Presentación del proyecto

"Al-Andalus, los Reinos Hispanos y Egipto: arte, poder y conocimiento en el Mediterráneo medieval. Las redes de intercambio y su impacto en la cultura visual" (HAR2013-45578-R)

Proyecto relativo al programa I+D+i Orientada a los Retos de la Sociedad; apartado "Cambios e innovaciones sociales. Historia y Arte" del Ministerio de Economía y Competitividad.


La historiografía de la España medieval, tanto de al-Andalus como de los Reinos Hispanos, dejan entrever periodos de intensos contactos con Egipto y Oriente y, producto de ellos, diferentes niveles de intercambio cultural y artístico. Dado que las relaciones diplomáticas, económicas, religiosas y políticas son en gran medida conocidas, el propósito de este proyecto es analizar de manera conjunta todos esos aspectos que, derivados de todas las formas de patrimonio, permitan profundizar en el carácter de esas relaciones y en su incidencia en los valores identitarios de las áreas implicadas, así como en su contribución a la definición de una cultura visual propia.

En los últimos años se han publicado algunos estudios sobre las relaciones culturales y artísticas entre el Oriente y el Occidente mediterráneos en diferentes momentos de la Antigüedad Tardía y el Medievo que ofrecen una visión todavía incompleta de la importancia de sus intercambios. De hecho se ha primado una visión “orientalista” que hace depender casi exclusivamente de las aportaciones orientales la naturaleza y el desarrollo del arte y la cultura peninsulares. Si bien es cierto que en gran medida eso fue así, sobre todo en el caso de al-Andalus, lo cierto es que se han obviado muchas de las peculiaridades del arte y de la cultura, andalusí e hispana, limitando su capacidad creativa e innovadora así como sus aportaciones a la cultura islámica y mediterránea medieval y moderna, con las implicaciones que eso tiene desde el punto de vista de las relaciones sociopolíticas actuales.

En la amplia Edad Media peninsular se hicieron presentes muchos de los rasgos que definieron el llamado “Bazar del Renacimiento” descrito por Brotton y Carboni (en el catálogo Venise et l’Orient). En sus obras exponen la idea de que la definición de Europa en los siglos XV y XVI se gestó en gran medida gracias al comercio de ideas, obras de arte, objetos de lujo y mercancías entre las sociedades orientales y las occidentales. La transmisión de conocimientos árabes en materia científica y filosófica se considera el fundamento de la ciencia y la filosofía modernas. Sin embargo, nuestra historiografía, y más en concreto la historiografía del arte, no ha hecho, en nuestra opinión, el suficiente hincapié en insertar la cultura visual hispana en el riquísimo escenario mediterráneo, como si la Península hubiera estado aislada en el extremo occidental del mismo, recibiendo modas orientales de vez en cuando. Desde la Historia del Arte se ha insistido, con razón, en la trascendencia de la europeización de los reinos hispanos con la llegada del románico y el gótico. Por el contrario, no se ha hecho el mismo esfuerzo por conocer con mayor profundidad y rigor la presencia y el protagonismo de al-Andalus y de los reinos cristianos en las culturas del Mediterráneo mediante estudios interdisciplinares. El proyecto focaliza en Egipto el estudio no sólo por su papel de eje vertebrador, de transmisor entre Oriente y Occidente y de foco creador del Islam mediterráneo, sino porque allí se conserva parte del legado andalusí e hispano en forma, por ejemplo, de manuscritos.

Por ello, consideramos necesario, a través de la visión interdisciplinar que propone este proyecto (historiadores, arabistas, historiadores del arte, conservadores y arqueólogos), emprender una sistematización de nuestros conocimientos y abordar el estudio del arte de al-Andalus y de los Reinos Hispanos en el contexto de las fructíferas y densas redes sociales, culturales y artísticas, diplomáticas, comerciales y religiosas que caracterizaron el Mediterráneo Antiguo, Medieval y Moderno. Estas redes parecen hoy replantearse, de ahí el interés de su estudio para poder comprender la imbricación de nuestro patrimonio y nuestra cultura con las culturas del Mare Nostrum (el Mar Romano de Ibn Jaldún), de sus valores identitarios y de la capacidad integradora e innovadora que éste tuvo en el pasado.