Relaciones laborales: "tocadas", "mercantilizadas" y "desregularizadas"

6 de julio Mesa redonda: Democratización de las relaciones laborales
Modera: Ignacio Álvarez. Participan: Inmaculada Cebrián. UAH Santos Ruesga. Catedrático de Economía Aplicada, UAM

“Con la reforma laboral 2012 las relaciones laborales quedan tocadas”, a partir de ahí Inmaculada Cebrián desgrana la situación actual del mercado y relaciones en el ámbito laboral. “La OIT ha hecho estima que hasta el 2023 no recuperaremos el nivel de empleo antes de la crisis, la cosa va muy mal”, continúa.

Cuando muchos ya no cobran ni prestaciones, “ha subido el porcentaje de paro de larga duración (60%). Más del 70 por ciento de los que llevan un año o más en el paro, ya llevan dos, ya tampoco perciben prestaciones”, nos enfrentamos a un “debilitamiento de la negociación colectiva” que “hace que incluso el convenio no se firme y se ponga sobre la mesa solo el Estatuto de los trabajadores y el salario mínimo”. Un “efecto amenaza” ante la perspectiva de que quedarse sin convenio que provoca que “los sindicatos bajen el nivel de exigencia, sean más moderados en sus requerimientos, y a deflación salarial que eleva los niveles de pobreza y genera desigualdad”, analiza Cebrián.

 

Para Cebrián hay una gran falta de información, los últimos datos son de 2010, sobre el papel de los sindicatos, pero los cambios de la reforma laboral han reducido la afiliación y se ha debilitado su papel. Por eso considera importante que “se recupere el papel de la negociación colectiva y que los sindicatos reconozcan sus errores”. “Tienen que atraer a la clase trabajadora, convencer a la clase trabajadora… Los sindicatos son conscientes de todo lo que han perdido e intentarán recuperar su papel en la sociedad”; en un momento en el que para Cebrián “las relaciones laborales se están sacando del marco del derecho del trabajo y se están llevando al mercantil”.

En esta línea, Santos Ruesga apunta: “se interpreta la relación laboral como una relación de mercado que hay que desregularizar”. Desde el análisis de la “estrategia de flexiseguridad de la UE” que “aquilata un modelo de traslación del riesgo hacia los asalariados, el eslabón más débil y sus consecuencias en la distribución de la renta” y advierte: “lo que estamos viviendo ahora no es sólo consecuencia de la crisis sino del cambio de comportamiento de las élites sociales y políticas. Tiene consecuencias en la distribución funcional de la renta y en el conjunto de la distribución de la renta” y “las reacciones que se han producido en este entorno no son casualidad, son una secuencia de estrategias de políticas” centradas en austeridad y reformas estructurales, resume

Viendo los esquemas europeos en este campo, Ruesga explica “cuando uno va a la realidad se encuentra enorme asimetría entre los países europeos” y por el momento, “es difícil que la estrategia de flexiseguridad tenga una convergencia”. Incluso, asegura, ha fallado la estrategia 20 20 para conseguir países más flexibles y aparentemente más seguros, la propia “Comisión Europea reconoce, en 2012, que el resultado es más flexibilidad y, al menos, no hay más seguridad”. Por eso cita a Stiglitz: “Esto no avanza si no somos capaces de cambiar la ideología de corte neoliberal que lleva a ansiedad en el voto y mayor agresividad”