Carlos III


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Carlos III

Escuela española

ca. 1736-1759

Óleo sobre lienzo. 102 x 75 cm

Inscripción en el reverso, sobre el travesaño del bastidor, a lápiz: “Cátedra de Restauración/Escuela Superior de Bellas Artes/de San Fernando. Madrid”

Número de catálogo: CUC000141


Este retrato de Carlos III de medio cuerpo, atribuido a un pintor anónimo, se crea inspirado en dos obras distintas realizadas para la corte de Madrid. Esto podría sustentar la hipótesis de una autoría española del lienzo, a cargo de un pintor que usaría los modelos disponibles en la corte para definir una imagen de un rey al que probablemente no había conocido directamente. Por un lado, copia fielmente el retrato realizado por el artista francés Jean Ranc al futuro Fernando VI, hacia 1735, con el único aspecto distinto de incorporar la cabeza de Carlos III. La indumentaria, los pliegues de los paños, la cinta de la que pende el toisón de oro e incluso los bordados de la chupa coinciden fielmente con ese cuadro. El modelo es una derivación de las obras que mostraban a Felipe V como monarca incluyendo la coraza y la bengala, elementos que su sucesor abandonaría en sus representaciones una vez en el trono. La inclusión de ambos elementos tiene más sentido en este retrato como alusiones a la conquista del reino de Nápoles por parte del soberano. Por otra parte, la cabeza que aparece en esta obra está replicada del retrato de medio cuerpo conservado en los Reales Alcázares de Sevilla, realizado por Antonio Sebastiani. En este caso, el rostro aparece ligeramente más amable. 

El retrato no recuerda por su factura ni iconografía a las representaciones más frecuentes de los primeros años del gobierno de Carlos de Borbón, ni como duque de Parma, en las obras pintadas hacia 1732 por Giovanni Maria delle Piane, ni en los que lo muestran como rey de Nápoles, en obras de Giuseppe Bonito o Francesco Liani. Es notorio, por tanto, que el anónimo pintor se muestra menos diestro que el maestro Jean Ranc, con un dibujo más plano y algo duro, sin conseguir transmitir las calidades de los materiales representados ni su volumen.

El cuadro forma pareja con otro de la reina María Amalia de Sajonia, de dimensiones similares, pero de técnica diversa y que parece derivar del prototipo Isabel de Farnesio del Mulinaretto.