Camino de la sierra


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Camino de la sierra 

Emilio Sala Francés (Alcoy, Alicante, 1850-Madrid, 1910)

Dedicado y firmado en el ángulo inferior derecho: “a su amigo Simarro/Emilio SALA”

Hacia 1899-1900

Óleo sobre lienzo. 53,5 x 39,5 cm

Número de catálogo: CUC000312

Legado Luis Simarro



Esta pequeña obra ha figurado hasta ahora como Campesina envuelta en una saya. Sin embargo, el cuadro y el título al pee de la imagen aparecieron en la revista Blanco y Negro, en febrero de 1900, Tipos segovianos. Camino de la sierra. Por tanto, no solo ha de ser considerado como más apropiado, sino que también permite emprender el estudio de la obra de una forma más certera.

 

El cuadro remite a las representaciones de tipos que este pintor alicantino comenzó a realizar en la década de 1870, mostrando especialmente mujeres madrileñas, de rostro serio, a menudo ocultas bajo echarpes. Retomando esta idea, Sala comenzó a trabajar, en torno a 1899, en figuras femeninas populares, ataviadas con la indumentaria característica del lugar y representadas de busto o de tres cuartos, como en nuestro caso. 

 

En esta obra de formato vertical, la joven aparece con las manos ocultas por la capa ante un paisaje. La indumentaria resulta de una gran sencillez, la campesina se cubre por completo con una manta y la saya está únicamente esbozada. Todo ello impide conocer la vestimenta que llevaría debajo. Podría adivinarse la montera sobre su cabeza, por los destellos de color blanco que parecen simular los bordados que lleva el típico tocado segoviano que, sin embargo, suele desarrollarse más en altura. El paisaje carece de cualquier elemento identificativo que permita asociarlo a un lugar determinado de Segovia o de alguna localidad de la provincia. Las entonaciones pardas del montículo de la parte izquierda enfatizan el aspecto invernal del paisaje y aluden a la sierra a la que, según el título original, se encamina esta mujer.  

 

Los tipos de pincelada –suelta y briosa en las partes más destacadas y mucho más seca para el celaje y el paisaje– y la ausencia del dibujo de contorno de origen rosalesco (por Eduardo Rosales) de las décadas anteriores demuestran que la obra pertenece al estilo de las últimas décadas de su producción.