"La austeridad ha llegado para quedarse"

Fernando Luengo. Director
4 julio Conferencia inaugural. La desigualdad: ¿un lastre para las economías?

“La austeridad ha llegado para quedarse, es un elemento de la estructura de este capitalismo que ha surgido de la crisis”. Así de rotundo se mostraba Fernando Luengo, director del curso, en la conferencia inaugural, que tras la presentación de Ignacio Álvarez, también director, comenzó la primera jornada con objetivos como ver “qué hay de nuevo en materia de equidad en la crisis, especialmente a partir de 2010”, “cómo hipoteca la desigualdad la superación de la crisis” (para Luengo, no hay salida de la crisis sin equidad) o “cómo abordar el desafío de la reducción de la desigualdad”.

 

 

El profesor de la Facultad de CC Económicas y Empresariales de la UCM, aportó su visión de la desigualdad lamentándose de que en “los espacios académicos se sigue explicando lo mismo. El mundo académico parece impermeable”, a pesar de fenómenos como que “el origen, no el único, de la crisis económica, está en la inequidad y que el protagonismo de la industria financiera tiene que ver con la desigualdad”, ese “fenómeno poliédrico” que “no solo es de ingresos, sino también de riqueza” y que incluye “género, inclusión social, cambio climático,…”

En este escenario, “España es el prototipo de la fractura social”, si seguimos los estudios de los indicadores, afirma Luengo. “Es uno de los países donde ha habido más concentración de la riqueza en los últimos años” y “la tijera salarial se ha abierto enormemente” en nuestro país -concluye el profesor- “los segmentos intermedios han sufrido un proceso de degradación”.

Y a nivel europeo “el objetivo es el cumplimiento de los objetivos de déficit y la redistribución queda eliminada”. En esta ruptura en los equilibrios de poder, “las élites se han apoderado de la política y de las instituciones”, afirma Fernando Luengo. “Se abre un período de bajo, inestable, crecimiento económico y cobra lógica la desposesión de la riqueza a la mayor parte de la población”, continúa.

Por eso, preconiza que “la equidad debe ser el santo y seña de la política, trasladarse a la ciudadanía y ojalá al debate académico”. “Una economía más eficiente necesita más equidad”; como ejemplo de que la ecuación crecimiento-igualdad “no funciona”, en el apartado del empleo “tampoco el crecimiento produce empleo en cantidad suficiente”, asegura, por lo que hay que añadir “desconcentración y democratización al debate productivo”.

Ignacio Álvarez recuerda que “la salida de la negociación colectiva de dos millones de trabajadores” supone “un profundo cambio en el terreno de juego”. Recuerda la importancia de la ley: “establece marcos y lógicas institucionales para negociar procesos de redistribución de la renta”. “Si sumamos la bajada de salarios nominales, las horas extra no remuneradas y la intensificación de la explotación del trabajo”, la caída de los salarios llega para Luengo a niveles “impensados” para los propios empresarios. Y sostiene que “hay que defender que los salarios avancen en línea con la productividad porque “no ha funcionado que la moderación salarial nos haga más competitivos”.