Migrantes, cambio climático y sistema electoral entre los temas de la desinformación en campañas
6 may 2025 - 11:26 CET
Académicos reunidos en la UPF Barcelona School of Management alertaron sobre el avance de la desinformación en procesos electorales de Europa, EE. UU. y América Latina. En EE. UU. destacaron campañas virales y ataques personales, mientras que en Venezuela se detectaron cientos de incidentes impulsados por el propio Estado. Uruguay mostró el panorama democrático más sólido, con menos casos y emisores identificables. En Chile, la mayoría de los contenidos falsos circularon de forma anónima y buscaban distorsionar el debate público.
Por Isaura Rodríguez Pérez. Redactora, gestora de contenidos, comunicadora con enfoque en comunicación política.
Después de analizar comicios en Europa, EE. UU., Chile, Uruguay y Venezuela, académicos evaluaron los Retos de la Desinformación Electoral en la sede de la UPF Barcelona School of Management.
A propósito del Día Mundial de la Libertad de Prensa, se realizó esta conferencia en la que Rodrigo Cetina-Presuel, profesor en UPF Barcelona School of Management, destacó que en un trabajo conjunto con estudiantes de un máster de la Universitat Pompeu Fabra, fueron analizadas las narrativas que circularon durante las elecciones europeas que incluyen los ataques a los migrantes, políticos, el proceso electoral y el cambio climático.
Citó como ejemplo que para que la ciudadanía perdiera confianza en el proceso se divulgó que si las boletas estaban perforadas por el lado derecho eran inválidas, cuando se disponen así para ayudar a personas con discapacidad visual a ejercer el sufragio.
“Teníamos a un dueño de una red social que no paraba de hacer campaña política. Elon Musk sorteaba un millón de dólares, cosa que en Europa no hubiéramos podido ver porque no habría sido legal”, observó por su parte, Loreto Corredoira, docente en la Universidad Complutense, sobre las más recientes elecciones presidenciales en EE. UU.
Afirmó que analizaron más de 90 cabeceras o medios, entre esos 11 fact-checkers; 49 cuentas de individuos; 17 foros y 18 canales mainstream. Corredoira también destacó que entre las narrativas en los comicios estadounidenses se colaron las catástrofes naturales en general, migrantes, sistema electoral y otras, ad hominem, como que Kamala Harris tenía problemas de alcoholismo y comportamiento inapropiado o, que Trump ha dilapidado cuatro veces una herencia millonaria. A esos temas se sumaron las suposiciones sobre el voto de indocumentados y el uso de boletas falsas.
“Trump sí que ha llegado a nuevas audiencias”, consideró además la académica, quien recordó que el mandatario republicano cerró su campaña en una transmisión con un youtuber logrando millones de reproducciones y efecto viral.
Carmen Beatriz Fernandez, profesora de la Universidad de Navarra, aseveró que “en el 2024 tuvimos el mejor y el peor de los casos en América Latina, de acuerdo con distintos indicadores. La democracia uruguaya es considerada la más sólida. En Uruguay analizamos 27 incidentes de desinformación; mientras que en Venezuela solamente en las primarias de la oposición tuvimos 86, y en la elección presidencial, 223 incidentes, 10 veces más que en Uruguay”.
En Uruguay analizamos 27 incidentes de desinformación; mientras que en Venezuela solamente en las primarias de la oposición tuvimos 86, y en la elección presidencial, 223 incidentes
“En las elecciones uruguayas los incidentes de desinformación eran emitidos por los actores de la contienda. En la desinformación venezolana, el ente emisor es el Estado”, afirmó Fernández. “En Uruguay y Venezuela también se vieron pseudoencuestas. La desinformación es una dinámica que atenta contra la confianza. Llegaron al extremo de inventar encuestadoras y publicitar sus resultados”.
María José Labrador Blanes, docente de la Universidad del Desarrollo, mencionó que un análisis sobre desinformación que circuló en Chile tras un plebiscito arrojó que el 81,2% tuvo como objetivo distorsionar; el 12,5 % desalentar; el 6,3 % dividir. Además, un 87,5 % tuvo origen anónimo, por lo que se desconoce dónde se gestó con exactitud.
“El 12,5 % de la muestra nos arrojó que la desinformación estaba en medios oficiales, es decir, canales de televisión que hacen propaganda electoral. La franja electoral la regulan el Servicio Nacional Electoral y el Consejo Nacional de Televisión, pero solo el tiempo y la técnica, no el mensaje”, refirió Labrador.
Así, los catedráticos analizaron casos de desinformación durante las campañas electorales en países de dos continentes.