Por lo que se refiere a la oferta turística de alojamiento, los datos oficiales hablan de unas 8.000 plazas, es decir unas 2.000 más de las existentes en el año 2006. Sin embargo, este volumen no refleja la realidad más reciente como consecuencia de la aparición de numerosos apartamentos que se ofrecen en plataformas online. Aunque resulta difícil evaluar su importancia, en el informe Urbantur17 que elabora Exceltur (http://www.exceltur.org/wp-content/uploads/2017/06/URBANTUR2016-240517-documento.pdf) Santiago alcanzaría las 2.907 plazas que habría que sumar a las 8.389 regladas. Este número de plazas turísticas conformarían una presión por cada mil habitantes de 138.38, es decir, la más elevada de las 22 ciudades del análisis de Exceltur.

Fuera de lo que es esa oferta de apartamentos no declarados, Santiago tiene una gran diversidad de alojamientos. En términos numéricos la mayor concentración se da en el centro histórico en donde se han multiplicado los pequeños hoteles de pocas estrellas por las dificultades relacionadas con las características de las viviendas que no permiten la instalación de ciertos elementos que, sin duda, ayudarían a mejorar su clasificación. En todo caso, estos establecimientos que en algunas ocasiones son antiguas pensiones de estudiantes, se dispersan por todo el casco histórico. Apenas encontramos en este espacio grandes alojamientos, tan sólo el Parador de los Reyes Católicos (5*), el monasterio de San Francisco (4*) y la hospedería de San Martiño Pinario. En la ciudad histórica también han aparecido numerosos albergues privados para dar acojida a los peregrinos, así como apartamentos con licencia, sobre todo en los entornos de la Catedral.

Fuera de la ciudad histórica hay otras zonas de concentración hotelera. La más importante se localiza en el entorno del Palacio de Congresos, en la periferia urbana. La plaza de Galicia, en el contacto con el casco viejo, sería un segundo punto. Finalmente en las entradas de la ciudad, así como en las proximidades de los campus universitarios.

En cuanto a la demanda, en 2016 en la ciudad hubo 1,37 millones de pernoctaciones, muy cerca del registro histórico del Año Santo de 2010. De ese total el 47,5% son extranjeros, muy por encima del 30,2% que reperesentaban en 2005. Por países, Italia, Alemania y Estados Unidas ocupan las posiciones más destacas.

En la evolución mensual, el turismo español tiene unos picos muy marcados en agosto y algunos pequeños repuntes en semana santa y octubre. Por su parte el visitante internacional tiene al menos dos puntos álgidos, uno en mayo y otro en septiembre, con un pequeño valle en los meses centrales del verano.

El tema del excursionismo es relevante aunque no tanto como en las pequeñas ciudades del entorno de grandes metrópolis. Los datos del Observatorio Turístico de Santiago hablan de un 30-35% de visitantes de día, especialmente en verano procedentes de los lugares de litoral próximos. En el debate sobre la tasa turística parece que la primera que se quiere imponer es al excursionismo organizado.

Finalmente cabe citar el peso de los peregrinos que, en cierta medida, ayuda a entender el crecimiento del turismo internacional en la ciudad. Por ejemplo, en 2005 hubo 93.000 peregrinos de los que el 43% no eran españoles. En 2016 278.000 peregrinos y de ellos el 55% eran extranjeros. De hecho, desde 2012 el diferencial de los peregrinos extranjeros no deja de crecer con respecto a los españoles. Italia, Alemania y Estados Unidos ocupan los tres primeros puestos, al igual que en el turismo en general lo que ayuda a entender el peso de la peregrinación en el conjunto del turismo compostelano.