18 may 2021 - 12:06 CET

Sara Sanz González

Físicos de la Universidad Complutense de Madrid junto al instituto de Geociencias (CSIC – UCM) han analizado los patrones del cambio climático a nivel nacional, que amenazan con cambiar los extremos de demanda eléctrica de invierno a verano para antes del 2050.

La demanda eléctrica en España asociada a la meteorología aumentará notablemente en los próximos años como consecuencia del cambio climático. El aumento de temperatura en la época estival va a suponer una cantidad extrema de consumo eléctrico, según una investigación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).

Estas deducciones han nacido a partir de un estudio publicado en Climatic Change que toma como referencia el aumento de los gases de efecto invernadero durante las últimas décadas. De esta manera, a mitad del siglo el aumento de la demanda eléctrica en España tendrá lugar en la época de más calor del año.

El investigador del departamento de Física de la Tierra y Astrofísica de la UCM y del Instituto de Geociencias (CSIC – UCM), José Manuel Garrido Pérez afirmó “Teniendo esto en cuenta, se espera que el incremento de temperatura asociado al cambio climático suponga una disminución de consumo por días fríos y un amento por días cálidos”. Sabiendo que, en los días más fríos de invierno hace que el consumo de calefacción aumente notablemente, mientras que en verano los sistemas de refrigeración son los principales protagonistas.

Este estudio es pionero en la investigación de los cambios de patrón de demanda a nivel nacional y local. Estudiando las posibilidades de horizontes temporales y niveles de calentamiento en España han llegado a la conclusión de que el noreste del país presentará el mayor aumento del consumo eléctrico debido a que históricamente apenas han ocurrido en esta región por sus característicos veranos templados.

Las instituciones que han realizado el estudio han desarrollado un modelo estadístico que permitirá hacer estimaciones sobre el aumento de la demanda eléctrica a lo largo de este siglo. Para generarlo han establecido una relación entre demanda y temperatura y, según han afirmado los autores, el aumento será muy desigual debido a la variedad climática y a las diferencias espaciales.

Estos resultados, podrán ayudar a gestores a mejorar su eficiencia, solventar problemas de abastecimiento energético y a afrontar mejor los cambios de patrones de la demanda.