Proyectos de Investigación

Identificación y caracterización de los distritos turísticos

El turismo está muy concentrado en torno al centro histórico de la antigua medina musulmana y secundariamente llega hasta otras zonas próximas, como llamado Barrios de las Artes (Soho), que se localiza al sur del caso antiguo. Esta es una apuesta turística específica del Ayuntamiento para extender la actividad turística hacia otras zonas, mediante la creación exnovo de un área turística en la que predominan los restaurantes, talleres, salas de exposición, franquicias, etc. El ayuntamiento ha impulsado la zona mediante la peatonalización, señalización y creación de grandes grafitis por parte de afamados artistas.

La zona este, próxima al mar, fue la zona turística tradicional, donde se asentaron los grandes hoteles (Miramar, Caleta Palace, etc.) y balnearios (Baños del Carmen, que se mantiene hasta la actualidad, Baños de Apolo, etc.). Era la zona burguesa y en torno a la misma se creó la primera infraestructura turística. El declive posterior en los años 50 afectó gravemente a la zona, pues se cerraron la mayor parte de los hoteles y balnearios. Posteriormente se ha revitalizado y la actividad turística se ha extendido a toda la fachada este, en especial, la próxima a los paseos marítimos.

La actividad turística en la zona oeste es muy reciente debido a que fue una zona industrial y obrera. El declive industrial convirtió el área en un conjunto de fábricas abandonas, zonas de escombreras y en una zona degradada en general. No existía tradición turística. No es hasta la década de los 90 en la que se hace una fuerte intervención urbanística con la expulsión de la población local, la demolición de las antiguas fábricas y la creación del paseo marítimo de poniente, cuando se abre este espacio a la actividad turística. A partir de esta década se ha ido localizando algunos hoteles y apartamentos, así como se ha adecuado algunos de los espacios fabriles, como la fábrica de la Tabacalera en museo. En la actualidad es un espacio en expansión, con elevados precios inmobiliarios.

El Centro histórico es el espacio más turístico debido a la concentración de elementos arquitectónicos y patrimoniales, el valor paisajístico del entorno (puerto, mar, montaña, castillo), la accesibilidad (tren, coche, puerto) y la fuerte inversión en la creación de oferta (alojamiento, museos, restauración). La peatonalización casi completa de todo el casco histórico hace que este se haya convertido en un escenario para la actividad turística. El escaso número de residentes, favorece la expansión de las actividades de ocio. La actividad turística del casco histórico se ha ido expandiendo hacia los barrios limítrofes, en especial en el norte del casco. El casco y las zonas aledañas sufren una fuerte presión de las actividades de restauración y del apartamento turístico, con una creciente monofuncionalidad y expulsión de residentes tradicionales e inmigrantes.