Primavera 2013

 

 

Director musical y artístico: Luis Aguirre

            “Evocaciones” y solistas del Sonor Ensemble

 

                   7 de mayo de 2013,  19.30 horas

                 Paraninfo de la Facultad de Filología

                 Universidad Complutense de Madrid

 

 

            Programa

                                                      

Enrique GRANADOS         Intermezzo de Goyescas

(Arr.: L. Aguirre)                                                                

Federico CHOPIN           Concierto para piano y orquesta (versión   y cuerdas) en Mi menor, Op. 11

                                             Allegro

                                             Andante

                                             Rondó - Allegretto

                                            Piano: Sebastián Mariné                                             

Astor PIAZZOLLA          Verano porteño                                

(Arr.: L. Desyatnikov – L. Aguirre)       Violín: Kremena Gancheva

 Manuel de FALLA          2 danzas de “El Amor brujo”

                                                 Pantomima

                                     Danza ritual del fuego                             

                    

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Director musical y artístico, Luis Aguirre

Coordinador técnico, José María Mañero

Producción:  María Larumbe

 

Violín concertino y  solista:  Kremena Gancheva

Violín: Adelina Valcheva

Violín: Cristina Castillo**

Viola: Virginia Aparicio

Violonchelo: José María Mañero

Contrabajo: Bárbara Veiga

Piano solista: Sebastián Mariné

 

Director - Luis Aguirre

 

** Con el patrocionio de la Asociación Sonor Ensemble

 

  

SONOR ENSEMBLE

 

El Sonor Ensemble, cercano ya a su décimo aniversario que celebrará con varios conciertos en diferentes capitales españolas, es un conjunto de cámara formado por solistas y profesores con gran experiencia sinfónica y camerística. Todos ellos han actuado en numerosas ocasiones como solistas, interpretando los conciertos más representativos del repertorio para su propio instrumento.

Muy diversos compositores han escrito ya, o escriben en la actualidad obras para el Sonor Ensemble, lo que proporciona una idea de la destacada política de estrenos que esta formación de cámara ha emprendido desde su fundación, y eso naturalmente, sin olvidar todas las obras fundamentales acumuladas durante trescientos años de creación musical. Sonor Ensemble aborda los períodos tradicionales del “Barroco”, “Clasicismo”, “Romanticismo”, etc, pero poniendo especial énfasis en los grandes compositores del siglo XX y en la creación contemporánea, para constituirse de esta forma como un vehículo esencial para la expresión artística de los compositores de hoy. Entre los compositores que han escrito para el Sonor Ensemble  podemos citar a Zulema de la Cruz, Ángel Oliver, Manuel Angulo, Claudio Prieto, Delfín Colomé, Javier Jacinto, Federico Jusid, Gustavo Gini, Oliver Rappoport, Gloria Isabel Ramos, Rodrigo Lima, Eurico Carrapatoso, José Luis Turina, Santiago Quintans, Sebastián Mariné, etc. En la actualidad, dos excelentes compositores españoles, José Manuel López y el ya citado Oliver Rappoport, escriben encargos  para el grupo que serán estrenados en el Auditorio 400 del Museo reina Sofía de Madrid el próximo 4 de noviembre.

Más de cien actuaciones y una treintena larga de estrenos hablan del importante bagaje de una agrupación que ha actuado en diferentes conciertos y festivales en España y ha llevado la música de nuestro país a Bulgaria, Finlandia, Suecia, Suiza, China,  Corea del Sur, Rusia, Italia, Portugal, Argentina y Francia.

A finales de mayo lo hará en el moderno Auditorio Harpa de Reykiavik y el próximo 24 de julio en Lisboa.

Sonor Ensemble ha grabado para RNE, RTVE y sello Fundación Autor. Realiza asimismo una importante actividad pedagógica  con la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid ofreciendo anualmente una larga serie de conciertos dirigidos a miles de estudiantes de dicha Comunidad.

 

NOTAS AL PROGRAMA

Enrique Granados (1867-1916). Sin duda una de las grandes figuras del nacionalismo musical español, la estética de Granados está profundamente enraizada en España, de donde extrae sutiles contornos melódicos y evocaciones sonoras como las que aparecen en el bello Intermezzo de Goyescas.

El trágico fin del compositor se produjo precisamente con motivo del estreno de su ópera. El estreno de Goyescas, previsto inicialmente en la Ópera de París, fue suspendido a causa de la guerra europea y tuvo finalmente lugar en el Metropolitan de Nueva York el 28 de enero de 1916. Una invitación del Presidente Wilson para tocar en la Casa Blanca motivó el cambio de planes para su regreso a España y optó por hacerlo vía Inglaterra. En el Canal de la Mancha, camino de España junto a su esposa, el Sussex fue torpedeado por un submarino alemán el 24 de marzo de 1924.

El calor expresivo del Intermezzo ha prolongado notablemente la popularidad de Goyescas, algo curioso, si se tiene en cuenta que el compositor lo escribió apresuradamente en el transcurso de una noche y en vísperas de la primera representación.

Federico Chopin (1810-1849). Estando todavía reciente la conmemoración del bicentenario del nacimiento del gran compositor y pianista polaco, el Sonor Ensemble ha querido llevar a sus programas la versión de su Concierto nº 1 en mi menor, Op. 11 con acompañamiento de un reducido número de cuerdas. El mismo Chopin lo interpretó utilizando diversas formaciones orquestales, dependiendo de las circunstancias.

El concierto publicado como nº 1, pero que en realidad fue escrito con posterioridad al nº 2, se gestó en el último año de permanencia en su Polonia natal y se estrenó el 11 de octubre de 1830, día de su último concierto en Varsovia. A continuación, viajó a Breslau, Dresde y Viena, para establecerse finalmente en París donde murió de tuberculosis el 17 de octubre de 1849.

El concierto muestra todo el esplendor de su característico y personalísimo lenguaje musical, con una belleza melódica y perfección de escritura pianística que aun hoy sigue cautivando a audiencias de todo el mundo, al mismo tiempo que  continúa siendo un reto para la mayoría de los intérpretes.

Astor Piazzolla (1921-1992). Hijo de padres inmigrantes italianos, vivió gran parte de su niñez con su familia en Nueva York donde desde muy joven entró en contacto tanto con el jazz como con la música clásica de Bach y donde además tuvo ocasión de conocer a Carlos Gardel en 1934. Volvió a Argentina en 1937, tocando en clubes nocturnos con una serie de grupos, incluyendo la orquesta de Aníbal Troilo considerado en ese momento el mejor bandoneonista de Buenos Aires. Estudió composición con Alberto Ginastera y mientras iba cada mañana a oír la orquesta del Teatro Colón,  tocaba tango  por la noche. Piazzolla creo numerosísimas agrupaciones  de cámara especializadas en el tango, buscó y encontró la forma de “ennoblecer” ese baile popular  introduciéndolo en las salas de concierto, dotando a sus composiciones de un lenguaje propio y peculiar plagado de novedades armónicas y contrapuntísticas. Para su Quinteto Nuevo Tango creó numerosas obras, entre ellas,  y rememorando aVivaldi, al que rinde homenaje con sus frecuentes citas, escribió Las cuatro Estaciones Porteñas, cuatro tangos en los que Piazzolla plasma su visión de las estaciones en Buenos Aires. Escritas originalmente para violin, guitarra eléctrica, piano, contrabajo y bandoneón, han sido transcritas recientemente para violín y cuerdas por Leonid Desyatnikov. Primavera y Otoño Porteños ya fueron interpretadas en la versión de Desyatnikov en anteriores conciertos por el Sonor Ensemble y su solista Kremena Gancheva. El Invierno porteño fue interpretado en una versión de José Bragato y hoy se cerrará el ciclo con la interpretación del Verano Porteño nuevamente en versión de L. Desyatnikov (con  una parte de piano añadida para compensar la obligada falta de algunas voces de cuerda), una de las numerosísimas transcripciones que existen de estas bellas, sensuales y sugerentes  estaciones porteñas creadas por Piazzolla en  su particular y original concepción del tango argentino.

Manuel de Falla (1876-1946) compuso su ballet El amor brujo durante los años 1914-15 para la “bailaora” Pastora Imperio. Atrás quedaron sus años de estancia y estudio en París y el contacto con Debussy, Ravel y otros genios del arte que resultaron fundamentales para la consecución de ese gran refinamiento y calidad que serán características esenciales de toda su producción musical. Falla se convertirá además en el representante español más destacado del nacionalismo musical que se prolongó más allá del romanticismo.

El argumento de El amor brujo es sencillo, resumiendo: Una joven gitana, Candelas, es perseguida por el fantasma de su amante muerto, que se le aparece cada vez que ella se dispone a besar a su nuevo amor, Carmelo. Lucía, una joven gitana, consigue al final romper el hechizo y la obra acaba felizmente.

Falla realizó en 1926 un arreglo para cuerdas y piano de dos de los números que forman el ballet: la Pantomima con su impetuosa frase punteada a la que sigue una acerbamente bella melodía en compás de 7/8, y la Danza ritual del fuego con su implacable métrica, nervio y poder de seducción.

        Comentarios: Luis Aguirre

 

Sonor Ensemble