Una vez llegado a mis estantes, repito autor: varios personajes desamparados nos hablarán sucesivamente con las palabras de Roncangliolo. Un niño que ve (y crea) fantasmas, un hombre recién citado con la muerte, una mujer que recibe proposiciones para ser contemplada por alguien desconocido en los lugares más peregrinos, un papapa que se ¿enamora? hasta "ocupar" y revolucionar una residencia de ancianos, una adolescente insatisfecha con su propia imagen y hasta un gato que lucha por no ser capado.

Un chileno-peruano (¡gracias Máximo!) me dio el nombre del autor: Santiago Roncangliolo. El canon de mejores novelas iberoamericanas del corto siglo XXI realizado por Carlos Fuentes, me proporcionó el título: Abril rojo.

A partir de ahí, el primer informe de Félix Chacatana Saldívar (precedido de una hermosa dedicatoria "Porque yo soy / de donde tú estés" y 3 significativas citas) da paso a un aluvión de literatura que -dotada de los tintes de la novela negra- desnuda inmisericorde la realidad peruana de los últimos tiempos.