Experiencia ECL

  TESTIMONIO DOCENTES PARTICIPANTES

 

 


La relación entre España y Latinoamérica siempre es de re-descubrimiento, de afectos y también de lejanías. Nos une la lengua que es la semilla de nuestras poesías. Poesías que también emergen de nuestros pueblos originarios en sus dulces idiomas maternos, para forjar un mundo nuevo que lucha por su espacio y por su cultura. Es así como en las migraciones del dolor, ambas tierras se han unido para acoger a los que solo viajaban con el alma como abrigo porque ya nada tenían. En este espacio de vida se ha ido configurando una relación que a veces lejana, busca siempre lo mejor de las personas. La maravilla de la ECL es que nos lleva a todos a repensar nuestras sociedades; en sus fragilidades, en nuestros prejuicios, pero sobre todo nos lleva al límite de que ninguna diferencia en nuestros pueblos es mayor que el sacrificio que hicieron los que nos permitieron estar acá. 

 

Francisco Castañeda

Profesor Universidad de Santiago de Chile (USACH)

 

 
En este momento, tal vez América Latina sea uno de los contextos intelectuales y sociales más enriquecedores, dinámicos y generosos en los que un investigador pueda interactuar. La ECL constituye una oportunidad extraordinaria para comprobar el interés, la ilusión y el entusiasmo que sigue despertando el mundo del conocimiento en ese ámbito, y  para crear redes, relaciones y proyectos que resultan tan satisfactorios en términos intelectuales como emocionales y humanos. Frente a la omnipresencia de lo anglosajón en el mundo académico, la ECL ofrece un contrapunto necesario para valorar la riqueza y profundidad que sigue generando el pensamiento que se habla y escribe en español.  

 

Profesora Almudena Hernando.
Facultad de Geografía e Historia e Instituto de Investigaciones FeministasUCM. 

 

 

Mi experiencia en la Escuela Complutense Latinoamericana ha sido extraordinaria. Durante estos últimos diez años he visitado diferentes Centros universitarios en varios países y he podido complementar el conocimiento, que ya tenía, de estas Universidades desde el año 1972 en que las visito frecuentemente. La principal característica es poder compartir estilos y hábitos de enseñanza y práctica de una manera directa con el profesorado de la sede que nos recibe. Conseguir transmitir enseñanzas y tecnologías para contribuir a desarrollar juicios críticos entre los alumnos es uno de los aspectos que más me ha interesado. Por otra parte he podido, también, contribuir a crear una atmósfera de solidaridad y amistad con gran parte del profesorado de la UCM.  A partir de estos cursos se han derivado publicaciones conjuntas, proyectos de investigación y nuevas visitas en los años posteriores. En definitiva, considero que esta actividad es uno de los mascarones de proa de nuestra Universidad.

   

Profesor Antonio Bascones.
Facultad de Odontología. UCM.   

 

 

 

Impartí mi primer curso en Guadalajara 2011, tras ser invitado por su directora María Vallet. Desde entonces soy un fan de la ECL. He participado con Marita en otras cuatro ediciones: en Puebla (dos veces), Buenos Aires y Cartagena de Indias. La idea es magnífica y tiene todos los detalles optimizados. La oportunidad de convivir con profesores UCM de diferentes especialidades es única. Asimismo, son gratificantes las interacciones con los profesores de la contraparte y con los alumnos, que tienden a cristalizarse en estancias, intercambios, proyectos, etc. Mención aparte merece el apoyo de la dirección y del personal técnico, muy resolutivos. Las sombras de estos cursos son la dificultad para encontrar una contraparte que se involucre en reclutar alumnos y su tendencia a apurar plazos. Con todo, participar en estos cursos es una experiencia muy recomendable a la que se une el orgullo de sentirse “embajador” e imagen de la UCM. 

 

Profesor Antonio J. Salinas Sánchez.
Facultad de Farmacia. UCM.

 

 

 

Con casi tres décadas de vida académica a mis espaldas pocas actividades ha habido tan gratas como las de la Escuela Complutense Latinoamericana, oportunidad única para percibir el inmenso capital humano existente en los países que en ella participan. La vocación americana es seña de identidad de la Universidad Complutense. Bueno es, por ello, que dicha vocación se refuerce con lazos que nos hacen más visibles a nosotros y a nuestro trabajo, y que nos permiten expandir el conocimiento más allá de nuestra esfera más cercana, con contacto directo con docentes y alumnos de otras naciones. En lo personal, ha sido ocasión para conocer a magníficos compañeros de otras áreas de conocimiento de mi propia Universidad, poniendo así en valor lo que realmente es ser complutense y lo que la Universidad Complutense realmente es. Felicidades por estos primeros diez años y gracias por dejarme ser partícipe de esta gran aventura”.

   

Profesor Jesús María González.
Facultad de Derecho. UCM.  

 

  

“Mi participación en la Escuela Complutense Latinoamericana ha constituido una de las experiencias docentes más gratificantes a lo largo de mi carrera profesional. He tenido el honor de colaborar con esta iniciativa en cuatro ocasiones, dos en Argentina (Universidad de Buenos Aires –UBA-) y dos en México (Benemérita Universidad Autónoma de Puebla –BUAP-), impartiendo clases sobre uno de los temas de mi especialidad, cual es el sistema procesal penal acusatorio en España e Iberoamérica, que siempre ha tenido una gran acogida en dichas Universidades públicas. Por otra parte, se han creado vínculos permanentes con las contrapartes argentinas y mexicanas, cumpliendo así uno de los fines que pretende la Universidad Complutense de Madrid, a través de la ECL. En concreto, por expresa invitación de su máximo responsable, el Profesor Dr. Rafael Sánchez Vázquez, he sido integrado en la Red Nacional de Procuración e Impartición de Justicia de México, en calidad de Colaborador Externo, y he sido invitado en dos ocasiones a participar como ponente en sendos Congresos Internacionales organizados por el Instituto de Investigaciones Jurídico Políticas de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la BUAP.”

 

Profesor José Manuel Chozas Alonso
Facultad de Derecho. UCM. 

 

 

Nunca un continente lo sentí más cercano, nunca imaginé que pudieran hermanarse tanto los saberes, nunca disfruté de modo igual olores, colores, ritmos y sabores y cantes de ida y vuelta. Nunca pareció la ciencia más amable, ni tejer redes de amigos y maestros más natural y fácil que en los días compartidos en las Escuelas.

De la andadura de una década quedan recuerdos vívidos, proyectos que de sueños se han hecho realidad y han dado y dan cabida a tantos, que ya sentimos que nuestra comunidad ha desdibujado las fronteras. Y, con todo ello, la riqueza de la diversidad de miradas no impide reconocerse en el otro en el trabajo constante por la calidad, muy al contrario, es esa interculturalidad que permea relaciones y ciencia la que hace que sumemos y crezcamos.

Nunca la Complutense hizo sentir su voz con tantos acentos, nunca me sentí más hermana latinoamericana que conviviendo con colegas y ya amigos en estas Escuelas 

 

Profesora Leticia García Villaluenga.
Facultad de Trabajo Social – Instituto de Mediación. UCM.

 

  

Mi experiencia docente con la ECL puede resumirse en la palabra ENCUENTRO. Sí, han sido en todos los casos encuentros entre personas con trayectorias profesionales y personales diversas, pero con algo muy importante en común: el afán y la pasión por compartir conocimientos, experiencias, nuevos enfoques y perspectivas, con los alumnos, los profesores de la contraparte argentina y los colegas de la UCM de Facultades distintas a la mía. De todo y de todos he aprendido. He tratado de aportar lo que creo conocer, aunque a estas alturas de la vida tenga más preguntas y dudas que certezas. Me he sentido feliz, en sintonía con todos, comprobando una vez más que la distancia se puede medir en kilómetros, pero que todo se hace cercano cuando hablamos (es mi caso) de psicología y educación. Siempre encontré en los alumnos un alto nivel de participación y motivación, creándose un clima constructivo y comunidades de aprendizaje. Las evaluaciones de los cursos, en fondo y forma, reforzaron en mí la idea de que las propuestas presentadas habían valido la pena. Sobre la organización de estos cursos por parte de la ECL, mi elogio y agradecimiento hacia todos sus responsables. Creo que la ECL ha cumplido y está llamada a cumplir el papel de verdadero enlace entre Universidades de las dos orillas, nadie ocupa este espacio. Y, como se decía en aquella clásica película, también los cursos han constituido para mí el comienzo de grandes amistades”.

  

Profesor Luis Fernando Vílchez.
Facultad de Educación. UCM.

 

 

Llevo participando en la ECL desde 2006 en varias ediciones y en varias Universidades diferentes y todas ellas tienen un denominador común, ya que se trata de un punto de encuentro académico y profesional, en el que todos aprendemos. Gracias a la ECL, los profesores de la UCM nos conocemos entre nosotros puesto que se concentran cursos de especialistas tanto del área de Ciencias Sociales, Humanidades, Ciencias de la Salud…. y es una buena oportunidad, ya que el día a día no te lo permite siendo la UCM una Universidad muy grande. Los profesores aprendemos a disfrutar y compartir las clases, impartiendo docencia con los profesores de las distintas Universidades de destino y además los alumnos aprenden y a la vez nos enseñan sus diferentes enfoques de la disciplina académica. Es pues, una experiencia enriquecedora para todos: profesores y alumnos, que se hace realidad año tras año gracias a la óptima organización por parte del personal de la Fundación UCM. Gracias!

 

Profesora Mercedes Rodríguez Paredes
Facultad de Comercio y Turismo. UCM.

 

TESTIMONIO ALUMNADO PARTICIPANTE 

 

 

Participé de la primera edición de la Escuela Complutense en Latinoamérica que se realizó en la ciudad de Córdoba de mi querido país, la República Argentina, en febrero del año 2006. Esa primera experiencia, y digo primera porque luego hice dos escuelas más, fue muy significativa para mí tanto a nivel académico como personal. Un tiempo más tarde, fui a la segunda edición de la escuela en la ciudad de Puebla, México, donde realicé el curso de “Cooperación Internacional al Desarrollo”. Esa experiencia fue reveladora porque fue mi primer viaje al exterior sola y una gran aventura que significó ganar amigos para toda la vida y forjar mi destino por los caminos de la cooperación internacional en los que hoy sigo incursionando. En el año 2013, participé de la escuela en Buenos Aires para perfeccionarme en “Cooperación e Integración en tiempos de crisis: un estudio comparado entre Europa y Latinoamérica”. Hoy, a una década de sus orígenes y habiéndome acompañado la ECL en un tercio de los años de mi vida, celebro especialmente este aniversario y felicito a quienes han logrado hacer realidad esta iniciativa, que sobresale por su excelencia académica, calidez humana, multiculturalismo y  cooperación universitaria sin fronteras.

 

María Blanca Pesado Riccardi.
Argentina.

 

 
En la búsqueda de espacios para capacitación y actualización de conocimientos a la vanguardia de los adelantos científico-tecnológicos, encontré en la Escuela Complutense Latinoamericana como el medio que propicia escenarios en los que no solo es posible aprender a conocer sobre temáticas interesantes, sino también, a aplicar, valorar y participar con otros profesionales de diversas áreas y nacionalidades. Cada una de las ediciones en las que he participado, me han dejado sin duda una experiencia de trabajo  interdisciplinar rica, que ayuda a revalorizar los conocimientos, las actitudes y las perspectivas como docente en bien de mis estudiantes y por consiguiente de la institución donde trabajo.  

 

 

Corina Flores Villarroel.
Bolivia.

 

 

La Escuela Complutense Latinoamericana ECL me ha dado la oportunidad de actualizarme, compartir conocimientos, conocer nuevos lugares y culturas,  e interactuar con profesionales de otros países. Me permitió ampliar mi visión, crear redes de contactos con profesionales y compañeros con intereses comunes. Mi labor docente se ha enriquecido a través de los cursos de alto nivel académico de las versiones que he asistido en la ECL. Estoy muy agradecida por este programa.

 

Rosemary Torrico Bascopé
Bolivia.

 

 

Falar sobre a Escuela Complutense Latinoamericana é uma alegria. Conheci-a em Cartagena das índias, Colômbia, e já estou encantado. Foram 15 dias de conquistas pessoais (amigos) e um vasto aprendizado acadêmico. Tudo irretocável. Tornou-se, em fim, um sonho anual retornar a Escola; rever os amigos; e construir ideias para um Mundo melhor, mais fraterno e humano.

 

Thiago Alencar Alves Pereira.
Brasil.

 

En el contexto de un trabajo de investigación en salud y flujos migratorios de personas, se produjo mi primer contacto con la Escuela Complutense Latinoamericana. Así fue que viajé a la Universidad de Santa Catarina en Brasil, para realizar una diplomatura sobre prevención del VIH/SIDA en jóvenes adolescentes. La excelencia del curso constituyó para muchos de nosotros un salto de calidad y formación complementaria en esta área de la Salud Pública.

A raíz de este encuentro académico, las relaciones profesionales y personales fueron incrementándose en el seno de la filosofía que enmarca esta formidable iniciativa de la Universidad Complutense a través de su Fundación; adquirir conocimientos actualizados y contingentes, mediados por la interacción universitaria con los países iberoamericanos y basada en cursos de excelencia académica.

Así también se fortalecieron las relaciones humanas tejidas al calor y desarrollo de estos cursos en Cartagena de Indias (Colombia), Puebla (México) y demás países de la región. Ahora con Chile en el horizonte.

A destacar sin duda la completa entrega para el buen desarrollo de este fin, en los equipos administrativos y docentes tanto de la Complutense como de las demás universidades de los países anfitriones. Mi saludo a todos por esta gran iniciativa que espero persevere y se perpetúe con los años en aras de un espacio común y participativo del conocimiento.

Antonio Pizarro Barrera.
Chile.

 

 

Con bastante alegría recibo la noticia de elaboración del libro conmemorativo de los 10 años de la Escuela Complutense Latinoamericana, además de emoción por tenerme en cuenta para dar a conocer mi opinión frente al curso tomado en Puebla (México).

“Quiero expresar mi agradecimiento a la Escuela Complutense Latinoamericana, por brindarme la oportunidad de tener acceso a un nivel educativo de talla internacional, fue una experiencia engrandecedora tanto a nivel profesional como personal. A nivel profesional, ya que me permitió ampliar mi conocimiento jurídico sobre la legislación, experiencia y dinámica de los derechos humanos, no solo en relación al pueblo mexicano, sino con la de los múltiples países que hacían parte del curso.

Por otra parte, puedo decir que, a nivel personal, me permitió conocer otra cultura, compartir experiencias con compañeros de diversos países, conocer a personas maravillosas, quienes a la fecha, se han convertido en verdaderas amistades.

Solo me resta dar las gracias a la Escuela Complutense Latinoamericana, por el apoyo académico y económico que dan tanto a estudiantes como profesionales que buscan ampliar su conocimiento a nivel personal y profesional, ya que esto permite romper fronteras y pensar que cuentas con el apoyo para crecer y progresar cada día más”.

Karen Andrea Sarmiento Camargo
Colombia

 

 

Este año tuve el honor de ser estudiante en la ECL en Cartagena. No podría catalogar mi experiencia en la ECL desde  un ámbito unidimensional, debido a todos los factores que la conforman. El privilegio de conocer la bellísima ciudad de Cartagena de Indias,  su bien conservada arquitectura y la memoria intangible de sus habitantes; el poder conocer a compañeros y maestros que llevan consigo las realidades de los diferentes rincones de América y España,  hacen reconocerte en el otro, entender sus culturas y vivencias, para finalmente construir un pacto de amistad que perdura más allá de las aulas.

Y lo más importante, la transmisión de conocimientos de los maestros con amplia trayectoria y experiencia enriquecen un proceso de aprendizaje perfectamente acompañado por sus organizadores.

 

Lizzette Hermosa Román.
Ecuador.

 

Dudas, inquietud y nerviosismo fueron los primeros sentimientos que tuve al recibir la notificación de que había sido aceptado para participar en la Escuela Complutense Latinoamericana. Nervios ante lo desconocido, ante la irrepetible experiencia de conocer un lugar nuevo y, sobre todo, ante la posibilidad de enriquecer mi formación académica y compartir conocimientos con gente de distintas nacionalidades.

… Sin poder detener el tiempo llegó el momento de poner punto y aparte. El momento de echar la mirada atrás y recordar el bagaje adquirido con una sonrisa. Atrás queda el recuerdo de todas aquellas personas que me acogieron y brindaron un pedacito de sí mismas y de sus lugares de origen.
Espero volvamos a encontrarnos en el camino. Hasta siempre, Buenos Aires.

 

Jonatan Carrizo Freile.
España.

 

  

Mi experiencia en la escuela latinoamericana ha sido además de enriquecedora académicamente, una ocasión de acercarme a diferentes ideas, costumbres, creencias, realidades y formas de lograr y buscar objetivos comunes de formas distintas, siempre con un toque de alegría y novedad. Fue una excelente oportunidad de compartir lo vivido, lo que realiza cada uno es su entorno y crear nuevas experiencias, conocer a personas que se volvieron amigos entrañables y lugares que conservare en ese recuerdo colectivo que creamos los asistentes, ya sea por el idioma, la rama de estudio, las diferentes geografías, los interés comunes, las diversas realidades o el dialogo cotidiano con compañeros de todo el mundo. Fue una oportunidad increíble que me proporciono herramientas para ser un mejor profesionista y vivencias para convertirme en una mejor persona.

 

Germán Emilio Pérez Zayas.
México.

 

 

Soy abogada con especialidad en Derechos Humanos, participe en la Escuela Complutense Latinoamericana, realizada en Puebla, México en el 2015. El curso que elegí para esta edición fue, “Retos y desafíos de los derechos humanos en la aplicación del sistema penal acusatorio Adversarial en Iberoamérica”, la metodología y la enseñanza comparada del derecho ha sido totalmente enriquecedora y valiosa para mi formación profesional, desde el surgimiento del debate se vive un ambiente académico sin fronteras. Asimismo desde un punto de vista cultural es totalmente agradable conocer a muchos colegas de diferentes partes del mundo, y compartir de nuestras raíces, de esta experiencia valoro mucho a las personas que conocí y que hoy son mis amigos y amigas. Estoy convencida que volveré hacer parte de una próxima edición de la Escuela. 

 

Susan Geraldine Espinoza Cruz.
Lima- Perú.

 

  

La Escuela Complutense Latinoamericana, es un espacio de aprendizaje  en el que se intercambian opiniones y experiencias entre alumnos y profesores sobre temas de actualidad, sin dejar de lado los grandes pensadores. Se fomenta la amistad y el compañerismo entre los alumnos, así como la unión entre los pueblos.
Durante mi participación compartí con profesionales latinoamericanos y europeos que enriquecieron mis conocimientos a través de los distintos enfoques dados a los temas tratados, abriendo así un abanico de opciones en el campo laboral.

 

Zoila Poueriet.
República Dominicana.

 

 

La Escuela Complutense Latinoamericana me permitió vivir una experiencia académica de primer nivel, y conocer a destacados jóvenes de diversas partes del mundo, firmemente comprometidos con los desafíos de la realidad actual, y deseosos de contribuir a su resolución desde sus respectivas áreas de conocimiento. Recomiendo altamente participar de la Escuela y aprovechar la potencialidad de la misma para continuar cultivando nuestro conocimiento, intercambiando ideas y generando sinergias positivas en nuestra región y a lo largo del globo!

 

Carla Giovanoni.
Uruguay.

 

 

La verdad, es que conocí la Escuela Complutense Latinoamericana por esas cosas de la vida; una amiga me comentó en la universidad de mi país y llegué a mi casa ese mismo día a inscribirme en la página, dudando mucho acerca del proceso de selección y casi seguro de que no resultaría seleccionado.
Por sorpresa, lo fui; disfruté de una beca completa y pude conocer Argentina y muchísima gente de otras nacionalidades, con las cuales, casi 2 años después mantengo contacto y amistad, la experiencia fue increíble y la organización de esta escuela aún mejor, me sentí como algún enviado diplomático, todos los detalles y recursos que utilizaron fueron dispuestos para que uno como estudiante jamás olvidara esta bonita experiencia ¡Espero repetirla pronto!

 

Carlos Danielle González Subero
Venezuela.

 

 

Soy estudiante de Trabajo Social en la UCM, y realicé el curso de identidades de género impartido en Cartagena de Indias (Colombia). La experiencia fue muy positiva, principalmente por poder conocer otra cultura tan diferente, además de personas de lugares tan distintos, y estrechar lazos con los compañeros y compañeras que fuimos desde aquí. Por otro lado, la ayuda de desplazamiento posibilita el poder ir hasta el lugar en el que se realiza el curso, ya que si no sería bastante complicado económicamente. Sin duda, es una experiencia que merece la pena vivir, y que recomiendo a cualquier compañero y compañera."

 

Damián Jiménez.
Alumno de la Universidad Complutense de Madrid

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