción de la cena que les ha sido prometida

 

 

Incluso los injustos Que somos todos

 

Incluso los animales

Ellos que siempre fueron la cena

 

Acaso la infinita Misericordia

decida en ese momento darle al cervatillo la parte del león Crear una forma meritoria del infierno

donde por el resto de la eternidad se invierta la etiqueta y los comensales pasen a ocupar el centro de la mesa

el privilegiado lugar de los comidos

 

He aquí la justa furia del cordero

 

De Casa en el aire (2017)

 

POEMA DE AMOR CON PIEDRA

 

En verdad, en verdad os digo

que ese día andaba yo con mucha piedra

 

Tropecé con una piedra y le dije

                                           apártate piedra

 

La piedra se quedó ahí parada

 

Pero por efecto del golpe

por un instante debiste salir de mi corazón

y vi tu nombre cruzar el vacío como una bengala

 

La piedra era sorda. De modo que no insistí en que se apartara

 

Al tercer día me enteré de que habías resucitado de entre los muertos

y que habías decidido quedarte a vivir allí una temporada

con una momia egipcia en muy buen estado de conservación

 

Al sexto día colé un poco de café para tomarlo

                                   con pan y mermelada de ciruela

pero tu recuerdo insistió en venir a mordisquear

las frutas del ciruelo que alguna vez habías plantado en mi corazón

 

Entre las ramas yo veía tus dientes mordisqueando

          mis ciruelas con el egipcio

Se veían muy bien conservados, a pesar de todo

Yo les arrojé la piedra sorda

Y la piedra sorda se transformó en furiosa granizada

 

Al séptimo día me acosté a descansar sobre la piedra

 

En verdad, en verdad os digo

no hay mejor amante que una piedra sorda

 

De La oscilación perpetua (2022)

 

EL BAOBAB Y OTROS ÁRBOLES QUE CAMINAN

 

El baobab es un falo al que le crece un árbol en la punta

O un árbol al revés cuyas raíces crecen hacia arriba

 

Sin embargo, esto no fue siempre así

 

El asunto ocurrió de esta manera:

Un día una jirafa se enamoró de un baobab

Entonces el baobab escondió la cabeza como un avestruz

–cosa sabida es la proverbial timidez de los baobabs

a pesar de su apariencia–

Y sus patas quedaron al aire

 

Este es el origen de los avestruces

 

Y también de los baobabs

cuyas raíces crecen en lo alto –como ya se dijo

Lo cual, por lógica, implica

que el árbol crece florece y frutece hacia abajo

Esto último carece de importancia

Pues, ¿a quién se le ocurriría comer de un fruto

cuyo sabor, a no dudar, es el de la tierra que pisa?

 

Más fascinante es saber

que los avestruces son árboles que caminan

Esto lo pueden atestiguar las hormigas cortadoras

Tal creencia tuvo su inicio entre las hormigas cortadoras

un día en que un avestruz se paró con sus dos altas patas

     como baobabs

muy cerca del hormiguero

El avestruz se estuvo así durante un instante

y luego siguió su camino

pero para las hormigas fue una eternidad

Pues cosa sabida es que la experiencia del tiempo de los avestruces

es distinta a la de las hormigas

 

A este suceso también se asocia el origen de los eclipses

                         entre las hormigas

Pues cada vez que un avestruz se para junto a un hormiguero

su sombra genera un eclipse

y esto acontece cada 345 kalpas

La kalpa es la unidad cósmica casi infinita en que los ángeles

inscritos en el registro de nacimiento de Benarés miden el tiempo

De allí se deduce la eternidad de las hormigas

para que los eclipses puedan ser contemplados

 

Los hombres no son eternos porque son tan pequeños

que no alcanzan a percibir los matices que introduce en la atmósfera

la sombra de los baobabs

cuando estos se paran junto a sus aldeas o ciudades

 

De La oscilación perpetua (2022)