“Crecimiento desmaterializado y descarbonizado+ lógica de resistencia y sostenibilidad”

6 de julio Ignacio Álvarez. Director
Desigualdad y mercado de trabajo. Una nueva política económica

Con Ignacio Álvarez crecimiento, demanda y distribución de la renta,…conectan su complejidad con la desigualdad y la sostenibilidad. “La desigualdad y la distribución de la renta juegan un papel en la economía, pueden tener un impacto en efectos macroeconómicos”, asegura.

“La distribución de la renta condiciona el modelo de crecimiento, condiciona la demanda y condiciona el crecimiento económico. La primera distribución de la renta, la distribución de mercado, condiciona la distribución final de la renta y en las últimas décadas se ha hecho más inequitativa y muy en particular en el curso de la crisis”, continúa. Por ejemplo, “el 15% de los asalariados tiene un trabajo pero está en situación de pobreza, hoy en día”.

 

En estas circunstancias, Ignacio Álvarez introduce variables de análisis como el factor redistributivo del estado, el cambio tecnológico, la entrada de mano de obra barata, la presión de los accionistas sobre la negociación salarial, la bajada de los impuestos a los más ricos, los cambios en la negociación colectiva con un 90% de pymes o el coste del despido. Para concluir que “las instituciones de negociación colectiva cumplen un papel igualador. Las instituciones del mercado del trabajo son clave en la desigualdad, en la distribución funcional de la renta. La caída de los salarios sobre el PIB tiene que ver con caída de la densidad sindical, erosión protección sobre el empleo, convenios colectivos…”

Pero para Álvarez, “la calidad democrática tiene que ver con el papel de la igualdad y la desigualdad en una sociedad”. Frente al modelo chino en el que la desigualdad es la base del crecimiento económico y del empleo, Álvarez apuesta porque hay “un elemento de eficiencia en las sociedades más equitativas”. “Que crezcan los salarios no necesariamente reduce la competitividad de las empresas. ¡A ver si Alemania y Suecia son más competitivas porque sus trabajadores cobran muy poco!”, añade.

“Habrá países impulsados por los salarios y otros por los beneficios, va a depender de muchos factores. Los estudios nos dicen que en las grandes economías europeas el crecimiento está impulsado por los salarios. China es el ejemplo clásico que está impulsado por los beneficios”, y recuerda que en el país asiático los estudios recomienda cambiarlo para contener la conflictividad social interna. Gráficamente: “la cantidad de yates que puede comprarse una persona es limitada, no genera crecimiento sino ahorro”.

Álvarez pone también de manifiesto el fallo de la receta: “reduzcan los costes laborales, los salarios para ganar por la vía de exportaciones. Pero el efecto negativo en términos de consumo desborda el efecto de las exportaciones”,

Llegados a este punto, Fernando Luengo resaltó que “los salarios son una parte pequeña de los costes de las empresas y quienes insisten en actuar sobre costes laborales actúan sobre una pequeña parte”, explicando que los costes no laborales como la energía, etc son la mayor parte. Y se preguntaba,“ ¿por qué no defendemos que los salarios altos o decentes son claves en un enfoque de transformación productiva de la empresa, son un factor de modernización?

Ignacio Álvarez reconocía que “los salarios son un coste importante o no dependiendo del tamaño empresarial” al tiempo que afirmaba “que la competitividad salarial depende de los salarios es un cuento chino, depende de los sectores”

Álvarez apuesta por los enfoques “heterodoxos” en economía productiva –“el contenido de las reformas estructurales lo ha dictado la economía ortodoxa”- y recuerda que “la estructura productiva de la economía española no se puede cambiar hoy en día sin la intervención del estado, del sector público”

A la postre, “un enfoque de demanda que ponga fin a la austeridad, transformar la estructura productiva y un crecimiento traducido en desmaterialización. Yo defiendo que tiene que haber un crecimiento desmaterializado y descarbonizado. Hoy día crecer significa crecer en servicios sociales desmaterializados”, afirma Álvarez.

“El ciclo al que hemos asistido desde los 80 a nivel mundial ha planteado una toma por asalto de las instituciones, una captura institucional que ha decantado las instituciones del trabajo a la defensa de derechos de minoría, élites. Hay que plantear una lógica de resistencia: defensa de las pensiones, conservación de instituciones como los sistemas nacionales de salud,... otras tienen que ser profundizadas”, insiste Álvarez, sin olvidar otro punto fundamental: “Si queremos construir un mundo mejor tenemos que tener un mundo. La lógica de la rentabilidad tendrá que cargar con la sostenibilidad”.