Esqueleto de jirafa

Equipo de restauración:

Mariano Padilla Cano (Conservador), Aida Vega Abellán,  Ángela Ruíz Repiso,  Carolina González Sastre,  Claudia Mediavilla Bailo,  Cristina Roy Cordero,  Estíbaliz Bazán Martín,  Lucía Martín Blanco,  Lucía Rodeiro López,  María Morante Del Pozo,  Natacha Calama Martínez,  Nuria García de la Camacha Selgas,  Rubén Llorente Pérez,  Sara García Marrero,  Sara García Matesanz,  Teresa Alonso Hartyanyi  y  Violeta Vega Muñoz.

Nº inventario:

MACV5179

Colección:

Museo de Anatomía Comparada de Vertebrados

Autor:

E.C.V.

Firma:

No procede

Fecha:

1993

Dimensiones:

440 x 300 x 70. (cm)

Materiales:

Hueso natural, estructura de acero, resina epoxi de doble componente, paraloid B-72 15% en acetona, alcohol al 70% y alcohol 96%. 

Intervención realizada:

La intervención se hizo por la necesidad de limpiar profundamente el esqueleto, ennegrecido al estar en una zona de paso y sin protección, así como de recomponer correctamente la caja torácica y las extremidades, ya que las escápulas y los húmeros estaban montados demasiado juntos, lo que provocaba que las costillas se cerrasen demasiado e incluso no se pudieran colocar las dos primeras de cada lado. Primero se quitaron las extremidades delanteras completas (sin desmontarlas) y las costillas en su totalidad. Las extremidades y costillas se limpiaron en el taller de conservación del MACV al mismo tiempo que se hizo lo mismo con en el resto del esqueleto con la ayuda de un andamio. La limpieza se realizó con alcohol al 70% y alcohol al 96% consiguiendo así una desinfección profunda de los huesos.

Una vez hecha la limpieza se procedió al montaje de la caja torácica. Cada una de las epífisis de las costillas se protegió con paraloid B-72 al 15% en acetona, así como las zonas de articulación de sus vértebras correspondiente. Una vez protegido el hueso el montaje se hizo con resina epoxi de doble componente con carga, reforzada con pequeños pernos de acero inoxidable aprovechando los agujeros del montaje original en los huesos. Tras colocar de nuevo las costillas se procedió a la colocación de las extremidades delanteras separándolas y dejando las escápulas en una posición paralela, quedando de esta manera un montaje anatómicamente más correcto que el anterior. Al mismo tiempo que se realizaban estos trabajos se procedió a reforzar la estructura de acero que soporta el esqueleto, ya que cimbreaba y vibraba por el peso. Estos trabajos fueron realizados con gran profesionalidad por el Servicio de Mantenimiento-Cerrajería de la UCM con ayuda del técnico de mantenimiento de las facultades de Biología y Geología.