14 mar 2023 - 17:20 CET

El Overseight Board de Meta ha elegido el caso de Brasil para revisar cómo se comporta la plataforma en entornos electorales. Para ello, ha abierto un proceso de participación pública que aborde las siguientes cuestiones:

• La situación política en Brasil antes de las elecciones de octubre y cómo cambió entre octubre de 2022 y el 8 de enero de 2023. 
• La relación entre la violencia política, el negacionismo electoral y los llamados a la movilización fuera de línea en las redes sociales. 
• Cuándo deben comenzar y terminar los esfuerzos de integridad electoral de Meta, y qué criterios deben guiar las decisiones sobre esos plazos, particularmente en lo que respecta a las transiciones de poder.  
• Cómo Meta debe distinguir entre la organización política legítima y la acción coordinada dañina. 
• Cómo debe tratar Meta el contenido que ataca o deslegitima las instituciones y los procesos democráticos.  

El Observatorio de la Desinformación ha participado en este proceso, aportando los siguientes comentarios:

• El marco normativo existente es un marco genérico que no ofrece respuestas específicas frente a problemas concretos. La interpretación extensiva del art. Sobre la “ “ crea un marco suficiente para la intervención de autoridades electorales pero no ofrece una habilitación específica a las plataformas sociales para dar respuesta ante este tipo de amenazas. Será necesario por tanto aplicar las reglas internas de la plataforma, pero aun haciéndolo, la interpretación deberá ser siempre garantiste, respetando los principios de necesidad y proporcionalidad.
• Es importante tener en cuenta el contexto de amenazas crecientes que cuestionaban la estabilidad del sistema electoral (basándose en desinformación) y que se acrecentó aun mas tras la segunda vuelta, pero que también afectaba de manera creciente a la lucha entre los candidatos. Esto no puede llevar a considerar ambas amenazas, de naturaleza diferente para el sistema democrático. al mismo nivel, procurando garantizar el respeto de la libertad de expresión, que en periodos electorales resulta reforzada por su necesidad para poder hablar de procesos electorales fair, iguales y transparentes.
• Es necesario destacar la existencia de acuerdos previos entre Meta y el TSE, pero también hay que señalar que el acuerdo se desarrollaba en un solo sentido, el de las alertas y resoluciones del TSE, pero que no se complementaba con la puesta a disposición por parte de la plataforma de información relevante, de cara a anticiparse a estos procesos. Sería conveniente revisar aquellos casos advertidos por el TSE en los que la plataforma no considero oportuno intervenir y ver si estaban justificados pero también que la plataforma ofreciera información de los casos en los que intervino por cuenta propia, sin ofrecer al TSE la posibilidad de intervención, en un asunto que le afecta directamente y en el que goza de plena legitimidad democrática.
• Por último cabe destacar como este tipo de actuaciones en periodo electoral, si se producen de manera aislada, no ofrecen una respuesta eficaz. Así lo entiende el TSE con su plan integral y permanente, en el que Meta podía haber ofrecido una mayor colaboración, además de ofreciendo mucha más información en tiempo real pero también a posteriori, amplificando materiales oficiales en sus plataformas, con una colaboración más estrecha con verificadores…