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Valores patrimoniales de la ciudad

Los valores patrimoniales de la ciudad son, en general, bien conocidos. El casco histórico, reconocido por la UNESCO como patrimonio mundial de la humanidad, es, sin duda, la pieza más sobresaliente del conjunto de la estructura urbana. La UNESCO tiene delimitado un perímetro de 90.32 has. más otras 17.27 correspondientes al monasterio de Santa María de Conxo que se encuentra en un barrio al suroeste de Santiago. Además, la UNESCO 216.88 has. que denomina zona buffer o de amortiguamiento y que, por lo tanto, son áreas cuyos procesos urbanos están condicionados por la prioridad de la conservación de la zona central.

En todo caso la UNESCO reconoce para el caso de Santiago dos elementos importantes. Por un lado, nos encontramos con el valor patrimonial físico de los diferentes componentes de este espacio urbano que en su conjunto forman una unidad armónica y bien conservada que no se limita, como ya hemos dicho, al antiguo recinto amurallado. Por otro lado, el citado organismo internacional habla de los valores intangibles de la historia de Santiago, muy vinculada al devenir del continente europeo.

Dentro del casco histórico, la catedral es la pieza que, sin lugar a dudas, más sobresale del conjunto urbano. Ejemplo de arte románico, su fachada barroca corona la plaza del Obradoiro en donde también se encuentran otros tres edificios singulares vinculados a la monarquía (hoy al Estado a través de Paradores de España), al poder municipal y la Universidad.

En torno a la catedral y al palacio arzobispal se encuentran grandes monasterios, como los de San Martiño Pinario y San Paio, cuya imponente arquitectura y proximidad a la catedral denotaban su poder. Convergiendo en la catedral nos encontramos con la calle del Franco, históricamente dedicada a las casas de comida, así como las del Vilar y Nova. En todo este sector al que hacemos referencia en este párrafo es el de mayor concentración turística.

El incremento de los flujos turísticos enlos últimos años ha ayudado a expandir las áreas visitadas a todo el casco histórico. El valor de este último no reside exclusivamente en piezas aisladas sino en su conjunto. Así en su interior encontramos pequeñas plazas, iglesias, monasterios, construcciones civiles y una animada vida callejera que convierte a este espacio en un lugar dinámico en el que se mezclan turistas y residentes en la ciudad o en el entorno. El mercado de abastos es un punto cada vez más frecuentado por los visitantes, al igual que las instalaciones de la Universidad, que mantiene edificios históricos en esta zona. Todavía en el casco viejo pero extramuros vale la pena citar el entorno de Bonaval, con el museo do Pobo Galego, el Centro Galego de Arte Contemporánea y la calle de San Pedro, y el monasterio de San Francisco.

Fuera de la ciudad histórica, el monasterio de Conxo y la colegiata del Sar son los dos elementos patrimoniales más destacados. Además se puede citar la importancia de la arquitectura moderna representada por la Ciudad de la Cultura, además de todo un conjunto de edificios que llevan la firma de arquitectos de renombre. Entre ellos la Facultad de Periodismo, el Auditorio de Galicia o el Centro Sociocultural A Trisca.

Las zonas verdes y los dos campus universitarios, fundamentalmente el Sur, son otros elementos patrimoniales relevantes con capacidad para la atracción de visitantes.