Renta garantizada para "recuperar el capital humano" que "se busca la vida"

7 de julio Miguel Laparra. Vicepresidente de Derechos Sociales, gobierno de Navarra
La Europa de la fractura social

 “La gente sale de la pobreza no tanto porque le ayudemos sino porque se busca la vida en el mercado de trabajo, no por las prestaciones. Tiende a superar la pobreza por su esfuerzo”. Desde este punto de partida, Miguel Laparra explica que la cuestión radica no tanto en las transferencias asistenciales como las económicas, “el problema no es tanto la falta de recursos sino la propia ineficiencia del sistema”.

“El sistema no se ha diseñado como un todo, sino por avalanchas. Está muy dividido por el eje personas fuera mercado trabajo /potencialmente activa y el eje asistencia social/seguridad social”, asegura Laparra, que añade que “podría haberse articulado más, pero tiene problemas de coordinación y administrativos”.

 

Aunque “tenemos muchas prestaciones” muchas de ellas están “por debajo del umbral de la pobreza severa”. Por eso, la reciente reforma de la renta garantizada en Navarra es un ejemplo de cambio de dinámica: “Los programas de rentas mínimas pueden tener una gran impacto en la pobreza severa, tienen que ser un elemento entre otros muchos. En Navarra estamos trabajando en una reforma fiscal potente, más progresiva; en segundo lugar, políticas de empleo y en tercer lugar, la propia política de vivienda que hay que reinventar en este país. En concreto ley de vivienda paralela a la renta mínima garantizada”, explica.

Laparra estima un aumento de más del 30 por ciento de la cobertura y de un 17 por ciento en las cuantías, con la reforma. También resalta la eliminación de requisitos superfluos: 18 años, residencia en Navarra de 2 años -12 meses para familias con menores-, capacidad económica insuficiente. Laparra destaca la “especial incidencia en la pobreza infantil y la exclusión severa” y la “extensión cobertura inmigrantes irregulares y a mayores 65 años”. Hasta ahora la renta garantizada parece no concitar controversias, “hay un apoyo político importante (dos tercios) con apoyo militante organizaciones sociales. Ni tan siquiera las fuerzas conservadoras se están atreviendo a criticar la reforma, la defensa social ha sido fuerte”.

Defendiendo políticas social investment y resaltando los beneficios de atender la exclusión severa ya sea porque “reduce la fricción social, como prevención, como inversión social, por derechos humanos”, concluye en relación al “capital humano”: “lo que se ha destruido por la crisis hay que recuperarlo”