Unidades docentes

El proyecto actualiza el estado de la pintura mural en la Comunidad de Madrid desde los siguientes ámbitos:

MIEMBROS DEL PROYECTO

Organismo: UCM

Duración 01/01/2008 - 30/06/2010

 

Conclusiones:Alta densidad de restos pictóricos murales medievales, con una distribución geográfica en torno a tres áreas: Sierra norte (Cuenca Alta del Manzanares y Cuenca del Jarama), Madrid y Zona Este (Cuencas del Henares y del Tajuña), Zona Suroeste (Cuenca del Alberche). Significativa preservación de cabeceras que mantienen la tipología de ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera, precedido por un tramo presbiteral recto, dentro del románico en ladrillo o mudéjar.Porcentualmente, encontramos que un 30% de los restos de programas iconográficos pintados se encuentran en ábsides mudéjares, otro 30 % en ábsides románicos de sillarejo o encintados de ladrillo con o sin encalar, un 20% en capillas subsidiarias o zonas secundarias de edificios ya góticos, repartiéndose el 20% restante entre testeros rectos y arcos triunfales.  Los restos más significativos y antiguos se concentran pues en las cabeceras, siendo por lo general desplazados a otros ámbitos de menor importancia litúrgica los ciclos realizados en cronología posterior. La secuencia estilística de los estilos pictóricos medievales del XII al XV, se da casi completa iniciándose con el estilo tardorrománico en el siglo XIII, continua con el gótico lineal en el siglo XIV, y culmina en el siglo XV con un ejemplo del gótico internacional y varios hispanoflamencos. Sólo hay que señalar la ausencia de muestras del estilo italogótico, que se corresponde cronológicamente con la ausencia de restos murales de la ½ del s. XIV. En la técnica pictórica se observan variaciones en la preparación de los muros, con predominio de yeso o cal en los morteros, y también de la técnica pictórica mural con diversidad de aglutinantes y pigmentos. No obstante hay procedimientos comunes como el uso de compases para el diseño y encaje de elementos compositivos. Se puede establecer en ocasiones una filiación de los murales madrileños con focos artísticos vecinos como Toledo, Segovia y Guadalajara, no solo de la propia técnica mural sino también de la pintura sobre tabla. Pero queda por estudiar la relación con otros restos pictóricos de las provincias de Cuenca y Ciudad Real, con los que parecen existir coincidencias. Su funcionalidad iconográfica responde a la evolución devocional y litúrgica de los usos religiosos desde el siglo XII al XVI. Debe notarse también el sentido y complemento decorativo para la arquitectura de las pinturas, en el que también se aprecia una evolución, en ocasiones superposición y continuidad en el siglo XVI.