Grupos de investigación

El verde

El color verde, fruto de la suma de azules y amarillos, se caracteriza por su amplia relación con las sustancias compuestas por elementos de cobre, presentes en la naturaleza o fabricados por el hombre. Su uso data de la Antigüedad, cuando los egipcios utilizaban mezclas de azafrán e indigo, malaquita o mixturas de azul egipcio con ocre amarillo para obtener estas tonalidades.


SIMBOLISMO

El color verde es el color del mundo natural en la Edad Media, los elementos vegetales, del agua, de la estación de la primavera y del renacimiento. Inspira sentimientos como la fuerza y la inmortalidad, que se transmite con el verdor de las plantas cuyos brotes afloran nuevamente cada año, a pesar de que parezcan inertes en el invierno parecen muertas. Está presente en las decoraciones vegetales de numerosos manuscritos y obras polícromas sobre piedra y madera, para significar la naturaleza y la vegetación. Es un color que evoca la idea de esperanza, del anuncio de algo que va a llegar. Por el contrario, también es el color de la serpiente y, por extensión, lo demoníaco, el mal y el Pecado Original cometido por Adán y Eva. Por ello, se utiliza también para representar a numerosos monstruos junto al amarillo y al negro. En el mundo islámico medieval el color verde se asocia a una de las tres cosas a las que Mahoma atribuye propiedades esencialmente positivas, junto al agua y a una cara hermosa. Es también el distintivo de la dinastía fatimí y característico del reflejo de numerosos ejemplos de artesanía en loza que se conservan en la actualidad.

                                 


EN LA LITURGIA CRISTIANA MEDIEVAL...

El verde es un color litúrgico muy interesante, por su carácter complementario a otros colores. A este respecto, Lotario de Segni –más tarde Papa Inocencio III– comenta en una obra del siglo XIII que el verde es el color que está entre el blanco, el negro y el rojo, aludiendo a su complementariedad de uso en la liturgia. Es por ello por lo que en los ritos cristianos del medievo se utiliza en las ocasiones en las que no está vigente ninguno de los otros colores litúrgicos principales. Esto es, en los domingos y días de semana dentro del llamado Tempo per annum, es decir, el actual Tiempo Ordinario. En general, el verde simboliza en la liturgia el tiempo común de permanente esperanza, de riqueza en lo ordinario y de renacimiento: tanto por la Resurrección de Cristo como por la idea de la actualización perenne de su sacrificio en la cruz mediante el sacramento de la Eucaristía.

            

 



PIGMENTOS MÁS USADOS EN LA EDAD MEDIA

El abanico de pigmentos verdes en la Edad Media no es muy profuso, ya que podemos encontrar una variedad mineral que se repetirá a lo largo del contienente, centrada en tierras verdes, malaquita, verdigrís y otros pigmentos derivados del cobre. También podríamos añadir tintes vegetales como las bayas de espino o las iridáceas aunque ninguno de ellos se usa con normalidad debido a su poca durabilidad.