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Breve explicación de la economía de (y dentro) de la Enciclopedia

Fernando Alvárez Puerta 18 de Enero de 2016 a las 10:59 h

 Hace unos días, leyendo sobre la Ilustración, recordé el libro Encyclopédie: El triunfo de la razón en tiempos irracionales, de Philipp Blom (el cual me tomo la licencia de recomendar a los interesados en este tema). De cara a escribir una entrada en el blog, rememoré que el autor destacaba especialmente la importancia que Diderot y D’Alembert daban a los artículos referidos a los oficios dentro de la obra por la propia concepción de los editores sobre en qué iba a consistir la Enciclopedia, así como el peso económico del proyecto y las consecuencias que esto tiene.

 De este modo, doy paso a una breve explicación sobre estos dos temas a partir de la monografía.

            La elaboración de la Enciclopedia, por la complejidad y extensión que supuso, fue una de las grandes empresas intelectuales del siglo XVIII. No obstante, el proyecto primigenio fue la traducción al francés de la Cyclopaedia de Ephraim Chambers. Al fracasar por tercera vez, el plan fue sustituido por otro mucho más ambicioso con Denis Diderot y Jean D’Alembert como editores: la elaboración de una enciclopedia que englobase todo el saber de la época, tomando algunos aspectos de la obra de Chambers tales como el orden alfabético en vez de organizarlo por temas y las referencias cruzadas, lo que les permitió tratar todos los temas que les interesaban más allá de centrarse en la religión y la monarquía. 

            Diderot dedicó mucho tiempo a describir las artesanías e industrias, pues en sus entradas buscó relatar los distintos procesos manufactureros de Francia y cada una de las herramientas utilizadas por los trabajadores. Prestar tanta atención a estos oficios en detrimento de las casas gobernantes, las grandes batallas y los santos era inaudito y un ejemplo de las sutiles muestras sobre la forma de pensar de D’Alembert y Diderot y qué consideraban realmente importante en el mundo.

            El trabajo para llevar a cabo estas entradas era extenuante pues implicaba visitar los talleres de cada oficio varias veces para contrastar información y tomar notas sobre las fases del trabajo. Por otro lado, también se dibujaban las herramientas y tareas de las distintas labores artesanales, comparando los bocetos con la realidad y grabándolos una vez son aceptados. Uno de los mayores problemas en este proceso era la ocasional reticencia de los trabajadores a colaborar. Tal y como explica Diderot a Louis-Jacques Goussier, el principal dibujante de la Enciclopedia,

Aprenderá, después de pasar algún tiempo yendo de taller en taller, con dinero en la mano, y después de haber pagado un dineral por informaciones erróneas y ridículas, qué clase de gente son los artesanos, en especial los de París, donde el temor a los impuestos los hace estar permanentemente en guardia, y donde miran a cualquier persona que los interroga con curiosidad como a un emisario de los recaudadores de impuestos o como a un trabajador que desea abrir un comercio. (Blom, p. 81).

            Un aspecto relevante a tener en cuenta sobre la Enciclopedia es su magnitud en términos económicos como proyecto de negocio por parte de los libreros. El coste de su proceso de elaboración y maquetación se elevaba notoriamente por la longitud de la obra, lo que supuso una gran inversión de los libreros (según ellos, unas 80.000 libras en 1749, cuando aún estaba en corrección el primer volumen). La obra, una vez anunciada, contaría con numerosos suscriptores (unos 2.600 en 1951, cantidad que aumentaría progresivamente durante la publicación de los distintos volúmenes) que pagaban por cada volumen y que en algunos casos adelantaron el dinero en depósitos avanzados, de modo que los libreros tendrían una deuda con ellos de suspenderse el proyecto (como estuvo cerca de suceder en varias ocasiones). A todo esto se suma la gran extensión del negocio, que daba empleo a aproximadamente mil personas en los distintos procesos de elaboración de la obra.

            En su conjunto, la Enciclopedia tenía un potencial económico que el autor considera que influyó a la hora de que los detractores de ésta trataran de derribarla. De este modo, la necesidad de que Diderot dirigiese el proyecto y éste no acabase fracasando y, por tanto, en la ruina de los libreros, fue un factor importante para que se acabase su aislamiento en el castillo de Vincennes en 1749, o que el proyecto continuase de forma encubierta tras el edicto de 1759 por el que oficialmente se le daba fin salvo para los volúmenes de ilustraciones, realizándose también los diez volúmenes de texto que quedaban. En conclusión, el autor defiende que a la hora de hablar de la supervivencia del proyecto de la Enciclopedia no hay que considerar sólo la astucia y valentía de los colaboradores o la importante ayuda que recibieron de personas en puestos de poder, sino también la magnitud del negocio y el impacto que podía suponer si éste era prohibido.

            Para terminar, aquí podéis buscar artículos de la Enciclopedia, por si alguien siente curiosidad por qué pensaban sobre un determinado tema

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