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"Tu papel es importante en tu propia seguridad clínica"

 

1. La comunicación directa y clara con su dentista es la piedra angular de su seguridad clínica.

Toda la organización profesional odontológica está trabajando, a través del OESPO (Observatorio Español para la Seguridad del Paciente Odontológico), para incrementar su seguridad clínica. Pero usted tiene un papel fundamental en este proceso: solicitar la información necesaria y aclarar cualquier duda.

  • Pregunte sobre cualquier aspecto de su estado clínico o de su tratamiento. Usted es el destinatario de la información y la debe conocer. No se avergüence de preguntar.
  • Conozca del nombre de las personas que le atienden. Todos los profesionales sanitarios con responsabilidad asistencial deben estar identificados, y usted debe conocerlos. También debe usted conocer al responsable sanitario encargado de coordinar su tratamiento.
  • Ante cualquier indicio de que se pueda producir un error (por confusión entre pacientes, por equivocación en la maniobra clínica, etc.), adviértalo. No tema equivocarse. Es mejor eso que sufrir un perjuicio evitable.
  • Advierta siempre, antes de cualquier prescripción de fármacos o tratamiento odontológico, de cualquier patología orgánica, alergia o intolerancia medicamentosa que usted sufra. No tema ser reiterativo.
  • Si tiene problemas de comprensión de la información que se le facilite, ya sea por el lenguaje técnico utilizado o porque usted no domine el idioma, solicite que se le aclare. Si es necesario busque a alguien que pueda traducirle adecuadamente la información.

 

2. Conozca su problema de salud y las posibles opciones terapéuticas.

  • Un paciente bien informado tiene menos riesgos de sufrir un error durante la asistencia.
  • No firme ningún documento de consentimiento informado que no comprenda bien. Solicite todas las aclaraciones necesarias y, si es preciso, un tiempo de reflexión y consulta.
  • No tema solicitar otra opinión clínica ante problemas complejos.

 

3. Conozca los medicamentos que toma y su finalidad terapéutica.

Los errores en la medicación son la primera causa de problemas evitables en la asistencia sanitaria, también en la odontológica.

  • Lleve a su dentista un listado actualizado de los medicamentos que está tomando, su dosis y para qué son.
  • Incluye también cualquier hierba medicinal, complejo vitamínico, medicamento que no precise receta (por ejemplo, la toma habitual de aspirina) o medicamento que tome habitualmente desde hace tiempo (por ejemplo, anticonceptivos orales).
  • Advierta a su dentista siempre que vaya a prescribirle un medicamento de alergias o intolerancias, aunque ya lo haya hecho con anterioridad. También debe advertirle de problemas que puedan suponer la necesidad de modificar las dosis habituales de los medicamentos (por ejemplo, problemas renales).
  • En caso de que tome usted muchos fármacos, pregunte si el nuevo medicamento que le prescribe su dentista no tiene ninguna interacción con los que usted toma habitualmente.
  • Cuando se le prescriba un fármaco usted debe comprender perfectamente su utilidad, la dosis, el momento de la toma, la duración del tratamiento y los posibles efectos secundarios que pueda tener (incluyendo las restricciones en la toma de alcohol).
  • Usted debe poder leer el nombre del medicamento escrito en la receta, y las instrucciones sobre la toma. Si usted no consigue leer el nombre del medicamento, es posible que tampoco pueda hacerlo correctamente el farmacéutico, y equivocarse.
  • Si en algún momento piensa que ha tomado una dosis elevada de cualquier medicamento prescrito, llame al Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología (915620420), o acuda a su centro de salud a consultar.
  • Informe a su dentista y a su médico de cualquier reacción extraña que usted sufra durante la toma del medicamento. Si es importante, no dude en consultar. 

 

4. Contribuya, en la medida de lo posible, a evitar las confusiones que se pueden producir durante la asistencia odontológica.

  • Sepa que tratamiento se le va a realizar, y también qué se le va a hacer cada día. Si algo le extraña, pregunte.
  • Pregunte si necesita algún tipo de preparación (o toma de medicación) antes de la maniobra odontológica programada.
  • En caso de ser derivado/a a otro centro para la realización de una parte del tratamiento, advierta también allí de cualquier circunstancia que puedan comprometer su seguridad clínica (patologías generales, alergias, etc.).
  • En caso de extracciones dentarias (en especial sino las realiza el profesional que las indicó), cerciórese de que el dentista no tiene dudas sobre el diente a extraer.
  • Al finalizar el tratamiento usted debe saber qué puede esperar de dicho tratamiento, qué instrucciones se le dan y cuándo debe acudir a revisión. También debe conocer qué hacer si surge cualquier circunstancia imprevista.

 

5. En caso de intervención de cirugía oral:

  • Usted debe conocer claramente la finalidad de dicha intervención.
  • Usted debe saber qué precauciones debe observar antes de la cirugía (toma o retirada de determinados medicamentos, ayuno o no, etc.).
  • Usted debe saber si debe ir acompañado.
  • Usted debe saber si se va a utilizar algún procedimiento de sedación.
  • Antes de la cirugía, usted debe saber qué se le va a hacer y la zona a intervenir. Cerciórese de que el profesional también lo tiene claro.
  • Al terminar la intervención, si no se encuentra bien, no abandone la clínica y adviértalo al personal sanitario.
  • Cuando usted abandone el centro debe tener instrucciones postoperatorias escritas y claras, debe conocer las posibles complicaciones que pueden surgir después del tratamiento, y qué hacer si se presentan. En caso de que se le haya prescrito algún medicamento, las precauciones son las mismas que las señaladas en el apartado correspondiente.

 

6. En caso de niños (menores de 16 años), usted como padre, madre o tutor/a legal es el responsable de dar el consentimiento para el tratamiento. Nada se debe hacer al menor (salvo tratamiento de urgencia) que usted no autorice. Por lo tanto las precauciones son, en principio, similares a las que tendría que observar para usted mismo. No obstante el tratamiento de los niños tiene algunas peculiaridades relacionadas con la seguridad del paciente que usted debe conocer:

  • Aunque usted es el responsable legal del menor, éste también debe conocer y comprender, en la medida de su madurez, la información y las instrucciones terapéuticas que se den.
  • Las dosis de los medicamentos han de ajustarse al peso del niño (y éste es muy variable dependiendo de su edad, sexo e índice de masa corporal). Cerciórese y pregunte sobre la dosis prescrita.
  • Pregunte si se puede triturar una pastilla o camuflar un medicamento en alguna comida o bebida.
  • Esté atento a cualquier sintomatología extraña del menor, y relaciónela con la toma del medicamento.
  • Esté atento a posibles sobredosis. Algunos medicamentos frecuentemente utilizados en odontología pueden ser peligrosos a altas dosis. Ante esta posibilidad, consulte al Servicio de Información Toxicológica del Instituto Nacional de Toxicología (915620420), o lleve al menor a su centro de salud u hospital.
  • En caso de realizar pruebas radiográficas, pregunte sobre su absoluta necesidad, y cerciórese que protejan al menor con un delantal de plomo.
  • Cuide de que el menor mantenga un adecuado grado de higiene bucodental después de cualquier intervención odontológica. Un inadecuado control de placa bacteriana puede contribuir a que se sobreinfecte una herida quirúrgica.
  • Y como siempre, ante cualquier duda, no tenga ningún reparo en preguntar.

 

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