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Ángeles Afuera: “En ninguno de los días de la Guerra Civil se cerró el micrófono de Unión Radio”

La fundadora del departamento de documentación de la Cadena SER cuenta lo que fue Unión Radio

16 feb 2021 - 10:57 CET

Sandra Mena | Redactora SSII Inforadio

Ángeles Afuera marcó un punto y aparte como jefa de documentación corporativa del grupo Prisa Radio. Ha formado parte de la Cadena SER por casi 40 años y ha visitado los micrófonos de Inforadio en el Día Mundial de la Radio para hablar sobre la historia de este formato y de su libro Aquí, Unión Radio: crónica de la primera cadena española, que cuenta la historia de esta cadena.

P: ¿Qué es la radio para ti?

R: La radio para mí ha sido mi vida, pero la radio en general es una afortunada consecuencia de lo que fueron las investigaciones al principio de los años 20 de la comunicación a través de las ondas. Nunca se pensó que fuera más que un avance tecnológico para comunicar de barcos en alta mar, pero cuando empezaron a entrar por esas ondas canciones y música aquello cambió. Primero, se convierte en un entretenimiento y después en un medio de comunicación como el que es hoy.

P: ¿Cuándo y cómo empieza la radio en España?

R: La radio en España empieza como en casi todos los países. Eran pequeñas emisoras mantenidas o creadas por aficionados a la telegrafía sin hilos, que montan sus pequeñas emisoras y empiezan a hablar para ver hasta dónde alcanza su señal. Luego también estarían los aficionados que se compraban sus aparatos de galena, los construyen ellos mismo y se ponen sus cascos para oír hasta dónde pueden escuchar lo que a ellos les llega. En España pasa igual, empezaron con pequeñas emisoras que luego van creciendo y profesionalizando, como es el caso de Unión Radio.

P: Claro, cuéntanos ¿cuáles fueron los primeros pasos de Unión Radio?

R: Yo he investigado durante 3 años la historia de Unión Radio porque es el primer gran proyecto radiofónico español. No es la primera emisora, en 1922 ya había emisoras aquí en Madrid. Estaba como emisora de carácter más estable Radio Ibérica. La primera que llegó a las ventanillas oficiales a conseguir la licencia para emitir fue Radio Barcelona, por eso se llama AEJ1. Pero eran todas emisoras de capital nacional y creadas normalmente por pequeños empresarios de las ciudades donde emitían. La diferencia con Unión Radio es que esta es la gran apuesta económica de los grandes de la radio de España y del mundo porque se juntan para crearla la General Electric americana, la RCA, Radiola francesa, la AFA de Alemania o la Compañía General de electricidad española. Son grandes compañías que dicen que aquí hay una oportunidad de negocio para la radio y deciden crear una sociedad y el primer proyecto sería fundar una emisora, que se llamaría Unión Radio, sin apellidos locales porque es el punto sobre el que pivote su proyecto, que es crear una cadena de emisoras por toda España.

P: Entonces, Unión Radio nace como un proyecto de futuro grande. Por ello busca el monopolio, pero no lo consigue.

R: En realidad, el primer objetivo que tiene Unión Radio es conseguir el monopolio de la radiodifusión en España. En esta época ya había habido dos concesiones monopolísticas de la dictadura de Primo de Rivera. La primera para el teléfono y la segunda para la telegrafía sin hilos. La tercera tenía que ser la radio. Cuando empiezan a proliferar las emisoras, el gobierno decide hacer un reglamento, en el que dice una cosa muy importante: “si dentro de X tiempo hay una sociedad que es capaz de emitir con programas de calidad, con una calidad de sonido más o menos buena (para la época) y con emisoras en los puntos más importantes del país, a esa le concederemos el monopolio. Por supuesto Unión Radio aspiraba a eso y fue creando todas las condiciones que el gobierno ponía. Sin embargo, los gobiernos nunca concedieron el monopolio. La dictadura le pasó el problema a la República. En la II República hubo tres intentos de concederlo, pero al final se desistió. De hecho, cuando estalla la Guerra Civil Unión Radio ya es una cadena de radio con emisoras en Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Bilbao. Es una cadena de facto, pero nunca llegó a conseguir el monopolio de la radiodifusión.

P: Estamos hablando de la historia de Unión Radio, pero de historia que se compromete con eventos históricos como la Guerra Civil.

R: Totalmente. Primero, Unión Radio es una emisora de entretenimiento fundamentalmente, pero en 1930 crea su propio informativo que es La Palabra. De manera que la información, que había estado en noticias aisladas durante las emisiones de todos aquellos años, pero al crear La Palabra Unión Radio entra en el mundo de la información. Tiene una tremenda vocación periodística. Por supuestos, cubre todo. Cubre desde que se proclama la República el 14 de abril de 1931, aquí en la Puerta del Sol cuando Niceto Alcalá Zamora dice que llamen a los micrófonos de Unión Radio para hablar al pueblo español a través de la radio. Es la primera retransmisión política de todas las que vinieron después. Unión Radio informó de todo: de la II República, de los cambios políticos y evidentemente de los tres años de la guerra.

P: Hablando de La Palabra, de su nacimiento. Según comentas en tu libro, La Palabra intenta distanciarse de la prensa. Informar, pero creando otro tipo de comunicación como hacemos hoy en día.

R: Sí, y lo crea realmente porque hasta entonces la prensa había tenido el monopolio de la información. De hecho, miró con recelo a la radio porque siempre había sido la prensa quien informaba. Pero el director de Unión Radio, Ricardo Urgoiti, antes incluso de que empiece a emitir Unión Radio en 1925, crea un decálogo de lo que tiene que ser la información en radio. Es un decálogo que podría firmar cualquiera de los profesores de esta facultad y cualquiera de los directores de los medios de comunicación porque es moderno. Una de las cosas que dice es que el lenguaje de la radio no puede ser el de la prensa. La prensa en esa época, como podéis ver si os metéis en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, tiene un lenguaje muy ampuloso y farragoso. Pero la radio tiene la vocación de hacer un estilo más breve, más directo, tiene más compenetración con el oyente. Y realmente empiezan a crear el lenguaje radiofónico que todos tenemos hoy.

P: Al principio te preguntaba qué era la radio para ti, pero también queremos saber tu experiencia en la radio, ¿cómo era la radio? ¿Qué ofrecía?

R: La radio que yo he estudiado es una radio en principio eminentemente musical. Era mucho más fácil contratar orquestas y hacer una programación con música. De manera que los primeros años tiene música y tiene también dramáticos. Era un teatro muy ajustado a las condiciones técnicas. Los micrófonos no eran como los de ahora que captan todo maravillosamente, sino que eran muy direccionales. Solo se podía hacer un diálogo de dos o tres personajes. Sin embargo, la radio en seguida empieza a crear formatos nuevos. Estos formatos son como los que podemos escuchar hoy en día en las emisoras. Empiezan por las entrevistas, hacen reportajes, salen a la calle también a pesar de que la técnica no era tan perfecta como ahora. Hay programas de todo tipo: para niños, para la mujer, hubo un programa gastronómico en Unión Radio. Yo en mi tesis doctoral he distinguido hasta 80 programas distintos que creó Unión Radio en sus 14 años de vida.

P: Unión Radio se financiaba con publicidad, ¿cómo era la publicidad de la radio y qué hemos podido heredar a día de hoy de esa publicidad?

R: Evidentemente cuando Ricardo Urgoiti crea Unión Radio su idea es hacer una radio a la americana. En Estados Unidos ya llevaban algunos años emitiendo anuncios en las primeras emisoras que hubo en el país. También ocurría en Francia. Pero no en el Reino Unido, en el que la BBC nunca dio anuncios ni los sigue dando. Urgoiti dijo que ellos tenían que hacer una radio profesional y alimentada por la publicidad. Lo que pasaba es que al principio la publicidad intentaba copiar los anuncios por palabra de los periódicos, era lo que siempre se había visto en ellos, anuncios cortos con la firma y lo que vendía. Esto se trasladó a la radio y eran las famosas guías comerciales. Yo creo que la publicidad ha sido siempre el estímulo positivo para que la radio tenga calidad e imaginación. Cuando el tercer anunciante les dijo (a Unión Radio) que se quería anunciar de otra manera, no en esa sucesión de anuncios que era la guía comercial. Entonces, se empieza a pensar y se crean todos los estilos radiofónicos para publicidad, que incluso ahora los estamos viendo. Por ejemplo, dicen: “para lámparas metal vamos a hacer unas retransmisiones musicales que se llamarán Conciertos metal”. Esto es una gran innovación. También pensaban en hacer entrevistas que estuviesen patrocinadas y que fuera el propio patrocinador quien las hiciera. Hay muchas formas de publicidad que se van incluyendo en la emisión y que recuerdan mucho a las que tenemos ahora.

P: Claro, que son muy creativas. Pasando al plano internacional, ¿qué relación mantuvo con las organizaciones europeas la radio?

R: Tuvo una representación siempre en las instituciones creadas por todas las emisoras de radio de Europa, de manera que Unión Radio siempre estuvo representada. Esto tenía aparte de la ventaja de la representación, que siempre estaba bien, porque allí en Ginebra, que era donde estaba situada la sede, se discutía todo sobre el reparto de ondas, todos los temas técnicos más complejos. Pero también las emisoras intercambiaban entre sí, de manera que Unión Radio, por ejemplo, ofreció dramáticos y conciertos para las emisoras de otros países, y aquí en España los oyentes de aquel momento tuvieron la oportunidad de escuchar ópera en la escala de Milán, los festivales de Salzburgo o escuchar las óperas de Wagner en Alemania. Hubo una gran compenetración entre emisoras y se compartieron muchos contenidos que de otra manera no hubiera sido posible.

P: Volviendo otra vez a cómo era la radio. Estamos hablando de cómo era la onda y el contenido, pero físicamente ¿qué había en la radio? Cuando entrabas, ¿con qué te podías encontrar?

R: Cuando llegabas a Unión Radio, en Gran Vía 32, que era el edificio Madrid-París, un edificio blanco al lado de Telefónica y que es el sitio donde sigue emitiendo la Cadena SER, que es la hija de Unión Radio podríamos decir. Cuando llegabas te encontrabas dos estudios, uno más pequeño y otro estudio más grande donde cabía prácticamente una orquesta. La técnica era muy rudimentaria, la antena era una inmensa antena en las cubiertas del edificio, que todavía sigue emitiendo a día de hoy; y luego en los pasillos te podías encontrar de todo porque en Unión Radio estuvo todo el mundo. Te podías encontrar a Lorca y a Alberti que venían a hacer un programa de poesía, al maestro Quiroga que estaba con una orquesta que iba a tocar pasodobles, te podía encontrar a la Argentinita, a Carmen Amaya, a la que le ponían un estrado para que pudiera taconear y que se escuchase en la radio. Aquello tenía que ser un ambiente cultural de tal efervescencia que da muchísima pena no tener grabaciones de esa época para poder escuchar a esa gente importantísima cómo hablaba. Me entusiasmo hablando de esto porque tuvo que ser una época maravillosa

P: Es increíble Ángeles. Entonces, se refiere a un panorama profesional, no era un panorama amateur.

R: Sí. Bueno, las primeras emisoras tiraron de amateurs porque no costaban dinero. Ya lo dijo una revista de esa época que se llamaba TSH: “la práctica nos ha confirmado que una buena emisión vale más de mil pesetas”. ¿Por qué? Porque cuando tú contratabas una buena orquesta no solo tenías que pagarle a ella, también tenías que pagar los derechos a la SGAE, que entonces ya existía; tenías que pagar los sueldos de cada uno de los músicos; la copia de las partituras. Era caro hacer una buena emisión. Sin embargo, este proyecto de Unión Radio, que como te contaba antes era de gran envergadura y detrás estaban grandes empresas, siempre tuvo una vocación profesional. Dijo Ricardo Urgoiti: “aquí para hacer calidad hay que pagar a la gente”. Entonces, todos eran profesionales y las profesiones que no existían se inventaron allí. Por ejemplo, se representaban obras de Lope de Vega, Shakespeare o Moliere. Pero las obras había que adaptarlas para la radio. La radio necesitaba una adaptación al medio y se creó la figura del guionista adaptador. Se escribieron obras especiales para radio, con lo cual tuvo que haber escritores que se especializaron en eso. Allí se crearon los primeros locutores que se llamaban “speakers” entonces; locutores de deportes como Carlos Fuertes Peralba que fue el primero. Todo eso que estaba sin inventar se fue inventando sobre la marcha y muchas profesiones que hoy son profesiones periodísticas nacieron allí.

P: Has mencionado muchos nombres de hombres, sobre todo profesionales. Pero con respecto a la mujer en la radio, ¿cuál fue su papel durante ese periodo? ¿Tenía importancia, tenía oportunidad?

R: La mujer es una cosa curiosa. La radio de esa época nos da dos versiones de lo que era ser mujer. Por un lado, la radio tenía contenidos para la mujer tradicional, se dirigía a la mujer tradicional con temas como los hijos, la familia, la belleza, la moda, la cocina. Temas tradicionales del papel tradicional de la mujer hasta tal punto que la primera charla a la mujer, que se da en 1926, se titulaba “De la manzana de Adán a la manzana en compota”. Y, sin embargo, en el programa Sesión fémina pasaron todas las mujeres interesantes de la época: escritoras como Rosa Arciniega, feministas como Clara Campoamor o Victoria Kent. Incluso la abuela de una de las profesoras que trabaja en esta facultad estuvo allí en Unión Radio. Se llamaba Carolina Juderías, era una mujer muy interesante y que también estuvo allí. Teníamos una parte en la que la mujer era protagonista y quería conseguir un papel más importante en la sociedad, y la otra parte del sustrato sobre el que vivían las mujeres de la época que era familia, hijos, belleza.

P: En tu libro mencionas que “Unión Radio nunca deja la antena”, ni siquiera durante el periodo de la guerra civil, ¿cómo se vive este momento?

R: Fue muy amargo. Qué vamos a decir de la Guerra Civil, fue muy amarga para todos. Ha sido amargo hasta investigar en ella, con momento de gran emoción te lo confieso. Unión Radio no deja de emitir en ningún momento, en ninguno de los días de la Guerra Civil se cerró su micrófono. Pasó una cosa muy curiosa. Como he dicho Unión Radio era una cadena y tenía emisoras, y la emisora de Sevilla en seguida fue intervenida por el bando nacional, los franquistas. Pero, por ejemplo, Barcelona, Madrid o Valencia se quedaron en la zona republicana. Entonces, ¿qué pasó? Los propietarios pasaron al bando nacional y desde el bando procuraron que la empresa cuando acabara la guerra, y si vencían los golpistas, tuviera continuidad, es decir, peleaban por ello desde ese bando. Desde el bando republicano, los propios comités obreros y los propios trabajadores de las emisoras continuaron su labor en la radio. Por ejemplo, en Madrid fue un comité obrero el que dijo que hay que seguir, entonces estuvieron durante esos tres años de guerra informando sobre los sucesos de la guerra. Esto es increíble porque dos bandos completamente enfrentados, pero con una idea en común: que la emisora se sostenga contra viento y marea. Y luego, es triste porque no había carbón, había bombardeos, bombardeaban el edificio de Gran Vía y entonces los estudios tenían que irse a otro sitio; había unas carencias de todo, todo se rompía; los micrófonos se chapuceaban para que pudieran resistir más; los discos los incautaban para que se llevaran al frente y pudieran oír los que estaban combatiendo las canciones desde unos camiones con altavoces, que se llamaban La voz del frente. La época para la radio triste, pero esa vocación radiofónica la tenían los directivos y propietarios, por un lado, y tanto sus trabajadores, desde el otro.

P: Aunque fueran tiempos tristes, la radio quería seguir adelante. Para terminar, a nivel más personal, ¿qué anécdota atesoras de la radio? Algo que lleves siempre contigo.

R: En mi libro cuento muchas porque la historia es una historia divertida. Tiene sus partes más serias y luego tiene toda la vida de la radio. Por ejemplo, te voy a contar una que puede gustar aquí en la facultad. El primer becario de la radio nació en Unión Radio. Se llamaba Ataulfo García. Ataulfo era un estudiante más de la escuela de librería y esta organizó una semana de la radio para que los estudiantes, que estaban estudiando para ser escritores, poetas o periodistas, entrevistaran a escritores consumados. Entonces, uno de los estudiantes que llegaron a la radio fue Ataulfo García Asenjo. Debió ser un chico excepcional porque entrevistó muy bien a su escritor correspondiente, que creo que no se llegó a saber quién era. Entonces, Ataulfo le propuso al director de Unión Radio hacer un programa diferente, entrevistar a los autores consagrados para que dijeran cuál era esa obra en la que habían fallado, esa obra que salió mal. Esto les encantó y entonces contrataron a Ataulfo García Asenjo. Llegó a ser un gran periodista y estuvo en Unión Radio durante muchos años.

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