Serie Negra: Refugio


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Serie Negra: Refugio 

Equipo Crónica: Manolo Valdés (Valencia, 1942) y Rafael Solbes (Valencia, 1940-1981)

Firmada a lápiz en el ángulo inferior derecho: “EQUIPO CRÓNICA” 

1975 

Serigrafía sobre papel Arches. 726 x 538 mm 

Edita: Galería Juana Mordó, Madrid, e Yves Rivière, París, Francia

Número de catálogo: CUC001319 



La Serie Negra es un conjunto de obras realizadas en 1972 por Rafael Solbes y Manolo Valdés, Equipo Crónica, ampliada con una carpeta que contiene cinco serigrafías fechadas en 1975. Solbes y Valdés crean una obra más pictórica y de grandes efectos visuales gracias al trampantojo, para jugar con las perspectivas, planos diversos y sombras. De esa manera consiguen hacer creer que las figuras y objetos sobresalen de él, adquiriendo mayor volumen y movimiento. Ambos son avezados, compositores de la distorsión y la ironía, y provocan en el espectador complicidad y sonrisa al descubrir la connivencia mostrada en sus creaciones. 

 

En esta serigrafía titulada Refugio vemos cómo hacen referencia a las películas famosas de gánsteres de cine negro. La figura principal se sitúa como protagonista alegórico de una huida, persecución y la búsqueda de refugio, coincidiendo con la situación política del final de la dictadura en España. Podemos apreciar el uso de grises y negros, con diferentes planos, luces, sombras y perspectivas, así como diversos objetos para hacer creer que hay mayor volumen, profundidad y movimiento. Esta técnica la ejecutan de manera combinada con la técnica del trompe-l´oeil, término que se relaciona con el ilusionismo en la disciplina del cine y que fue utilizado por grandes directores como Alfred Hitchcock, cuya finalidad es engañar a la vista jugando con la perspectiva, el sombreado o la disposición de los elementos del cuadro, entre otros. También vemos que hacen una alusión constante al oficio de pintar, para lo que incluyen objetos cotidianos, tales como un cartabón, una pluma, cuadernos, tubos de pintura y la conocida caja de lápices de colores Alpino.


Si bien esta serie no resulta tan violenta como la serie anterior, Policía y Cultura de 1971, donde hay un uso de la violencia como medio de crítica hacia el régimen franquista, sigue habiendo un predominio de la crítica y denuncia que se difumina a favor de la utilización de distintos recursos pictóricos.