Página principal Biblioteca Complutense La Biblioteca Informa
Nº 3. Marzo 2005    www.ucm.es/bucm/boletin/03/
atrás
Nos evaluamos La BUC va a iniciar en los próximos meses su proceso de evaluación con el fin de obtener el Certificado de Calidad otorgado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación.

Este Certificado de Calidad se concede al servicio bibliotecario en su conjunto, es decir, no a servicios bibliotecarios determinados ni a bibliotecas de centros, de áreas o de campus.

La BUC va a iniciar en los próximos meses su proceso de evaluación con el fin de obtener el Certificado de Calidad de los Servicios Bibliotecarios otorgado por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), organismo dependiente de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia.

La evaluación de bibliotecas universitarias es un proceso que se inicia con el I Plan de la Calidad de las Universidades, del Consejo de Universidades. Entre el I y II Plan, ambos ya concluidos, ya se han evaluado bibliotecas universitarias como la de Barcelona, Politécnica de Cataluña, Pompeu Fabra, Autónoma de Barcelona, Carlos III, La Rioja, Salamanca, Córdoba, Málaga, Granada, Sevilla, Lleida, Gerona, etc.

Ahora nos toca a nosotros. Consideramos que estamos en condiciones de iniciar el largo proceso de evaluación. La evolución y el desarrollo de nuestros servicios durante los últimos años, la considerable mejora de las instalaciones, la satisfacción de nuestros usuarios, la integración de la biblioteca en la institución, la normalización de los procesos, la sistematización de la cantidad de datos estadísticos de que disponemos, etc., nos facultan para autoevaluarnos y presentarnos a la Certificación de Calidad de los Servicios Bibliotecarios que convoca la ANECA. 

¿Por qué y para qué la evaluación?

 La evaluación es un proceso. Aunque la dinámica y la tendencia de la mayoría de los procesos de evaluación tiende a constituirse en un fin en sí mismo, la finalidad debe ser la mejora de los servicios que se ofrecen. Nos evaluamos, pues, para conocer bien, mejor de lo que ya sabemos, todo cuanto hacemos, cómo, porqué y para qué y para quién trabajamos, con la principal finalidad de mejorar. El Certificado de Calidad, en caso de ser concedido, constituye un reconocimiento público a la calidad de los servicios bibliotecarios de la Universidad, además de facultar a la biblioteca para la obtención de subvenciones que contribuyan a la financiación de las propuestas de mejora establecidas en el correspondiente autoestudio de evaluación acreditado.

El nuevo Espacio Europeo de Enseñanza Superior (EEES) pone el acento, más que en la docencia pura, en los procesos de estudio y aprendizaje, en los cuales, la biblioteca ocupa un papel primordial. Aprendizaje y estudio para cuyo desempeño se van a considerar de manera especial las horas que el estudiante va a dedicar al trabajo de investigación documental y bibliográfica en la biblioteca. Para el profesor, la llamada actividad académica va a primar sobre la carga docente, de modo que no sólo van a considerarse las horas lectivas sino también el tiempo que un docente va a dedicar a organizar y supervisar el trabajo de sus alumnos, orientarles en la bibliografía e inculcarles el trabajo en la biblioteca con todos los recursos y herramientas que aquélla les ofrece. El cambio profundo en los hábitos y metodología de estudio de los alumnos va a inferir necesariamente una transformación del concepto de biblioteca. De ser la sala de estudio de apuntes y manuales, la nueva biblioteca universitaria deviene centro dinámico de acceso y difusión de la información científica con todos los recursos tecnológicos, informativos y documentales al servicio del estudiante y del profesor e investigador, en el marco del nuevo espacio europeo de educación superior.

La biblioteca universitaria ya ha experimentado cambios sustanciales durante los últimos años en sus métodos de trabajo, en sus servicios e incluso en su concepción y filosofía. Su favorable posición estratégica le convierte en pieza clave del nuevo modelo europeo de enseñanza-aprendizaje: profesionales sobradamente cualificados, buenos recursos de información, avanzadas tecnologías o servicios de gran calidad hacen de la biblioteca centros de especial relieve en el panorama educativo que se impone. Por esas razones, acaso sea el servicio universitario que más y mejor se está adaptando al nuevo paradigma. Y para completar su adecuación total deberá ampliar y mejorar aún más sus servicios, actualizar los conocimientos profesionales en un proceso continuo de formación permanente, desarrollar nuevos lenguajes o adecuarse a las nuevas herramientas tecnológicas que permitan integrar recursos de muy diversa índole.

“El análisis de la organización universitaria, y en particular de los servicios bibliotecarios hace que se considere como una unidad de evaluación el conjunto de los servicios bibliotecarios de una universidad aunque se tengan en consideración las diferentes unidades espaciales de prestación de servicios (bibliotecas). El proceso de evaluación, así como sus objetivos, deberá considerar tanto las dimensiones transversales de los servicios bibliotecarios (unidad y homogeneidad del propio servicio bibliotecario) como las dimensiones específicas de cada uno de los puntos de servicio o bibliotecas”.

(Consejo de Coordinación Universitaria. II Plan de Calidad de las Universidades: Guía de evaluación de Bibliotecas)

¿Cómo es el proceso de evaluación?

El proceso de evaluación comprende dos fases, ya establecidas en las convocatorias anteriores del I y II Planes de Calidad, e igualmente contempladas en la última Convocatoria de 24 de agosto de 2004 de la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación para la obtención del Certificado de Calidad de los Servicios Bibliotecarios (BOE de 7 de septiembre de 2004).

La primera  fase es la autoevaluación interna de los servicios bibliotecarios en su conjunto, que consiste en el estudio pormenorizado de tres grandes elementos, la definición de sus puntos fuertes y débiles y las propuestas de mejora, todo ello reflejado en el correspondiente Informe de Autoevaluación Interna.

La segunda fase constituye la evaluación externa llevada a cabo por expertos de otras universidades, que elaborarán el correspondiente Informe de Evaluación Externo.

La fase de Autoevaluación Interna

En la Primera fase, de Autoevaluación Interna, se analizarán, según la mencionada convocatoria de 24 de agosto, los siguientes elementos:

1. Elementos basados en datos.

1.1 Recursos: financieros, bibliográficos, espacio físico, etcétera.

1.2 Resultados: circulación, préstamo interbibliotecario, formación de usuarios, uso de recursos electrónicos, etcétera.

1.3 Grado de satisfacción de los usuarios.

 

2. Elementos relacionados con los procesos.

2.1 Grado de integración de la biblioteca en la institución.

2.2 Nivel de relación de la biblioteca y sus usuarios: biblioteca/docencia;

biblioteca/investigación.

2.3 Gestión, organización y procesos.

2.4 Política de personal: capacitación, formación promoción, etcétera.

 

3. Elementos relacionados con la mejora derivada del proceso de

evaluación.

3.1 Criterios referidos a los planes de mejora y su desarrollo.

3.2 Criterios referidos a la participación activa de la biblioteca enproyectos de innovación y cooperación.

Para ello, se constituirá un Comité de Autoevaluación Interna  (CAI) con sus respectivos Grupos de Trabajo.

La evaluación externa y el informe final de resultados. 

La segunda fase del proceso es la evaluación externa. Una vez elaborado el autoestudio y el correspondiente Informe de Autoevaluación Interna, un Comité de Evaluación Externa (CEE), compuesto por expertos evaluadores de diferentes universidades: bibliotecarios y profesores de universidades ajenas a la evaluada, propuestos por la ANECA, estudiará el Informe de Autoevaluación y visitará los servicios bibliotecarios, se entrevistará con los profesionales, autoridades y usuarios y elaborará su propio informe y su posterior dictamen de evaluación.

Por último, un Informe final público de resultados, como síntesis de los informes interno y externo, constituirá el final de todo el proceso, que culminará en la concesión o denegación por la ANECA del correspondiente Certificado de Calidad de los Servicios Bibliotecarios. Certificado que, en caso de concederse, facultará a la biblioteca para solicitar las subvenciones contempladas en la convocatoria correspondiente, de conformidad con lo dispuesto en la legislación vigente y demás normas de aplicación, como la Ley General Presupuestaria, Ley de subvenciones, etc.

La finalidad de las subvenciones es la financiación de los proyectos de mejora establecidos en el informe de autoevaluación, “que sirvan para afrontar el nuevo modelo de biblioteca como centro de recursos para el apoyo a la docencia, el aprendizaje y la investigación, fomentar la innovación en servicios y reforzar la cooperación bibliotecaria” (Resolución de 24 de agosto de 2004 de la SEUI por la que se convoca el Certificado de Calidad de los Servicios de Biblioteca de las Universidades. BOE de 7 de septiembre de 2004).

El Certificado de Calidad se concede al servicio bibliotecario considerado en su conjunto, es decir, no a servicios bibliotecarios determinados ni a bibliotecas de centros, de áreas o de campus. Por consiguiente, la autoevaluación interna previa se llevará a cabo de los servicios, la estructura, la gestión o los objetivos marcados. Tiene una validez de dos cursos académicos.