En Roma, 1604 es publicada finalmente la excepcional trilogía de los jesuitas Jerónimo Prado, de quien dependió el volumen primero con la exégesis bíblica propiamente dicha de la visión de Ezequiel, y Juan Bautista Villalpando (1552 -1608), discípulo de Juan de Herrera, autor de los volúmenes segundo y tercero, que aunaban, en claves clasicistas y con El Escorial como punto focal, la arquitectura, religiosa y palatina a un tiempo, dictada por Dios y salomónica por excelencia; empresa auspiciada por Felipe II cuyas ilustraciones son por sí mismas paradigmáticos documentos.
[José Luís Vega-Loeches]